En el contexto de la sociedad de conocimiento, como de las tendencias para transformar las prácticas pedagógicas, se habla mucho de papel que vienen jugando las tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), de tal suerte que el cambio de paradigma en los modelos pedagógicos, la definición de nuevos roles entre los sujetos educativos como la reinvención de los propios ambientes educativos, pasa por la incorporación de las TIC a los procesos de enseñanza y aprendizaje.
En el mundo académico, más allá de miradas en algunas ocasiones cándidas y en otras apocalípticas, se considera razonable el empleo de las TIC para el diseño de ambientes de aprendizaje diferentes, recursos que -si nos apuramos-, han estado presentes como un apoyo en la gestión de los aprendizajes desde hace mucho, sólo que ahora, entre lo analógico y lo digital, parece que esto último viene tomando un lugar privilegiado por la manera en que plataformas, recursos o dispositivos, representan la ocasión para diversificar la producción de materiales que puedan apoyar en la labor del profesorado como del propio estudiante.
Al tenor de esto, las comunidades docentes, los investigadores y teóricos de la educación, vienen impulsando el uso de los Recursos Educativos Abiertos (REA) – en inglés, Open Educational Resources (OER)-; es decir, materiales didácticos de acceso libre para ser reutilizados por aquellos docentes o estudiantes que así lo deseen. Esto como parte de una tendencia o movimiento internacional, en donde se busca compartir de manera gratuita recursos que puedan facilitar el trabajo que se hace tanto en el aula como fuera de ella.
Es así, por ejemplo, que los video tutoriales, han venido a representar una oportunidad para contribuir a la generación de experiencias de autoaprendizaje, en dónde un recurso digital posibilita sustituir la presencialidad docente, para que a través del manejo de información, el empleo de elementos ilustrativos visuales o sonoros, la cercanía a la educación e-learning, pueda ser vivida por un usuario, que puede ser cualquiera, incluido estudiantes y docentes. No obstante la ausencia del docente en ese tipo de experiencia asíncrona virtual, lo cierto es que en el proceso de planeación, diseño, aplicación y retroalimentación, el docente sigue jugando un papel preponderante como el estratega en la producción del contenidos.
Razones como estas, han llevado a implementar y producir tutoriales bajo pedido. Es decir, ante la necesidad de complementar la información abordada en clase o través de alguna actividad en línea, hemos convenido con los estudiantes la producción de videotutoriales que los asistan de manera mas o menos práctica, en el desarrollo de ciertos saberes o habilidades para la elaboración de sus evidencias de aprendizaje.
Es así que para los cursos de metodología de la investigación y asignaturas afines, los video tutoriales han venido a abonar al entendimiento de ciertos contenidos que suelen ser complicados al pasar de lo teórico a lo empírico o práctico. Centrados en el manejo de información razonable según su nivel educativo y en la ilustración de lo por hacer, el manejo teórico o conceptual, como la representación o ejemplificación de aquello que se requiere aprender, por supuesto que tales recursos no sustituyen al docente o las asesorías grupales o personales que puedan realizarse, pero sí favorecen la revisión de un material que está a disposición del estudiante de manera permanente y para cuando ellos lo requieran, cosa que no puede decirse de los tiempos de que dispone el propio profesor.
Videoclip, presentaciones en prezi, en ppt o pdf, sin dejar de mencionar historietas, tiras cómicas, boletines educativos, carteles académicos, fotografías, canciones, entre otros formatos, pueden y han sido recursos para producir video tutoriales, cuyo objetivo ha sido complementar el acompañamiento estudiantil; lo que también ha obligado a proponer actividades que confirmen el uso o no de tales materiales por parte del estudiante, pues también se debe señalar que no necesariamente todos los jóvenes están acostumbrados a ser los responsables de su propio aprendizaje; por lo que -en algunas ocasiones-, aquello del rol autogestivo queda en prenda por la costumbre que siguen teniendo para depender en grado importante del trabajo del profesor.
Lo que no impide señalar que muchos estudiantes ya han desarrollado ese hábito, por lo que es común escuchar que los tutoriales que se hallan en YouTube les han servido para aprender más que en las mismas clases que algunos profesores les impartimos. Esto porque es posible encontrar un tutorial para resolver prácticamente cualquier duda académica que alguien tenga, incluso más allá del mundo educativo, existen recursos que permiten comprender, explicar o resolver algunos dilemas que la vida cotidiana presenta.
Así las cosas, el uso de recursos digitales abiertos, es un hecho que debe pasar a formar parte de la educación informal o del aprendizaje del propio docente, en donde planear, diseñar y producir tutoriales, puede llegar a ser una experiencia interesante (por decir lo menos) si los vemos a la luz de los saberes y habilidades que también se desarrollan, entre otros procesos cognitivos, que terminan por ser una excelente ocasión para repensarnos como responsables de acompañar en la formación disciplinaria, profesional y humana de un estudiante universitario.