Cuando lo planteamos como una posibilidad, quizá había un espíritu e ímpetu cercano a esa energía propia de cuando se es joven, lo cierto que es que se hizo la convocatoria para que además de dos cuerpos académicos, participara un grupo de colaboración que está en proceso de conformación. Y sí, dimos inicio a un trabajo de diálogo, de acuerdos, de consensos como tendría que ser costumbre entre los académicos, pero habrá que decir, esta sería una primera ocasión en su tipo. Muchos suscribimos el interés por colaborar, pero algunos colegas se fueron quedando en el camino y otros terminaron por no hacerse visibles en ningún momento.
Lo cierto es que se logró, pese a lo que algunos hubieran deseado. Obtuvimos el patrocinio para los principales gastos, apoyo de la Vicerrectoría universitaria como de la dirección de la FACICO y, en otros, con nuestros propios recursos sufragamos los requerimientos para un evento que -de inicio-, se pensó hubiera una cuota de recuperación, pero al final se decidió excluirla. En otras palabras, generamos condiciones de vinculación como cuerpos académicos pero además de autogestión para abonar al camino de principio a fin.
Por supuesto que no podemos dejar de mencionar la solidaridad de amigos, colegas, compás que desinteresados aceptaron participar en esta primera convocatoria que -como se dijera desde la conferencia inaugural-, muestra las posibilidades de diálogo interdisciplinario; después de todo el asunto de lo educativo -como apunta Morin- no puede verse sino es en su completud: en lo humano, social, cultural, psicológico. Así que sociólogos, antropólogos, psicólogos, tecnólogos, comunicadores, pedagogos, músicos, matemáticos, historiadores, aceptaron venir a una reunión que un estudiantes dijera tenía que ser una fiesta. Y sí, lo fue con sus «asegunes».
Esto porque toda primera vez, si bien con mucho de afortunado, ha tenido sus «detalles», pero como seguro ocurrirá en la junta de evaluación, de ellos haremos una experiencia significativa como para que llegado el segundo encuentro, anticipemos, preveamos situaciones que suelen ser contingencias en circunstancias como las de un evento que puede convocar a una centena de participantes.
Finalmente diríamos que con este evento, hemos contribuido a la celebración del 70 aniversario de la Universidad Veracruzana (por cierto el único evento que se celebrara en la región Veracruz-Boca del Río), pero también los 60 años de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, una facultad de la que han egresado muchos profesionales del periodismo, a quienes también damos gracias por habernos acompañados en este Primer Encuentro de Comunicación y Docencia. Nos vemos en el siguiente evento.