Entre la transformación y reinvención del aula

Una exploración on line básica, puede mostrar el lugar que en el discurso oficial o teórico sobre la educación ocupan los conceptos innovación educativa y transformación de la práctica docente, lo que tiene que llevar a la reflexión o toma de decisiones por parte de quienes nos dedicamos a la docencia o la investigación en las instituciones educativasCaptura de pantalla 2015-05-25 a las 11.03.23; esto porque también en buena parte de los congresos, coloquios, foros, encuentros relacionados con la educación, los temas que parecen convocan a la comunidad académica, son la innovación o transformación educativa.  

El dilema viene cuando de pronto nos damos cuenta que no sólo los educadores, normalistas o pedagogos están obligados a reflexionar en torno a tales conceptos, sino también de todos aquellos que en la brega diaria queremos contribuir a la formación disciplinaria de estudiantes, quienes estamos siendo empujados por esa tendencia, aún cuando no nos guste del todo. 

Uno de los obstáculos puede estar relacionado con los perfiles o los ámbitos profesionales desde los cuales concebimos la formación del estudiantado, pues invariablemente la escuela de la que se viene como las representaciones que se tienen de la formación profesional, bien pueden definir el imaginario académico desde el que nombramos o concebimos la práctica docente, incluido el tipo de abordaje de los contenidos que procurar la formación de los estudiantes. 

Como quiera que sea, es un hecho que en los estándares de calidad que hoy determinan los indicadores para evaluar la docencia, obligan a quienes no nos formamos para ser profesores a entrar en un proceso de transformación o de reinvención de nuestras prácticas docentes. En este sentido se debe reconocer la dificultad que para muchos esto representa, pues de lo conceptual a la apropiación de un lenguaje diferente al de nuestras disciplinas, pasamos a las inquietudes o temores propios de quienes a lo académico, fundimos lo laboral, como para pensar dos veces si nos movemos de nuestras zonas de confort, nos atrevemos a redefinir nuestros imaginarios docentes, incluso a pensar que es posible reinventar nuestras prácticas en el aula o fuera de ella.

Siento que sería menos arduo pensar en reinventar el aula, partiendo de reconocer que los recursos educativos o materiales didácticos son apenas dispositivos que median procesos para generar ambientes de aprendizaje, pero que somos los docentes quienes seguimos siendo aquellos sujetos con la capacidad, habilidad y sensibilidad para gestionar información o encontrar a través de la comunicación e imaginación, las formas para acompañar a nuestros estudiantes. Suena sencillo pero regularmente no lo es, pues coloca en el centro dos elementos que durante mucho tiempo han sido invisibles aunque eran razón de ser del docente: el estudiante y sus aprendizajes. Y aquí las cosas se complican, pues esa reinvención del aula, también lleva a migrar o transitar hacia otros lugares del conocimiento, allí donde se dice que las TIC están esperando para contribuir a innovar lo educativo.

Como puede verse o intuirse, la transformación o reinvención termina por complicarse, pues al final del día el se trata de desandar buena parte de lo andado para desaprender y re-aprender algunas cosas que imaginábamos nunca cambiarían. Y aquí, quienes apenas están iniciándose en la docencia como aquellos que tienen años en ella, tenemos que comenzar a ser receptivos (o si se quiere ser sensible ante una ola de cambios) que no creo tenga marcha atrás; para al final del día reinventarnos a nosotros mismos.

Es en este contexto pienso en lo oportuno que sería participar de la convocatoria para el IX Congreso Internacional de Innovación educativa que entre el 21 y 23 de octubre tendrá lugar en la USBI Campus Mocambo. Queden aquí estas reflexiones en el marco de este evento que puede dar luz para algunas cosas que están ocurriendo hoy en el campo de la educación a nivel superior.