La tarea que viene en la FACICO

Recién en la Facultad de Ciencias de la Comunicación (FACICO) de la UV, hemos pasado por un largo proceso de cara a la acreditación de nuestros programas educativos, tanto del sistema escolarizado como del abierto. Tras casi dos años de preparación, se llegó el día en que una comisión de colegas evaluadores, durante una semana, tuvieron ocasión de observar, de dialogar y de recopilar evidencias que permitiera realizar la evaluación sobre la calidad educativa de nuestros programas. Se puede decir que este largo proceso ahora espera el dictamen final que deberá emitir el organismo que se dedica a la acreditación de aquellos programas educativos que se ubican en el campo de las Ciencias de l12282891_1002629009792827_1569356620_na Comunicación. En estos momentos, como parte del protocolo se conoce una valoración preliminar, que permite vislumbrar por donde puede estar el resultado, pero sobe todo la tarea que viene para atender aquellos indicadores que se muestran débiles y que urge comenzar a trabajar.

En este contexto, el ámbito académico parece ser el punto de inflexión sobre el que es necesario definir una agenda de trabajo para poder fortalecer un programa que revela áreas de oportunidad; es decir, por lo que será necesario trabajar en un programa de acción que contribuya a definir un espacio de colaboración en donde todo
s aquellos que formamos parte esta comunidad, sumemos voluntades, intereses, competencias, saberes y destrezas al servicio de un proceso que permita -después de muchos años- definir un proyecto educativo que responda a los retos que hoy tiene la formación de profesionales de la comunicación, un campo disciplinario que muestra áreas emergente de desarrollo profesional para las que es necesario forman capital humano.

Sin duda un trabajo complejo por lo que involucra, pero donde un liderazgo académico incluyente puede favorecer sinergias para atender aquellas observaciones que den pie a ese programa de trabajo de cara a aspectos relacionados con la revisión del Plan de estudio y todo lo que esto supone, así como lo relacionado con la vinculación, la investigación y la generación de conocimientos.

Visto así, la tarea que viene en la FACICO es de mucho trabajo académico, donde más allá de los nombres deberá estar un proyecto académico común, en el que se demuestre que lo reconocido por los evaluadores en torno al alto nivel de preparación de los docentes, se aproveche para trazar el rumbo de un programa que no puede seguir en el estado que hoy guarda: ni teórica ni técnicamente ya se sostiene. Lo que también supondría, que quienes por invitación o voluntad se sumen a este proyecto, se hace en bien de la comunidad, pero sobre todo de un programa que tiene como responsabilidad formar a estudiantes competentes profesionalmente hablando, éticamente responsables y habilitados para cumplir con la tarea propia de quien adquiere un perfil para desenvolverse en los medios, pero también en otros ámbitos emergentes que parece por momentos están siendo invisibilizados por quienes aún piensan que ser comunicadores es dedicarse únicamente a la prensa en sus diversos formatos.