Un libro ¿maldito o mítico?

Quizá haya estado en alguno de los semestres de mi licenciatura cuando por primera vez escuché de ese libro.

Imagino que por la forma de darnos clases pudo haber sido uno solo de aquellos profesores que buscaban en un puñado de estudiantes universitarios, generar una experiencia disciplinaria que contribuyera en sus perfiles de egreso. Me refiero a AGN (como solía firmar sus escritos) como el docente que pudo sembrar en quien escribe aquel gusanito ligado a un libro que, de entonces a la fecha, me lo he encontrado referido lo mismo en el cine, en la literatura, la TV, que en la música.

Tuvo que pasar un titipuchal de años, para que me dieran ganas de comprarlo y, por fin, saldar una deuda que se fue haciendo moral e histórica conforme pasaba hojas a mi vida, donde -de vez en vez- volvía a saltarme en alguna lectura, en una que otra película, en algunas series de televisión; como también en algunas canciones, tales serían los casos de Who Wrote Holden Caulfield de Green day, We Didn’t Start The Fire, de Billy Joel o una de Guns N’ Roses, que lleva por título el mismo título del libro. En fin, que como dice el viejo dicho, «¡No hay bien que por mal no venga!». Así que entre los libros que compré hace poco para recrearme en esta pandemia provocada por el Covid-19, decidí encargar ese libro.

¿Cuál fue la razón para decidir comprar un libro cuya primera edición en inglés data de 1951?, pues nada que, entre los 5 últimos libros que he leído, por lo menos en 2 de ellos, alguno de los personajes hace referencia, sea porque el detective refiere al personaje principal de aquel libro, o bien porque el joven protagonista habla de que está leyendo el susodicho libro. En fin, que pareciera que los astros se alinearon como para convencerme de adquirir una novela que se dice es imprescindible entre los libros que como adolescentes se deben de leer. Francamente no sabría si es razonable o pertinente esa suerte de máxima en la cultura popular, lo cierto es que acercarse a él, es darse la oportunidad para indagar y descubrir algunos aspectos que caracterizaban a la juventud norteamericana, en los años posteriores a la II GM.

Incluso, ahora que escribo, recuerdo aquella tarde cuando, a través de la televisión supimos del asesinato de un músico. Escuchar el pesar en la voz del Mago Septién del cronista del beisbol referirse  a la tristeza que le causaba saber que habían asesinado en la puerta de su casa al autor de Imagine, no dejó de llamar la atención a quienes en casa estábamos viendo aquel partido, pues seguro estoy nadie conocía del todo a quien fuera uno de los líderes del llamado Cuarteto de Liverpool. Y lo refiero, porque al seguir las noticias en los días posteriores, se supo que Chapman esperó sentado en las escaleras a la policía mientras leía este libro.

Incluso en la película que luego se hizo de este asesino, Chapter 27 (Schaefer, 2007), en diversas escenas se ve Mark David Chapman, interpretado por Jared Leto, pasar revista a ese libro, incluso en una de las fotos promocionales, se ve como lo carga contra su pecho. A partir de este trágico suceso, pareciera que el libro cobró especial notoriedad, pues aun cuando hacía sido vinculado a Lee Harvey Oswald, a quien se le culpó como asesino de John F. Kennedy; como también a quien matara a su hermano Robert, Sirhan B. Sirha, lo cierto es que por alguna razón, ha estado ligado a un buen número de crímenes y teorías conspiracionistas.

En el terrero criminal, se dice que otro par de asesinos fueron detenidos y entre sus pertenencias se les encontró una copia de este libro que, algunos dicen está maldito, incluso que puede estar en los terrenos de lo mítico: Robert John Bardo, parece lo tenía entre sus lecturas predilectas y fue quien mató a la joven actriz Rebecca Schaffer; tan igual al caso de John Hinkley, quien pasó a la historia al intentar matar al presidente Ronald Reagan.

En fin, que hasta los conspiracionistas han desarrollado teorías al respecto de una obra que recrea algunos días en la vida de un joven recién expulsado de su colegio, quien en el trayecto a casa, va develando un mundo desde su muy particular punto de vista: un adolescente sí, pero con un interesante perfil como lector, aficionado a la música, particularmente el jazz, pero también conocedor la música de conservatorio; con un exquisito vocabulario despreciativo para nombrar un mundo del que se siente ajeno, distante, desencantado po rsu hipocresía, pero con un extraño sentido de la solidaridad, en donde llega a asomarse un tono moral adquirido desde lo religioso. Es decir, si bien como autor Salinger logra configurar un universo propio de la juventud de aquellos años, como lectores podemos reconocer que el texto por la forma en que logra perfilar esa adolescencia tardía (su protagonista tiene 17 años), sigue teniendo vigencia, sigue provocando desazón, asombro, distanciamientos, al conocer los entretelones de un guiño en la vida de Holden Caufield, tras ser expulsado del colegio Pencey. Un tipo con las cualidades para salir adelante, pero su menosprecio al status quo lo proyecta como un ser desencantado, incluso en medio del cierto pacifismo que lo caracteriza, aunque sea capaz de pensar o imaginar algo atroz, con su extraña afición a usar gorra con orejeras.

¿Cuáles son las razones para que este libro tenga tras de sí una oscura historia?, no lo sé, lo cierto es que los mal pensados han llegado a teorizar a tal nivel, que es fácil encontrar en Internet referencias a teorías conspiracionistas donde este libro es la premisa. Tal es el caso de un supuesto proyecto de la CIA al que se le conoce como MK Ultra, en la que se dice se diseñaron metodologías para jugar con la mente de las personas que eran sometidas a experimentos. Es ahí donde se habla que este provocador pero también entrañable libro al que algunos escritores consideran de cabecera, se dice fue parte de ese programa, pues los especialistas en teorías de conspiraciones, aseguran que hay pasajes que generan ciertos impulsos cerebrales, en personas que han sido sometidas a hipnosis o algún otro tipo de experimento.

Total que en lo personal, el libro me pareció interesante, lo disfrute en términos del estilo desenfadado y escrito en primera persona, que emplea su autor, Jerome David Salinger, quien muriera a los 91 años, recluido en su casa y alejado completamente de la vida pública y quien decidió permanecer el silencio cerca de 20 años, tras el éxito que tuvo esta novela, una obra que -se dice vende anualmente unas 200 mil copias. Y ahí, ya he contribuído en la estadística. 

Total que si bien es una obra que tuve que haber leído en la adolescencia, lo cierto es que la disfrute, después de todo tengo una hija y doy clases a un grupo de universitario que, en algunas ocasiones, pueden entrar en el perfil del protagonista de una de las obras más significativas para la cultura popular: El guardian entre el centeno.