Del tributo a Sabina y otros devaneos

Tras una decena de veces de haberlo escuchado (incluida esta que suena mientras tecleo estos comentarios), considero razonable realizar algunos apuntes sobre el disco tributo que se le hiciera a Joaquín Sabina, mismo que conociera luz hacia finales del año pasado; una obra que, desde su anuncio, convocó el interés y sumó expectativas entre el universo de seguidores del de Jaén. Lo cierto es apenas una horas después de haberse colocado en los sistemas de venta en línea, innumerables fanáticos manifestaron su desconsuelo y enojo, pues la obra en su conjunto no satisfacía las expectativas de quienes han hecho de la música de este cantante español el sound track de su vida. 

Y sí, efectivamente, el disco doble Ni tan joven, ni tan viejo (Sony music & Warner music, 2019) sorprende por lo disparejo de la producción. Si bien se reconoce la pertinencia de un proyecto intergeneracional que reúne a un grupo de cantantes que se han sumado para homenajear a quien cumpliera 70 años de vida en el 2019, también es verdad lo poco cuidada o lograda que son algunas de las interpretaciones; aun entre algunos convocados que tienen tras de sí, una trayectoria importante y puede que envidiable. 

Y es que los nombres que aparecen entre los participantes, quienes tienen intervenciones individuales y otras en colaboración, realmente sorprenden, pero como bien ha apuntado el columnista de El País Carlos Marcos, solo esto lo pudo haber hecho posible Joaquín Sabina. Por ejemplo, escuchar a Joan Manuel Serrat, Rozalén, Ismael Serrano, Alejandro Sanz, Dani Martin, Estopa, Alejo Stivel, Leyva, Manolo García y la propia Mara Barros (quien tiene algunos años siendo su corista), no sorprende, pues de alguna u otra forma hay antecedentes y cercanías con el Sabina. Lo que no puede decirse Amaral, Fito & Fitipaldis, Coque Malla, M Clan, Macaco, Marwan, Pablo Alborán, Elvira Sastre, Kany García, Travis Birds, Bunbury, entre otros que -de alguna u otra forma- se adscriben o firman la admiración por la obra de un cantante que ha hecho del oficio en el uso del lenguaje y rima un punto de inflexión dentro de la canción en español. En total, 37 interpretes y un Poeta, Benjamín Prado, su querido amigo y con quien ha tenido ocasión de componer las letras de Vinagre y Rosas (2011), así como su décimo séptimo disco Lo niego todo (2017), dan de sí para sacar adelante 25 versiones de las que pueden ser canciones particularmente entrañables del responsable de estrofas memorables como: Algunas veces vivo/ Y otras veces/ La vida se me va con lo que escribo/ Algunas veces busco un adjetivo/ Inspirado y posesivo/ Que te arañe el corazón («Qué se llama soledad», del disco Hotel, dulce hotel, 1987).

Así que en esa decena de ocasiones que he tenido oportunidad de escuchar este tributo, he podido confirmar que -efectivamente-  hay auténticos actos fallidos. La primera sería la intentona de Amaral y Manolo García, a quienes les falta alma y corazón para armonizar una interpretación que deja a desear mucho, lo que sorprende al preguntarse por lo que dejó de hacer el responsable de la producción. El propio Bunbury hace una versión de las más lamentables del disco. Y como alguien que suele explorar y buscar propuestas novedosas no esperaba que las versiones fueran una calca de lo hecho por Joaquín Sabina, al contrario llegué al disco con el recuerdo de aquel tributo de hace uno años hiciera un grupo de féminas en … Entre todas las mujeres (2003), llevando como productor a Victor Manuel, donde Adriana Varela, Carmen París, Soledad Jiménez, La Niña Pastori, entre otras, demostraron que puede llegar a reinventarse el universo sabineano.

Para el caso de la industria cinematográfica, suelo decir que hay obras que por lo que han representado en la historia del cine, valdría la pena pensar dos veces antes de decidirse por una versión contemporánea. Pues bien, aquí canciones como Quién me ha robado el mes de abril (Pablo López), Calle melancolía (Roberto Iniesta), Lo niego todo (Mikel Arentxun), Pongamos que hablo de Madrid (Rubén Pozo), si bien quienes las cantan hacen su esfuerzo, pierden en lo melódico, la interpretación y la vida que las caracteriza.

Caso contrario ocurre con interpretaciones como: Ruido (Fito & Fitipaldis), El caso de la rubia platino (Leyva), Cerrado por derribo (El niño de Elche y Guitarricadelafuente), Princesa (Los Rodríguez), Y sin embargo te quiero/Y sin embargo (Zahara y Dani Martin), donde prueban incorporar algún elemento distinto en la instrumentación como la interpretación y salen adelante. Pero también como para que haya menciones especiales a la ejecución de Alejandro Sanz (Contigo), quien con su voz de lija es el que más se acerca al desgaste y trasnoche en las ejecuciones del actual Sabina. En otro nivel estaría la forma en que Ismael Serrano con su sello característico libra el reto, lo que también confirma su primo El Nano, pues acostumbrado como está el Serrat a interpretar (o agandallarle si se quiere, como lo dijera él en alguna entrevista de la gira Dos pájaros de un tiro del 2007) algunas de las canciones de JS, no sólo el oído ya está acostumbrado, sino porque se impone el oficio como interprete, a lo que se suma la deliciosa voz de Rozalén.

Una mención especial merece la versión de 19 días y 500 noches que realiza Benajín Prado, pues como bien apunta «La misma canción al cambiar de persona, no dice lo de siempre, cuando dice lo mismo», para dar paso a un versión desde un mirada femenina, en donde corresponde a Travis Bird, envestirse en ese personaje ficticio que en esa canción inventa el Sabina. Y sí, es la misma canción pero desde una manufactura letrística diferente que resulta un verdadero divertimento que conduce al regocijo entre quien lo escucha.

En fin, que estas son apreciaciones de alguien que cada que tiene oportunidad, aprovecha su admiración por Joaquín Sabina, para hablar algo de él. En esta ocasión alrededor de un tributo, del que -como otros sabineros- ha hecho su propia play list, para escuchar aquellas canciones por ahora me parecen las mejores; lo que no impiden aspirar a la compra de la obra para poder contar en físico con ella y conocer más datos sobre este tributo que tiene algo de fallido.

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