REFLEXIONES EN TORNO AL REDISEÑO CURRICULAR EN LA FACICO

Una de las tareas que como académicos tenemos pendientes en la facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana, y especialmente un reto para la nueva administración que encabeza el Dr. Marco Antonio Malpica Rivera, es la revisión del Plan de Estudios de la licenciatura, que desde la incoporación del Modelo Integral y Flexible (MEIF) a mediados de la década pasada, no ha sido evaluado, por lo que -dicen los que saben de diseño curricular-, ya habría cumplido con su tiempo histórico; por lo tanto se obliga a una revisión para la mejora o la transformación del Plan de Estudios.
Lo que también es cierto, es que esperamos que en esta ocasión lo que se imponga sea lo académico por encima de cualquier otro interés, tal como ocurriera en la versión anterior, pues al final quiénes han terminado por padecer estas equivocaciones han sido los estudiantes, y de paso la propia comunidad docente, por la falta de integración que caracteriza buena parte de nuestras prácticas educativas; entre ellas no contar con programas oficiales de las Experiencias Educativas, porque no en su momento no se hicieron, de allí que cada E.E., tenga un programa diferente por cada profesor que la imparte. Si a esto se suma que hace un lustro no hay trabajo de academias de acuerdo a lo que plantea el reglamento oficial, el síntoma es la desesperanza pedagógica, por emplear una expresión.
En este contexto, lo primero que debemos aprender a reconocer con humildad es que la gran mayoría de quienes integramos esta comunidad docente, desconocemos en qué consiste un trabajo como el que se espera se realice. De entrada tener claro que no es un asunto de ocurrencias, ni que se resuelve pidiendo a los estudiantes que participen como si fuera una tarea escolar. En primer lugar, se trata de un trabajo que regularmente realizan especialistas en diseño curricular, y de ellos en la Universidad Veracruzana sin duda los hay pero no aquí en la FACICO; por lo tanto lo primero es solicitar apoyo a quienes saben. (Por cierto, desde hace ya varios años se formó una Comisión nombrada en Junta Académica y hasta ahora no hemos recibido ningún informe del trabajo hecho, por lo que valdría la pensa se llame a cuentas para saber el estado que guarda el proceso).
Los aspectos primarios que debemos saber es que hay un protocolo básico para iniciar los trabajos de revisión y actualización de Planes y programas de estudio, para lo cual sería importante revisar el reglamento que para tal efecto la propia UV ha definido, además de las metodologías que los especialistas en diseño curricular vienen promoviendo en el contexto de las reformas educativas, la innovación, la flexibilidad curricular así como la educación por competencias. Atendiendo a esto último, parece que los especialistas coinciden en que esta metodología debe articularese de la siguiente manera: a) fundamentación de la carrera, b) elaboración del perfil profesional, c) organización y estructuración curricular y d) evaluación constante de planes y programas de estudio.
Es decir, lo que se debe hacer en la FACICO –parece ser-, es comenzar por el final: evaluar el actual Plan de Estudios así como sus programas de Experiencias educativas, para lo cuál debemos diseñar el instrumental teórico y técnico que de viabilidad a dos tipos de evalución: una interna y externa (algo que ya tuvo que haber hecho aquella comisión de la que hablaba antes). Hecho esto, estaremos en vías de pasar al primero de los puntos: la fundamentación de nuestra propuesta de reforma o rediseño del Plan de Estudio y sus programas; para lo cual tenemos que conocer el mercado y poder definir las necesidades que el egresado podrá atender (tanto en áreas o ámbitos naturales de la profesión como aquellas emergentes), justificar la persepectiva de formación de nuestros estudiantes (para ello el propio MEIF, como el Proyecto Aula, lo mismo que la perspectiva disciplinaria que hoy se discute en el campo de la comunicación, deberán ser referentes; por lo tanto, se necesita realizar un análisis de pertinencia curricular comparando otros programas afines al nuestro. Por supuesto que este proceso no debe perder de vista la misión y la visión de la Universidad Veracruzana, para terminar por definir los principios axiológicos que deben ser garantes en la formación como en las prácticas educativas que viviremos como comunidad universitaria. Desde aquí, realizar una exploración para reconocer el tipo de población estudiantil a la que podremos atender.
Es importante señalar lo que decía al principio, no somos especialistas en diseño curricular aquí en la FACICO (por lo que quizá en algo de lo que aquí planteo sea un error), pero algunos hemos tenido experiencias en licenciatura y posgrado en procesos como estos. Sin embargo, lo más importante sería que en una sociedad del conocimiento como la que hoy se anuncia, hay mucha información al respecto, por lo que una mínima revisión de la literatura especializada, puede salvanos de seguir reproduciendo ocurrencias que dañan a los futuros profesionales de la comunicación que egresan de esta Casa de Estudios. Seamos vigilantes de esto.