Si alguien teclea en el Google la palabra «Competencias investigativas», podrá encontrarse como 3 millones 900 mil referencias ligadas a las habilidades y saberes relacionadas con la investigación en el nivel superior. En ese sentido, si uno busca «Formación en investigación en la universidad», se hallará con 224 millones de resultados afines a esta expresión, para finalmente si uno quiere saber más sobre «Enseñanza de la investigación en la universidad», se topará 10 millones 400 mil resultados. Tales resultados, deben llevar a pensar que quien se interese por estos temas, tiene a un click un cúmulo de información que le permita fortalecer sus conocimientos y las concepciones que sobre la investigación y el papel que juega en la formación de los estudiantes puede tener.
A partir de estas consideraciones, reconocer la pertinencia de dimensionar el papel que juega la sociedad de la información y el conocimiento en el contexto de la investigación, es importante, como prioritario sería que quien se dedica a la enseñanza de la investigación (en lo educativo/formativo como en la formación), asuma con responsabilidad la tarea que hoy tiene el docente universitario, pues no son pocos los organismos (dentro como fuera de México), que hablan de la necesidad de formarse, actualizarse o capacitarse en el desarrollo de competencias para la docencia en el Siglo XXI, donde suele destacarse sí lo disciplinario, pero también lo pedagógico, digital, investigativo y para la gestión.
En el caso de la Universidad Veracruzana, la investigación viene formando parte de sus ejes transversales (incluso en aquel fallido Proyecto Aula, era uno de sus pilares) si, como se dice en sus lineamientos para licenciaturas, el Modelo Educativopara promueven los llamados saberes teóricos, heurísticos y axiológicos; mismos que deben ser promovidos de manera integral desde las experiencias educativas, las que se dice deben ser entendidas, «no sólo como las que se realizan en el aula, sino como aquéllas que promueven aprendizajes, independientemente del ámbito donde se lleven a cabo», complementando estos planteamientos con una observación particularmente significativa: «Las experiencias educativas deben tener un enfoque para la vida dentro y fuera del aula, de tal manera que los estudiantes se involucren en procesos de enseñanza-aprendizaje más profundos y significativos», complementada esta idea con el siguiente planteamiento: «Las experiencias educativas fuera del aula serán aquéllas que se realicen con propósitos formativos y que permitan al estudiante adquirir habilidades, destrezas y actitudes y, además, establecer las articulaciones pertinentes entre los conocimientos y la práctica social» (UV, 1999, p. 34)
En ese contexto, la investigación puede llegar a ser un recurso que favorezca vincular el mundo escolar con la vida misma, siempre que quien encarga una tarea, imparte un curso de metodología, tenga clara la importancia genere una actividad como esa, para crear ambientes educativos que sitúen los aprendizajes. Por ello, si como señala Ricardo Sánchez Puentes (2010), para aprender a investigar hay que activar procesos investigativos y no confiar demasiado en lo teórico ni circunscribirse al salón de clases, la UV ofrece a su comunidad universitaria, alternativas para investir a la investigación de ropajes diferentes en esos procesos de acercamiento a quienes se encuentran estudiando en sus programas educativos del nivel pregrado; de allí la importancia para descentrar el aula tal y como lo propone la concepción la concepción que tiene el MEIF sobre las llamadas experiencias educativas.
En el caso de la investigación, en su Modelo Educativo, la Veracruzana establece que la investigación «promueve el aprendizaje de habilidades de indagación, de observación y de reflexión que permiten el desarrollo del pensamiento lógico-formal, analítico y crítico que tendrá como finalidad principal la creación o generación de conocimientos. Además, fomenta el desarrollo de actitudes sistemáticas, metodológicas y éticas que son características en el rigor de la investigación científica» (p. 35), lo que debe llevar a sus docentes a planear y diseñar estrategias de intervención o mediación pedagógica que favorezcan en sus estudiantes habilidades, saberes, actitudes y experiencias prácticas o cognitivas que contribuyan a fortalecer sus competencias disciplinares como las investigativas. No obstante, hay quienes ni por asomo (por desconocimiento o falta de ganas) tienen como referencia planteamientos que pueden llegar a ser clave si quien cumple con el rol docente, entiende el nuevo protagonismo que debe observar el estudiante universitario.
La misma UV, en sus programas educativos tiene un eje de formación curricular relacionado con la investigación disciplinaria, por lo cual, según sea el programa, será el papel que juega la investigación como parte de los saberes y los perfiles profesionales de quienes egresan de sus aula. El punto de cierre de esta experiencia formativa y para el aprendizaje (antes que propiamente investigativa, lo que se debe tener bien presente), es la llamada Experiencia profesional, en donde los estudiantes pueden acreditarla a partir del examen general de egreso de la licenciatura (EGEL) o el examen general de conocimientos (EGC), el promedio general obtenido por un estudiante, así como el llamado Trabajo recepcional que, según el MEIF, es un producto académico que se promueve «preferentemente como un trabajo de equipo con el cual se pretende obtener un resultado de investigación, producto tecnológico, artístico o de cualquier otra índole que las facultades determinen, integrando los saberes multi, inter y transdisciplinares, propiciadores de un proyecto profesional en cuya práctica se integre la formación adquirida» (UV, 1999, p. 35).
