El uso de enzimas celulolíticas en la extracción y aumento en el rendimiento de los componentes acaricidas (azadiractina, salanina y nimbina), a partir de la semilla del neem, es una alternativa novedosa y viable, debido a la resistencia que presentan los distintas especies a la acción de los pesticidas químicos, lo que genera grandes pérdidas económicas al sector agropecuario. Al tratarse de moléculas complejas la azadiractina, salanina y nimbina, prácticamente evitan que las especies causantes de plagas se adapten o generen dicha resistencia.