- Con la obra Leche de gato, escrita, dirigida y actuada por el colectivo Nosotros, ustedes y ellos, ganaron en la subcategoría “C1”
- El certamen es considerado uno de los referentes más importantes del teatro joven en México
Leche de gato, escrita, dirigida y actuada por alumnos de la
Facultad de Teatro UV, ganó en el Festival de Teatro Universitario de la UNAM.
La obra Leche de gato escrita, dirigida y actuada por alumnos de la Facultad de Teatro de la Universidad Veracruzana (UV), triunfó como mejor montaje dirigido por estudiantes en la XXI edición del Festival Nacional e Internacional de Teatro Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La puesta en escena es de la autoría de Lucila Castillo Argüelles e interpretada por el colectivo Nosotros, ustedes y ellos, integrado por la propia Lucila, así como por Estefanía Ahumada, José Goró, Gina Cima, Jorge Tejeda, Sandy Deseano y Niza Rendón, fue premiada este lunes 10 de febrero en una ceremonia encabezada por el rector de la UNAM, José Narro Robles, realizada en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario (CCU).
El montaje fue escrito por Lucila Castillo Argüelles y es interpretado por el colectivo Nosotros, ustedes y ellos.
En la vigésimo primera edición de este festival, que a la fecha es uno de los referentes más importantes del teatro joven en México y cada vez es más reconocido en el ámbito internacional, participaron 100 agrupaciones provenientes de 12 estados.
En total fueron cinco las obras premiadas en las categorías “A” para bachillerato, “B” para licenciatura, “C” para escuelas profesionales de teatro, así como en las subcategorías “C1” para montajes estudiantiles dirigidos por estudiantes, “C2” para montajes estudiantiles dirigidos por maestros, y “C3” para montajes de egresados.
Además de Lucila, la agrupación está integrada por
Estefanía Ahumada, José Goró, Gina Cima, Jorge Tejeda, Sandy Deseano y Niza Rendón.
Leche de gato narra la historia de Obdulia Carranza, quien para proteger a su hija María Nicolasa de las decepciones del mundo, entre ellas la muerte, le proporciona una vida metódica, ordenada y aislada de todo contacto con el exterior. A través de situaciones extrañas, ridículas, absurdas, casi mágicas, Obdulia comprenderá que la vida, para que sea plena, debe contar dichas y sinsabores.
Lucila Castillo escribió la obra para aprobar una experiencia educativa en la Facultad de Teatro, inspirada en una experiencia personal. Ella lo contó así: “La idea la tenía atorada en la cabeza porque el año en que la escribí (2011) falleció mi abuela de cáncer y el momento de la despedida fue singular. Al estar frente a ella y decidir qué decirle exactamente, ella dejó de respirar. Cuando todos se dieron cuenta, olvidaron que yo aún no me despedía y comenzaron a llorar sobre ella. Esa fue la motivación. Aunado a esto, me interesaba enfocarme en crear personajes con tintes de humor negro y sin embargo bastante tiernos, para que el público se encariñara con ellos.”