Con otras palabras se diría que, según la UV, frente a la necesidad de promover diversos saberes y habilidades disciplinares entre los estudiantes que están a punto de egresar de la licenciatura, se tiene como cerrajón Experiencia recepcional en donde, para contribuir al trabajo colaborativo y promover valores como pueden ser el diálogo, la responsabilidad, el reconocimiento, puede ser un trabajo en equipo; lo que sin duda es resonancia de lo que hoy se promueve en el ámbito de la investigación científica y académica: el desarrollo de proyectos de investigación cuyo eje es la colaboración, el establecimiento de redes académicas.
Desde nuestra perspectiva, una experiencia formativa como la propuesta para el trabajo recepcional, puede activar saberes previos pero igual en curso, por lo que toca al docente responsable de esta asignatura, tal como se señala en el Estatuto de alumnos 2008, dar seguimiento a un trabajo que debe ser garante del aprendizaje de un estudiante. No obstante, el desconocimiento de planteamientos institucionales como los dichos en el MEIF así como en el Estatuto de alumnos, trae como resultado la debilidad en el aprendizaje de los jóvenes, como la exhibición del bajo perfil en el puñado de docentes que no tiene como referencia estos planteamientos normativos.
Acostumbrado como suelo estar a promover el acercamiento entre los jóvenes a estos planteamientos institucionales, el camino para comprender que la investigación puede ser gozosa antes que complicada, pasa por aprovechar también lo que el mismo modelo universitario señala sobre las actividades que se pueden promover dentro como fuera del aula, para habilitar al estudiante en saberes y destrezas relacionadas con la investigación. Entre las que se destacan: «Las actividades en biblioteca y de comunicación electrónica [como] experiencias educativas que se podrán desarrollar a través del uso de los medios electrónicos, así como de la consulta de los medios impresos» (UV, 1999, p. 35), por lo que buena parte del trabajo recepcional, nos la pasamos en la USBI tallereando y dando seguimiento a los avances de los estudiantes.
Comentarios
Estimado Daniel:
Bien lo has apuntado.
Es razonable dimensionar las condiciones en las que se promueve la investigación formativa. Tal cual lo apuntas, siempre dependerá de la orientación del programa si se trata de un posgrado.
En el caso de las licenciaturas, las condiciones son diversas, por lo que es tarea del profesor situar el papel que juega en el perfil, primero, para luego ver si se cuenta con uno o dos periodos para que los chavos hagan un trabajo recepcional. En el caso de Comunicación, solo es uno, y hay algunos colegas que quieren que el estudiante haga una investigación individual en 3 meses, siendo que es prácticamente imposible.
De allí que como docente mi concepción sea más en términos de un aprendizaje para que el estudiante desarrolle lo básico y no se desencante de la investigación. Que es otro punto sobre el que espero reflexionar un día de estos.
Saludos
Estimado Lalo:
Como siempre agradezco tus comentarios.
Me parece que lo primero es saber qué concepción tiene la institución sobre el papel de la investigación en la formación de sus estudiantes. Ahí toca a la autoridad un papel en la inducción, pero a los docentes -de vez en vez- mencionarlo, para que quien imparte cursos de metodología lo tengan como referencia. Lamentablemente no siempre ocurre esto. Es una tarea pendiente que hay en incentivar mucho.
Al final, como bien apuntas es el propio estudiante.
Saludos
Querido maestro, considero que la reflexión que nos regala es bastante enriquecedora en la medida del compromiso que algunos profesores hemos asumido a la hora de entrar en contacto con la investigación y enseñar caminos. Creo que es bien importante hacer las consideraciones sobre lo que establece la normatividad universtiaria, pues, como ejemplo tenemos que los estudiantes también en la Universidad de Oriente, tienden a confundir la experiencia educativa con su proceso de titulación y desconocen, casi siempre, las 16 formas de titulación que establece la normatividad de esa institución que además, explica a detalle el procedimiento de cada una. Aunado a esa situación se encuentra el desconocimiento que tienen algunos profesores de esa normatividad y mal informan a los estudiantes, generándoles un estrés innecesario.
Un abrazo y como siempre disfrutables sus planteamientos. Abrazo.
Me parece enriquecedora y sensata la reflexión propuesta. A nivel licenciatura no veo mecanismos efectivos que favorezcan la investigación de más largo aliento, como sería la elaboración de la tesis o el trabajo Recepcional. En mi experiencia a nivel posgrado, sí hay un planteamiento de trabajo que favorece la investigación, ya sea investigación-acción en el caso de la EPL o una investigación teórica, en el caso de la Maestría en artes escénicas. En el caso de la Especialización en Promoción de la Lectura considero que las reuniones del núcleo académico para reflexionar y mejorar los procesos metodológicos y los alcances de un posgrado profesionalizante, son un buen camino para evitar caer en la rutina y perder lucidez en nuestras búsquedas tanto como en los productos obtenidos.
Deja un comentario