• La investigación de Sugey Aguilar Campos se basó en la detección de la translocación cromosómica 
• Es una alteración genética que impacta de forma negativa en el tratamiento de los infantes con cáncer 

Sugey Aguilar Campos realizó el estudio en una población de niños con leucemia linfoblástica aguda

Claudia Peralta Vázquez 

Foto: Luis Fernando Fernández Carrillo 

26/02/2022, Xalapa, Ver.- Para obtener su título de la Maestría en Laboratorio Clínico de la Universidad Veracruzana (UV), Sugey Aguilar Campos realizó un estudio de detección de la translocación cromosómica en una población de pacientes pediátricos con leucemia linfoblástica aguda, atendidos en el Centro Estatal de Cancerología (Cecan) “Dr. Miguel Dorantes Mesa”. 

“La translocación es una alteración genética en donde una parte de un cromosoma (estructura que alberga al ADN en la célula) se fusiona con otro”, explicó Aguilar Campos. 

Esa translocación o fusión se presenta de manera poco frecuente, pero ocasiona que los niños con cáncer tengan una respuesta deficiente al tratamiento provocando recaídas tempranas, conduciéndolos hacia la muerte en un lapso corto de tiempo. 

Es importante subrayar que el cáncer infantil es un problema de salud pública y una de las principales causas de morbimortalidad en niños y adolescentes. 

En México, con base en el Registro de Cáncer en Niños y Adolescentes (RCNA), en 2019 se notificaron mil 922 casos por parte de instituciones públicas de salud. Del total, 949 (49.4 por ciento) correspondieron a leucemias, mientras que 973 (50.6 por ciento) a tumores sólidos. 

Veracruz encabeza el mayor número de casos con 158 (8.22 por ciento), mientras que Coahuila registró nueve casos (0.46 por ciento). 

Sugey Aguilar, quien labora actualmente en el área de laboratorio del Cecan, ingresó en 2019 a este posgrado ofertado por la Facultad de Química Farmacéutica Biológica (QFB), con la intención de incrementar sus conocimientos, actualizarse y tener un mejor desempeño profesional. 

El objetivo de su tema de tesis fue detectar la translocación cromosómica t(17:19)/TCF3-HLF en este sector proveniente de Xalapa, de diversas regiones de Veracruz y entidades aledañas. 

El estudio de esta alteración es muy importante, dijo, pues existen fármacos que pueden impactar en la sobrevida de los infantes a partir de la detección oportuna de la translocación. 

Luego de comprobar la inexistencia de investigaciones al respecto, entre mayo y julio de 2021 recabó y procesó un total de 48 muestras y, afortunadamente, no detectó el gen en ningún caso. 

“Fue muy afortunado no haberla encontrado, ya que debido a sus características es de muy mal pronóstico, de detectarse a tiempo se le puede brindar al pequeño la oportunidad de un tratamiento alternativo y más adecuado a ese tipo de translocación.” 

En las leucemias, por ejemplo, hay muchos tipos de translocaciones, algunas de buen pronóstico que no requieren de un cambio quimioterapéutico; sin embargo, otras son raras, poco frecuentes y de mal pronóstico. 

La especialista en laboratorio clínico subrayó que el resultado coincide con la literatura, en el sentido de que la translocación se ha hallado en menos del cinco por ciento de la población. 

“Estamos hablando de poblaciones europeas o de países muy desarrollados donde sí se han hecho esos estudios”, expuso la egresada de la Licenciatura de Química Clínica de la UV. 

Derivado de la prevalencia, sugirió aumentar el número de muestras para verificarlo y continuar con su estudio. 

Análisis de cromosomas requiere métodos avanzados 

El estudio de los cromosomas o del código genético requiere de pruebas especializadas que deben realizarse únicamente en un laboratorio de biología molecular. 

Al no haber uno en el Cecan, Sugey Aguilar procesó las 48 muestras por la técnica de RT-PCR (reacción en cadena de la polimerasa) en el Laboratorio de Biología Molecular de la Facultad de QFB, donde se cuenta con el soporte, material y equipos necesarios. 

Para ella, la hematología o el estudio de la sangre y sus enfermedades es una práctica apasionante que aporta cifras de leucocitos, hemoglobina, plaquetas, y tiempos en los procesos de coagulación. 

Al referirse a la conclusión de la investigación, se dijo satisfecha de contribuir en la generación de este conocimiento de gran utilidad para el personal de salud y la comunidad universitaria. 

De esta forma, los médicos oncólogos pueden adoptar ciertas  medidas y otorgar un tratamiento justo y alternativo. 

“Esta maestría representa un logro, una satisfacción, mi pretensión era prepararme y actualizarme para brindar una mejor atención y servicio a los pacientes.” 

Manifestó que no es una labor sencilla cuando se compagina trabajo y estudio, pero finalmente gracias al apoyo de su familia logró alcanzar esta meta. 

También, reconoció el apoyo de Juana Ramírez Aguilera y Clara Elena Yerena Aguilar, académicas de la Facultad de QFB y titulares del trabajo de investigación.