- Por su labor de divulgación científica
- El investigador de la UNAM, asignado al Instituto de Neuroetología de la UV, formó parte de la primera época de la emblemática revista
David Sandoval Rodríguez
Xalapa, Ver. 30/04/2016.- Por su destacada labor en el campo de la divulgación científica, Carlos Manuel Contreras Pérez, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) asignado al Instituto de Neuroetología de la Universidad Veracruzana (UV), recibió el premio “La Ciencia y El Hombre” 2016.
En el marco de la XXIII Feria Internacional del Libro Universitario (FILU), la emblemática revista de divulgación de la UV realizó una jornada que culminó con la entrega del reconocimiento al profesor e investigador con más de veinte años de trayectoria en Veracruz.
Emocionado por recibir la distinción, Carlos Manuel Contreras destacó la presencia de sus padres, ambos mayores de noventa años. Asimismo, agradeció a sus amigos y colegas, advirtiendo que “vivirá muchos años más”.
Manuel Martínez Morales, director de comunicación de la ciencia de la institución y Marco Tulio Aguilera Garramuño, el primer director de la revista, entregaron la placa conmemorativa al investigador quien posteriormente enfatizó la importancia de la publicación y de contagiar con el ejemplo la pasión por la ciencia.
“Yo participé en la aventura del comienzo de La Ciencia y El Hombre, cuando la editaba Marco Tulio Aguilera, y lo que he visto es un desarrollo de la revista en una proyección que insistí mucho cuando fui funcionario: Tiene que ser una revista que los muchachos carguen, que se abaniquen, que maten moscas y que la lean, creo que eso ya se logró en este formato que ha logrado Manuel Martínez y su grupo de trabajo”, refirió el homenajeado.
“El hecho de recibir este reconocimiento me dice que algo participé en esta aventura y me dice que algo hicimos juntos y aquí estamos contigo”, añadió.
El científico reconoció que hay problemas que enfrenta la ciencia en México, principalmente el financiero: “En ciencia siempre hará falta dinero y actualmente lo faltan son programas estructurados de qué hacer con nuestros mejores muchachos porque no los hay. Algunos llegan a hacer su doctorado de manera brillante, hacen una estancia posdoctoral y no hay un programa de retención para ellos”.
Otra situación que se enfrenta es que los jóvenes ya no hacen tesis, por ello los institutos de investigación están vacíos y es necesario hacer algo pronto para resolverlo, “porque si les damos varias opciones de titulación, por la que menos están optando es por la tesis, en realidad es un problema bastante complejo”.
Esto se relaciona con las expectativas de los jóvenes porque hacer investigación es una tarea “muy dura, no hay jornadas, hay que hacer lo que se debe hacer y hay que dedicarle el tiempo que tiene uno que dedicarle”.
Relató que les comenta a sus alumnos que “el mejor modo de tener éxito en investigación es trabajar con la puerta cerrada por dentro, te pones a trabajar y hasta que terminas, ¿cuándo empieza a trabajar uno? cuándo te levantas, ¿cuándo dejas de trabajar? Cuando terminas, el horario no cuenta, si ese ejemplo se lo ponemos a los muchachos ellos lo van a seguir, ellos son nobles, son buenos, es una especie de simbiosis”.
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