- Celia Cristina Contreras Asturias, directora de la EEE de la UV, impartió la conferencia “La didáctica de la traducción y la neurolingüística”
Karina de la Paz Reyes Díaz
29/09/2021, Xalapa, Ver.- En la neurodidáctica el “error” o desacierto de un estudiante es el mejor amigo del docente, porque es el que permite acceder a aprendizajes significativos, planteó Celia Cristina Contreras Asturias, directora de la Escuela para Estudiantes Extranjeros (EEE) de la Universidad Veracruzana (UV).
La también académica de la Facultad de Idiomas ofreció la conferencia “La didáctica de la traducción y la neurolingüística”, en el marco del Segundo Foro Internacional sobre Estudios de Traducción e Interpretación 2021, que lleva a cabo el cuerpo académico (CA) Lingüística y Traducción, del Instituto de Investigaciones en Educación de la UV.
Contreras Asturias destacó que, como docentes en traducción, es importante formarse en esa área de especialidad; no obstante, en las universidades del país aún no se utiliza a la neurodidáctica, en término metodológico, probablemente la EEE es la única que ha implementado un enfoque neurolingüista para la enseñanza del español como lengua extranjera, subrayó.
“En la didáctica de la traducción debiéramos ya integrar las neurociencias aplicadas a nuestro ejercicio como docentes, en particular la neurodidáctica, la neurociencia cognitiva y la neurolingüística. Integrar también aspectos importantes de la psicología positiva e ir hacia la neurodidáctica de la traducción; considerando además lo que nos dice Ramón Gamo, que también debe ser vista como parte de la pedagogía.”
La académica habló de aspectos básicos como la anatomía del cerebro, las funciones neurolingüísticas que se desarrollan en el hemisferio derecho, hasta temas más amplios en la materia como los sistemas de memorias: a corto y largo plazo, de trabajo, declarativa, emocional, episódica, semántica, procedimental, funcional. También habló del ejecutivo central.
“Nos damos cuenta que hablar del proceso de aprendizaje es hablar de procesos complejos, no depende nada más de la buena condición del cerebro, sino de la buena condición de factores que están a su alrededor”, dijo.
Incluso, “para los neurocientíficos el docente sólo puede hacerse responsable de su enseñanza, porque el aprendizaje es individual y no puede entandarizarse, depende de las condiciones de cada quien”.
Para mejorar los procesos de retención de nuevos conocimientos se requiere motivación; asimismo, todas las habilidades de la memoria funcional necesitan del enfoque y esfuerzo del componente “ejecutivo central” y si éste no realiza su trabajo se produce la falta de atención.
Habló también de las condiciones que bloquean el aprendizaje, tal es el caso del estrés elevado, pánico, miedo y temor, por ello insistió en alejarse de la pedagogía tradicional que “limita y bloquea” las funciones cognitivas del estudiante en su proceso de formación.
A su vez, comentó sobre las condiciones que favorecen el aprendizaje, la primera de ellas son los alimentos para el cerebro: vitaminas, primordialmente las E y B, antioxidantes, aminoácidos y los omegas, sobre todo el 3, mientras que la glucosa debe consumirse de manera moderada.
Hizo hincapié en la relación del sueño y la memoria, porque de nada sirve tener un cerebro bien alimentado si su calidad de sueño no es la adecuada; dos beneficios que citó es que lo prepara para aprender y potencia la formación de la memoria. A ello sumó la importancia de la actividad física, que entre sus tantos beneficios está incrementar la capacidad de concentración y productividad.
También habló de la importancia de la interacción social y el trabajo colaborativo para permitir la liberación de oxitocina, que da mayor seguridad y disminuye los niveles de ansiedad y estrés. “Se nos propone evitar exhibir a un estudiante, en solitario, y más bien invitarlo al trabajo colaborativo, y en los primeros periodos de formación en traducción la idea es que las actividades se hagan en equipo y que las participaciones sean de esa manera”.
Sobre enfoques y métodos didácticos, citó el constructivista y cognoscitivo, introducir el lúdico adaptado y considerar a la neurodidáctica, entre cuyos principios está que sin motivación y emoción no hay aprendizaje.
La conferencia fue moderada por Héctor Libreros Cortez y en respuesta a una serie de preguntas planteadas por el público asistente fue que planteó más sobre el tema: como el cambiar las evaluaciones para que el estudiantado no experimente estrés alto, es más, “dentro de los principios de la neurodidáctica está un cambio de paradigma en la evaluación, ya no debe verse como un control sino como una oportunidad de dar cuenta de un aprendizaje, ya no como un proceso sumativo (para dar una calificación), como lo ve la pedagogía tradicional”.
Las actividades de este foro continúan el jueves 30 de septiembre. Para más información consulte las redes sociales del CA Lingüística y Traducción.
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