Linea de Investigación

El pez cebra (Danio rerio) tratado con ácido valproico (AVP) como modelo biológico para el estudio del trastorno del espectro autista (TEA), la neuroanatomía y los ritmos biológicos

Resumen:

El trastorno del espectro autista (TEA) es un conjunto heterogéneo de alteraciones del neurodesarrollo que afecta múltiples niveles biológicos y conductuales. Entre las alteraciones más relevantes se encuentran cambios en la morfología y función de estructuras del sistema nervioso central, como el telencéfalo, así como en el procesamiento de la información sensorial. El pez cebra (Danio rerio) es un modelo ampliamente utilizado en la investigación biomédica de trastornos del neurodesarrollo, incluyendo el TEA. En modelos animales, está bien documentado que la exposición embrionaria al ácido valproico (AVP) induce fenotipos similares a los del TEA. Este enfoque se ha utilizado recientemente para explorar las comorbilidades asociadas a este trastorno.De manera específica, las deficiencias en el procesamiento sensorial pueden alterar ritmos biológicos fundamentales, como los ciclos sueño-vigilia, patrones diarios de actividad, ingesta alimentaria y fluctuaciones hormonales. Esta línea de investigación busca contribuir al entendimiento de los efectos del AVP en el sistema nervioso central, donde se generan características asociadas al TEA. Asimismo, se plantea el enriquecimiento ambiental (EA) como un posible tratamiento no farmacológico para mitigar estas alteraciones. El estudio incluye la evaluación detallada de los sistemas sensoriales de especímenes tratados con AVP, con un énfasis particular en las alteraciones neuroanatómicas y funcionales de las áreas cerebrales responsables del procesamiento sensorial. Esto incluye un análisis de la citoarquitectura y fisiología de estructuras cerebrales específicas, como las áreas retinorrecipientes del telencéfalo, y su impacto en la conducta. Enfoques conductuales y neuroanatómicos permiten determinar cambios en la vía visual y en áreas clave del telencéfalo. El modelo de pez cebra tratado con AVP ofrece una oportunidad única para explorar posibles fenotipos o biomarcadores relevantes en trastornos del neurodesarrollo, especialmente por su importancia en la sociabilización y los procesos cognitivos.

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