• La descomposición de los recursos orgánicos es fuente de gas metano 

• De acuerdo con la ONU, es elemental su adecuado tratamiento para evitar deterioro del suelo y el aire 

Silvia Guendolay Ramos, bióloga y especialista en legislación sobre residuos

Jorge Vázquez Pacheco 

Fotos: Omar Portilla Palacios 

02/10/2024, Xalapa, Ver.- El inadecuado manejo de los residuos hogareños genera alteraciones en el ambiente y muchos son susceptibles de tratamiento para una disposición final provechosa, indicó Silvia Guendolay Ramos, egresada de la Licenciatura en Biología del Instituto Tecnológico de Boca del Río, quien ofreció una conferencia en la Universidad Veracruzana (UV). 

“Valorizando los recursos orgánicos en el hogar: en busca de la seguridad alimentaria por la salud”, fue el nombre de la conferencia organizada por el Sistema de Atención Integral a la Salud de la Universidad Veracruzana (SAISUV).

A nivel global, las cifras sobre desperdicios son impresionantes

En el evento realizado por Zoom, Guendolay Ramos mostró su análisis en torno de los desechos biológicos y comentó que en su descomposición emiten gas metano, el cual es 25% más potente que el dióxido de carbono y uno de los principales causantes del efecto invernadero, además, su descuido contribuye a la proliferación de fauna nociva. 

“De acuerdo con datos de la ONU, cada año se generan dos mil millones de toneladas de residuos sólidos urbanos (RSU); de ellos, mil 300 millones es comida, lo que representa un tercio de la que se produce en todo el mundo. Tan sólo la cuarta parte de esa comida podría alimentar a 870 millones de personas”, aseveró la certificada en Legislación Ambiental.

En números sobre residuos sólidos urbanos, México no queda atrás

“Los costos de gestión de residuos representan recursos que podrían emplearse para otros fines”, y añadió: “Las medidas sugeridas por la ONU para reducir su impacto global se dieron a conocer en 2015 y sugieren el compostaje como medida fundamental no sólo para tratamiento sino también para aliviar el deterioro del suelo y reducción del efecto invernadero”. 

Enseguida mostró los elementos residuales susceptibles de reciclarse y convertirlos en composta, así como las diversas formas de lograr ese objetivo. Las composteras pueden ser de malla metálica, tambor rotatorio, madera, bidón o contenedor de plástico; deben ubicarse en lugar de fácil acceso y, en verano, bajo sombra. 

Aportó también procedimientos para trituración, activación y control del proceso, e indicó diversas recomendaciones para evitar el desperdicio de elementos. “Los residuos son responsabilidad de quienes los generan”, sentenció de manera contundente.

Ejemplos de las diversas composteras utilizables