Tras poco menos de 20 años de dejar de participar, este 2024 me di la oportunidad de regresar a ser parte de los trabajos del XXXV Encuentro Nacional e Internacional AMIC, la asociación que reúne a los Investigadores mexicanos que estudiamos la comunicación, un evento que reunió a especialistas las distintas vertientes de esta disciplina.
Este ha sido un evento que convocó a un puñado de académicos e investigadores que, durante 3 días, al calor del título Inteligencia Artificial y procesos comunicativos. Desde las prácticas innovadoras hasta las dimensiones éticas y de carácter legal, nos dimos la oportunidad de dialogar, de reflexionar, de discutir, de disentir en torno a un ámbito no solo para problematizar, sino también para tomar decisiones académicas y colegiadas.
Conferencias magistrales, paneles de discusión, mesas de trabajo, presentaciones de libros, fueron la columna vertebral de un encuentro que permitió reconocer la importancia del diálogo colegiado frente a las certezas, las inquietudes y los dilemas que, en el terreno académico, investigativo (sin desconocer lo político, empresarial, incluso, ideológico, está teniendo la Inteligencia Artificial Generativa (IAGen).
En ese contexto, es oportuno destacar que, en lo académico e investigativo, la AMIC se integra por especialistas en el área de la comunicación que se han integrado en 20 grupos de investigación y 3 de trabajo, además de un comité científico. Los grupos de investigación y de trabajo, se articulan alrededor de ámbitos de interés disciplinarios, a partir de los cuales se cultivan líneas de investigación desde las que se articulan y armonizan los ejes temáticos que definen el nombre de cada colectivo.
Volver a encontrarme y escuchar a los autores que me formaron en mi disciplina desde que fui estudiante, era un aliento que sin duda definió y ha determinado mi formación y trayectoria como docente universitario, pero estrechar sus manos y cruzar palabras con ellos volvió a ser profundamente significativo, como también dar un fuerte abrazo a investigadoras e investigadores que fueron mis maestros y hoy son mis pares, mis colegas, fue algo que me emocionó profundamente; y ni qué decir, de encontrarme con viejos amigos que -junto a mí- hace veintitantos años comenzamos esta aventura de la docencia y la investigación vinculada a un fenómeno complejo como es la comunicación.
Las Fernández Cristlbieb, las Hernández Portugal, las Benassini, los Fuentes Navarro, los Sánchez Ruiz, la Steinou, así como en mis primeros encuentros, cruzar palabras con ellos y escucharlos, volvió a colmar mi espíritu académico, así como darme cuenta que hay una nueva generación de investigadores de la comunicación que vienen empujando e impulsando acercamientos donde lo inter y lo multidisciplinar para dar viabilidad de enfrentar, comprender y explicar, tiene que ser un atributo desde el cual pensar y nombrar los objetos de interés investigativo que vayamos construyendo, tal cual y desde sus inicios, la propia comunicación lo ha hecho con disciplinas desde las cuales ha heredado y atraído teorías, incluso métodos para el abordaje de sus objetos de interés.
Así que, como decía al inicio de estas líneas, la emoción me volvió a embriagar de entusiasmo por este reencuentro, pero debo declarar que hubo sentimientos encontrados, pues fue justo en un evento similar, hace 27 años cuando comenzó mi relación con Silvia, mi amada esposa, algo que en este encuentro llegué a apuntar con algunos queridos amigos que la conocieron desde entonces.
Por cierto, fue curioso, pues ahora que redacto estas líneas, recuerdo que -en aquel evento-, me encontré con Francisco de Jesús Aceves, a quien ya tenía ocasión de conocer y de quien acabada de leer hacía poco un texto en el que hablaba de esas otras historias que se cocinan al calor de los eventos científicos, cuando los caminos de estudiantes y académicos se encuentran y se apuesta por una relación efímera, propia de un encuentro circunstancial. Nunca imaginé que yo y Silvia lo viviéramos, pero no para recrearlo en un instante, sino para pensarla y darnos la oportunidad para construir una relación por siempre. Y a este encuentro, ya lo habíamos planeado, volveríamos juntos, como lo hemos hecho a través de la memoria y tantos recuerdos.
Gracias al comité actual de esta organización que dirige la Dra. Lizy Navarro por la organización. Y así, este encuentro AMIC, podrá pasar a la historia, por lo que revivió y terminó por generar.
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