El valor de la salud representa el significado profundo del bienestar y la armonía que se tiene cuando cuerpo y mente, espíritu y pensamiento se encuentran totalmente interrelacionados entre sí.
Cuando un ser humano es educado desde su infancia hacia la prosecución de su salud, tendrá la capacidad de formarse un criterio propio, interpretar y ejecutar medidas saludables tanto para él como para las personas que lo rodean mejorando así, su calidad de vida y bienestar.
La salud integral es ante: todo un valor y un arte que debemos cultivar, promover, difundir y compartir con los demás buscando siempre actuar con calidad, responsabilidad y esperanza de tener un futuro mejor para las generaciones que estarán aquí.
La salud es un valor que en muchos casos solo se le valora cuando esta falta, y sin embargo no tiene precio.
Algunos maltratan, lastiman y afectan su salud hasta el hastío.
Otros la cuidan sin tenerla realmente.
Comúnmente extrañamos la salud cuando damos cuenta de que ya no está y que la hemos perdido.
“Su ausencia se convierte entonces en su presencia y es ahí cuando aceptamos su valor”
Para el individuo que padece una enfermedad, sin duda vale mucho.
Es importante reforzar con intuición y estilos de vida que ayuden a mejorar hábitos diarios, que puedan conducir a un nuevo estado de salud integral.
El estudiante, tiene un mejor rendimiento académico cuando cuida su salud que inicia con una alimentación sana, no daña y afecta su organismo con sustancias tóxicas, realiza prácticas de mejora de hábitos, realiza prácticas deportivas, se documenta y estudia para mejorar condiciones de salud e higiene, etc.
La salud no es sólo un asunto individual, sino que implica también a la comunidad y es necesario orientar las tareas educativas reforzando la responsabilidad individual y colectiva inherente a la salud.
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“Trabajar con calidad para alcanzar la Excelencia”