De Sitio de verano, libro de José Homero, entre otras cosas se puede decir: «En Sitio del verano encontramos aullidos y,a la vez, suavidad en la noche —una buenaemulación de Scott Fitzgerarld—, reverenciasa los capulines y en general el recuerdo de una Mina sudada, excitada y despeinada que descansa en el pórtico viendo correr el tiempo. Fue Homero a su infancia, tuvo fiebre, regresó y nos entregó esta pieza estupenda llena de amor al rezago materno en un día,donde por cierto, comienza el otoño».
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