- Mariela Nájera, integrante de la agrupación, dijo que en la actualidad este sector no hace nada sin recibir algo a cambio
- Las Patronas recibieron el reconocimiento del público asistente al Foro Académico “Diálogos por la paz”
Claudia Peralta y Carlos Hugo Hermida
Es necesario que los jóvenes se involucren en tareas humanitarias, la mayoría de las personas no realizan labores por los demás sin recibir nada a cambio, por lo que deben romper esa burbuja de confort y trabajar en pro de la sociedad, afirmó Mariela Nájera, integrante del colectivo de mujeres voluntarias Las Patronas, quienes brindan apoyo a migrantes centroamericanos en el municipio de Amatlán de los Reyes, Veracruz.
La joven de 24 años participó en el Foro Académico “Diálogos por la paz” de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2016 el martes 26 de abril, junto con Guadalupe González e Isabel Romero, esta última egresada de la carrera de Psicología de la Universidad Veracruzana (UV) y quien hace tres años se integró a la organización como voluntaria para la atención y ayuda humanitaria a los migrantes.
Las tres encabezaron la conferencia magistral y la presentación del documental Llévate mis amores, que versa sobre la labor que Las Patronas han realizado durante más de 20 años.
El evento fue moderado por Esther Hernández Palacios, directora general de Difusión Cultural de la UV, quien comentó que se esperaba la participación de Norma Romero, vocera del grupo, sin embargo el estado de salud de su madre, “la patrona principal”, se lo impidió.
Mariela Nájera compartió con los asistentes ─estudiantes, académicos y público en general de distintas edades─ que Las Patronas surgieron a raíz de lo que pasó un día en el que su mamá y su tía fueron a la tienda a abastecerse: “Al regresar se les atravesó el tren y mientras esperaban que pasara los migrantes les pidieron el pan y la leche que llevaban en las manos, por lo que a partir de ese momento decidieron tomar cartas en el asunto”.
Mariela era una niña cuando eso sucedió y conforme los años pasaron la labor del grupo de mujeres también fue en aumento. La joven relató que al crecer en ese ambiente éste ahora “es parte de mí, no me cuesta nada hacerlo, lo añadí a mi vida y a las cosas que tenía que hacer”.
Aseveró que en ocasiones sus amigos le preguntan si aún trabaja con Las Patronas, pero “yo nunca lo he considerado un trabajo ya que es algo que me gusta hacer”, declaró la chica.
La joven se conmovió al recordar las muestras de cariño que recibe de las personas al desarrollar esta labor, por lo que subrayó que no se fija metas a largo plazo, pues cada día espera brindar ayuda a los migrantes.
“En un futuro me visualizo desempeñándome en esto, considero que la vida puso este trabajo en mi camino para cambiar las cosas en bien de la sociedad”, enfatizó.
Guadalupe González, una de las primeras integrantes de este grupo de mujeres, también narró su experiencia: “Mi día comienza a las cuatro de la mañana, hora en la que realizo las actividades de mi casa para después asistir al comedor en el que recibimos a los migrantes, que en ocasiones llegan apenas amanece”.
La luchadora social aseveró que le gusta llevar a cabo esta labor, y agregó que es motivador ver que otras personas se involucran en ello y las apoyan con recursos.
“Al darme cuenta que con sólo regalar una botella de agua a un migrante ya hacía algo por alguien, decidí que ello sería parte de mi responsabilidad”, manifestó Guadalupe.
Dijo que la sociedad debería involucrarse en esta problemática que se da a nivel mundial, ya que es algo que nos concierne a todos: “La situación de los migrantes no es exclusiva de México, en toda Europa, por dar un ejemplo, se vive una situación parecida, por lo que cada persona debe poner de su parte en el área que le toca para solucionar esta situación”, concluyó.
Aunque la actividad estuvo contemplada en el programa de la FILU 2016 como una conferencia magistral, el público quiso compartir con las representantes de Las Patronas sus opiniones acerca del trabajo que desarrollan.
Tal fue el caso de Rafael Rojas Colorado, originario de Coatepec, quien les expresó su reconocimiento: “Ustedes representan un oasis para los migrantes, les ayudan a mitigar la sed, el hambre, los dolores físicos y espirituales, si todos actuáramos como ustedes tendríamos una sociedad distinta”.
Finalmente, Esther Hernández Palacios, informó que por instrucciones de la rectora Sara Ladrón de Guevara, en la FILU se ha instalado un centro de acopio en beneficio de los migrantes apoyados por Las Patronas, el cual estará recibiendo donaciones hasta que termine el evento.
Este se encuentra en el pasillo que está entre el acceso principal al Complejo Deportivo Omega y el recinto en el que están instalados los stands de libros.
Las personas que deseen colaborar pueden donar: arroz, frijol, aceite, azúcar, sal, soya, lenteja, bolsas de plásticos limpias (para la comida) o café.
Además de donativos económicos, se recibe cloro, detergente, jabón, ropa, zapatos y artículos de uso personal.
Quienes deseen contactarlas pueden hacerlo a través del correo lapatrona.laesperanza@gmail.com.
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