- Médicos y enfermeras deben trabajar en conjunto para eliminar estereotipos contra las mujeres
29/11/2017, Boca del Río, Ver.- En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la Coordinación Regional de la Unidad de Género de la Universidad Veracruzana (UV) realizó la conferencia “Violencia obstétrica”, en la que Alicia Márquez Murrieta afirmó que los servicios de salud tienen una mirada de género donde las interacciones están cargadas de estereotipos y relaciones de poder.
La integrante del Instituto de Investigaciones “Dr. José María Luis Mora” compartió sus reflexiones sobre el estudio que su grupo de investigación realizó de 50 notas periodísticas en las que se encontraron 200 casos de violencia obstétrica en Veracruz.
Además afirmó que a través de las notas periodísticas se pretende establecer una ruta de denuncia cuando las mujeres sufren violencia obstétrica. Según su investigación hemerográfica, el 93 por ciento de casos de violencia obstétrica se dieron en instituciones de salud públicas, el tres por ciento en privadas y el cuatro por ciento no tienen referencia.
Ante un nutrido grupo de estudiantes de Medicina y Enfermería, Márquez Murrieta detalló todo el marco normativo que respalda los derechos de las mujeres y que no fueron respetados.
Enunció que organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, el Comité contra la Tortura, la Ley General de Salud, el Código Penal de Veracruz, Chiapas y Guerrero tipifican el delito en sus códigos.
Alicia Márquez mencionó que las prácticas que se contemplan para establecer violencia obstétrica son omitir la atención oportuna y eficaz de emergencias obstétricas, obligar a la mujer a parir en posición supina y con las piernas levantadas, obstaculizar el apego precoz del niño con su madre sin causa médica justificada, practicar el parto por vía cesárea, existiendo condiciones para el parto natural.
Reflexionó acerca de las carencias en los servicios de salud, así como la nula o mínima información a las mujeres embarazadas, aunado a la falta de educación sobre los derechos reproductivos de las mismas.
Cuestionada por los asistentes acerca de la mediatización de los casos presentados, la investigadora coincidió en que los casos de violencia obstétrica deben tener un argumento científico que respalde las versiones presentadas por los involucrados.
Académicos de Medicina y Enfermería coincidieron en la necesidad de educar a la población, rescatar la humanización de la práctica médica y en la denuncia oportuna cuando se registre un caso de violencia obstétrica.
La plática fue presidida por los coordinadores regionales de la Unidad de Género, Ricardo Flores Rodríguez y Mario Constantino Toto, así como por la coordinadora Académica de la Vicerrectoría, Martha Elena Aguirre Serena, y el director de la Facultad de Medicina, Julio César Viñas Dozal.
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