Lucero Cruz Porras, Paola Cortés Pérez
Xalapa, Ver., 21/03/2017.- En el marco del Seminario Internacional “La educación en África, Asia y América Latina y el poder de la gente. Problemas comunes, respuestas locales”, celebrado en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) de la Universidad Veracruzana (UV) el miércoles 15 de marzo, se presentó la mesa de diálogo “La educación en América Latina: México, Centroamérica, el Caribe” con la participación de investigadores provenientes de México, Nicaragua y República Dominicana.
Claudia Santizo Rodall, académica de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Cuajimalpa, fue la moderadora de la mesa que comenzó con la intervención de Samana Vergara-Lope Tristán, investigadora de la UV, quien habló de los avances y resultados del proyecto Medición Independiente de Aprendizajes (MIA).
Expuso que este instrumento, que surgió en 2014 en el contexto de los paros magisteriales en Veracruz, ha sido aplicado a muestras representativas de niños y adolescentes dentro de los hogares mexicanos, para medir sus aprendizajes y afrontar problemas de rezago educativo y desigualdad social.
La investigadora resaltó que MIA ha evaluado a más de 18 mil niños; comentó también que con el tiempo el instrumento ha logrado influir positivamente en autoridades locales, directores de escuelas y los padres de familia “al cambiar la lógica e involucrar a la ciudadanía en la cultura del voluntariado para convertirse en un proceso participativo e inclusivo”.
En el mismo sentido, Herman Van de Velde, especialista invitado de Nicaragua, inició su exposición con datos básicos para la ubicación de su país, el más grande en extensión de Centroamérica. El académico compartió la dinámica de trabajo de ÁBACOenRed, una ruta alternativa popular que se ha implementado en aquel país como un replanteamiento de la educación gratuita y en pro de la apertura de alternativas para el estudio. Comentó que ÁBACOenRed ha obtenido resultados importantes como la articulación entre instituciones nacionales y entre estudiantes, docentes y padres.
A partir de la visualización de rutas de calidad y de sus posibilidades de cobertura, se han marcado los ejes de fortalecimiento del proyecto en la búsqueda de superar su reto principal: consolidar alcances metodológicos y construir escenarios propios de calidad, pues “la calidad educativa se construye desde cada contexto, dado que toda relación social es en esencia educativa, y la educación es vida”, añadió.
Por último, Aída Teresa Mencía Ripley, investigadora de la Universidad Iberoamericana de República Dominicana, explicó el propósito de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) con “Leer y Aprender”, un plan de acción para identificar el estado de la educación en el país; así como plantear nuevos esquemas, estrategias y sistemas de educación inclusiva, dirigida a niños y jóvenes procedentes de zonas rurales e indígenas.
“Leer y aprender” parte de la evaluación de estudiantes y docentes para promover la creación de contenidos de enseñanza en función de las características lingüísticas del español en la región, incluir ítems sociales relevantes como el análisis de la violencia basada en género y apoyar de forma personalizada a los niños, según el estado de comprensión lectora que presenten.
El Seminario Internacional –que durante cinco años ha extendido una red de colaboración entre el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), el proyecto MIA, la UV y el organismo People´s Action for Learning (PAL) Network– convocó a voluntarios, estudiantes y académicos de distintas nacionalidades para discutir sobre los problemas comunes que diversos países de Asia, África y América Latina enfrentan en el campo educativo, y analizar el papel de la participación ciudadana en la evaluación y la solución de los mismos.
Sistema educativo debe impulsar la creatividad
Al hacer la relatoría del evento, Felipe Hevia de la Jara, co-director del proyecto MIA, destacó que la diversidad cultural fue una de las condiciones y fortalezas que caracterizó a este seminario, por lo mismo fue complicado elaborar un cierre sistemático, porque fueron muchas las problemáticas y soluciones compartidas.
Enseguida, compartió los cinco puntos a destacar: primero, recordar el panorama histórico, esto es, se debe considerar que hace 50 o 60 años el contexto educativo era terrible, un gran porcentaje de la población mundial era analfabeta y no asistía a la escuela. 100 años atrás, menos del 30 por ciento de la población mundial sabía leer.
“Si analizamos los avances, vemos el esfuerzo sostenido e importante que se ha tenido, por lo tanto tenemos que seguir apoyando como ciudadanos porque falta mucho por hacer.”
Segundo, debe quedar claro que escuela y educación no son sinónimos. Es cierto que no se puede pensar el proceso educativo sin la escuela.
“Lo que buscamos es que todos los niños estén en la escuela aprendiendo, queremos que sean espacios dignos y bonitos, en donde los estudiantes se la pasen bien.”
Tercero, quienes investigan el proceso educativo deben tener claro que no pueden resolver toda la problemática en este rubro, “debemos recordar que hacemos acompañamientos y valoraciones desde nuestras trincheras”.
Cuarto, la capacidad de creatividad debe ser impulsada por el sistema educativo y no coartada. “Una de las cosas más interesantes que nos mostró este seminario, es la capacidad innata que tienen los seres humanos de aprender cosas nuevas todos los días”.
Y quinto, son necesarios más espacios de reflexión que motiven seguir adelante en el desarrollo de proyectos, “está en nuestras manos propiciar cambios desde nuestras trincheras”.
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