- En beneficio del Voluntariado de la UV
- El viernes 16 de mayo en la Sala de Conciertos Tlaqná, a las 20:30 horas
- El director invitado es Rubén Flores, quien aseguró que este concierto es un canto al amor y la belleza
Elia Beltrán y Rubén Flores ofrecieron pormenores del concierto de Cri-Crí.
Irma Villa
La Orquesta Sinfónica de Xalapa (OSX) interpretará nuevamente el espectáculo Andanzas de Cri-Crí un cuento sinfónico, este viernes 16 de mayo, en la Sala de Conciertos Tlaqná, a las 20:30 horas, como un evento de recaudación de fondos a beneficio del Voluntariado de la Universidad Veracruzana (UV).
En rueda de prensa, Elia Beltrán Coronel, presidenta del Voluntariado, y el director invitado, Rubén Flores, agradecieron a la sociedad por comprar el total de los boletos para este concierto porque así apoyan las tareas sociales, de asistencia y desarrollo del Voluntariado de la Universidad pero, sobre todo, se acerca a los niños a la música y a la OSX.
El director invitado, Rubén Flores, definió la obra como un canto al amor y a la belleza, mientras que la presidenta del Voluntariado dio a conocer que la venta de boletos ha sido extraordinaria a grado tal que son muy pocos los que quedan en la taquilla de Tlaqná y en los cafés Don Justo.
Éste es el primer evento que el Voluntariado UV realiza para allegarse recursos financieros, con el objetivo de lograr las metas establecidas para este año y así cumplir el compromiso social que se tiene con las zonas rurales en donde la Universidad tiene presencia a través de sus Casas comunitarias. “Estamos felices y muy agradecidos por todo el apoyo”, aseguró Elia Beltrán.
Rubén Flores, director de orquesta orgullosamente xalapeño, quien guiará este viernes a la OSX, comunicó que el concierto está dirigido a los papás de los niños de hoy, a los abuelos, aunque claro que los pequeños también pueden asistir, sólo que la primera parte podría ser lenta para los niños de cuatro y cinco años.
Destacó que Andanzas de Cri-Crí, un cuento sinfónico es un canto al amor y la belleza; dijo además que Francisco Gabilondo Soler tiene 207 canciones en donde sólo se encuentran buenos sentimientos –a diferencia de otros autores que se escuchan por todos lados– y que en su música no existe violencia ni se narra cómo se golpea a las mujeres, ni balazos, ni muerte.
La idea de llevar a cabo un concierto así, explicó, deviene de un trabajo que realizó hace tiempo en una maestría sobre filosofía del pensamiento, donde encontró que la lingüística tiene un valor muy grande dentro del arte y de la música de la comunicación; pudo ver que el sonido, principalmente el que manejan los músicos y los artistas, es el del espíritu y el más grande es del espíritu de la sociedad. Esto lo llevó a diseñar un concierto en el cual todos nosotros –sin incluir a niños– pudiéramos manejar la materia prima con la que se trabaja.
Al respecto detalló: “Si bien los sonidos de una orquesta es la materia prima de los músicos, la resonancia está en el espíritu de todos nosotros, por eso tomé a Cri-Crí, autor que canta desde hace tres generaciones a los niños, los adultos crecimos con él, los medios eran diferentes, los niños de ahora poco lo conocen, no porque sea malo sino porque hay otros autores”.
Por eso recalcó que este concierto “está dedicado a los papás, a quienes crecimos escuchándolo, fue muy emotivo ver en las funciones ofrecidas a la gente adulta llorar, a los niños mirándolos, preguntándoles por qué lo hacían, por esto sí es bueno que vengan niños, porque sería una buena forma de acercarlos a Cri-Crí”.
La Sala de Conciertos Tlaqná está ubicada en el Campus para la Cultura, las Artes y el Deporte, en la zona universitaria, cerca de la USBI. Informes en www.orquestasinfonicadexalapa.com