Definitivamente este fue un fin de semana bastante divertido. Es de esos fines donde hay muchos planes y todos son muy agradables pues implican diversión. Hace siempre falta después de una semana de trabajo arduo.
Iniciamos la jornada con un gran partido de tenis. Dos grandes rivales se encontraban por primera vez en el horario matutino, abriendo el torneo. Tuvimos tiempo de calentar bastante con tiros de forehand potentes y backhands imparables. Incluso grabamos algunos minutos del match para observar los movimientos y corregir fallas. Fue un marcador cómodo de 6-1 y 6-3. Pero lo importante de estas victorias es el game improvement. Aún sigo con conseguir el movimiento preciso y natural en mis tiros pero vamos por buen camino. Con ayuda del video, puedo observar como no coloco la raqueta lo suficientemente atrás antes de cara tiro. Y si no hago el «pivot» y estiró mi brazo, mi backhand nunca va a tener la precisión necesaria. Poco a poco, es cuestión de práctica y esfuerzo.
Después, era hora de un poco de música. Ensayando algunas de las rolas que tocaremos con la banda recordé viejos tiempos donde ese estilo de vida nocturno era lo máximo. Creo que aún no pierdo el toque, y rolas de Soda Estereo, Caifanes, Café Tacuba y Enanitos Verdes aún se oyen bien. Después de haber tocado en el evento de The Beatles, claro que hace bien regresar al pop. Esperamos mejorar esos armónicos y que el «slap» no me salga tan sucio.
Para terminar este día, que mejor que sentarse con Eri y ver una buena película (bueno, no tan buena) llamada «The crazies». Es otra más de zombies y si te la pierdes no pasa nada. Es solo para pasar el rato y ya.
El domingo era día de reunión con el pretexto de video jugar. Conocimos las nuevas instalaciones para esas «LAN Parties» que hace tiempo no realizamos. Muy agradables y cómodas por cierto. No podemos quejarnos, con pantalla de 50″, teatro en casa 5.1, botanas a la orden y una colección de juegos bastante envidiables es más que suficiente. Y qué mejor que disfrutar de una buena película a la hora de la comida con los amigos. Por cierto, por fin conocí el famoso Wii. Esa consola que ha vendido millones y que acapara alrededor del 50% del mercado. Creo que en una frase puedo resumir la experiencia: Esa cosa es para niños.
Inicialmente llama la atención el hecho de apuntar (porque eso es lo que se hace) con el control hacia el sensor y ver una especie de cursos en la pantalla moverse. Pero a los 5 minutos, esto deja de ser divertido y comienza a ser molesto. La falta de precisión es notable. La gente común como mis tías o los niños, no les importa mucho esto, pero para alguien que de verdad quiere jugar, es ridículamente impreciso. Esperemos que los nuevas interfaces que vienen en camino (PS Move y Kinect) no tengan estos problemas tan notables. No quiero hablar de los gráficos, pero son muy pobres. Esta consola es un ejemplo de buena mercadotecnia. Fácilmente podría haberse vendido como un «guante» o un «tapete» por separado como tantos que hay por ahi. Tienes que ser muy nerd para considerar esta cosa como una consola de videojuegos seria.
Y que mejor forma de terminar este fin, que en casa con Eri y disfrutando de una rica cena y preparando las cosas para iniciar otra semana más de arduo trabajo.
¿Lo mejor de esta semana que viene? El hecho de esperar que el próximo fin de semana sea aún mejor…