- La académica María Guadalupe González Lizárraga reconoce la guía de especialistas de la Veracruzana y los benéficos resultados
María Guadalupe González Lizárraga, de la Universidad de Sonora.
La Universidad Veracruzana (UV) es un gran ejemplo para el aprovechamiento de la tecnología actual en la Universidad de Sonora (Unison), expresó la académica María Guadalupe González Lizárraga, licenciada en Psicología por esa universidad, al comentar respecto de los avances en este rubro en aquel estado.
La Doctora en Ciencias de la Educación por la Universidad de Montreal, Canadá, dictó la conferencia “La incorporación de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en la educación: El estado de Sonora”, en la sala de videoconferencias de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI), como parte del Coloquio Internacional “Educación superior y TIC: miradas disciplinarias. Eje temático: brecha digital”.
Señaló que los objetivos primordiales, que son incorporar, promover y desarrollar experiencias en todos los niveles educativos e impulsar la capacitación docente, se buscaron a partir del año 2000.
Las experiencias en torno de la incorporación de las TIC se incrementaron, sobre todo a nivel de investigación, y su formalización se dio a través de las instituciones de educación superior. Se esperaba entonces la consolidación de la red de investigadores, conformada a la par con la preocupación por organizar y publicar los estados del conocimiento. Añadió que la implementación de lo que se conoce como EDUCADIS, el sistema de infraestructura física y humana, tenía como objetivo apoyar las diferentes entidades académicas en la Unison.
Pero hubo un problema: al darse el desarrollo de la tecnología y la capacitación para el personal, no se implementó la infraestructura de soporte para ello, a lo que se suma el eterno problema de la incomprensión de los administradores.
“Vino alguien que decidió que esto era inoperante, que no estaba pensado para capacitar a nadie y que no convenía invertir fondos monetarios en ello”, señaló González Lizárraga.
Fue una época de crisis generalizada y de graves circunstancias a nivel estatal; se dieron casos en que los equipos de computación destinados para las escuelas se almacenaban junto con material de desecho o quedaban bajo la supervisión de gente que no permitía su uso “porque las máquinas se podían descomponer”.
Todo lo anterior planteó un desafío que los académicos han debido enfrentar con la debida entereza, como ha sido el estudio de las trayectorias y el análisis de la información disponible que permita reubicar el rumbo. Hoy el reto es explorar las diversas variables y categorías de estudios para conjuntar aspectos como el grado de apropiación tecnológica y el papel que juegan las diversas variables junto a las trayectorias desplegadas por los mismos estudiantes.
“Los especialistas de la UV nos han instruido respecto al modelo que debe emplearse para el seguimiento de nuestros estudiantes, sin cifras maquilladas; nos han dado pistas para generar los canales adecuados para optimizar recursos humanos y explorar variables que nos permitan conjuntar nuestras experiencias académicas con propuestas y realizaciones de los mismos estudiantes”, finalizó.
