Llegó a su fin del Curso de Computación Básica para Académicos, y con esto dos reflexiones:
- La primera, aunque ya bastante trillada la frase, es que nunca deja uno de aprender y creo que en lo personal me deja un buen sabor de boca el tiempo invertido en dicho curso, del que me llevo buenos consejos prácticos y el conocimiento de algunos programas libres muy útiles para aplicarlos en la enseñanza.
- La segunda es que considero que los que nos dedicamos a la enseñanza a nivel universitario, tenemos la obligación de conocer y saber utilizar este tipo de herramientas como apoyo en nuestras actividades docentes, por lo que creo que es muy conveniente el que se impartan este tipo de cursos.
Felicidades al Ing. Alberto Lorandi por su excelente curso.