- En los municipios de Papantla, Misantla y Gutiérrez Zamora se han perdido muchas poblaciones silvestres
Karina de la Paz Reyes Díaz
01/02/2018, Xalapa, Ver.- Rebeca Alicia Menchaca García, coordinadora del Orquidario del Centro de Investigaciones Tropicales (Citro) de la Universidad Veracruzana (UV), informó que han identificado que el cambio climático ha mermado la producción de vainilla en zonas que tradicional e históricamente se habían dedicado a tal actividad.
En los municipios de Papantla, Misantla y Gutiérrez Zamora históricamente se cosechaba la vainilla, incluso se dice que desde antes de la llegada de los españoles. “Esto es bastante triste, porque es un cultivo que está arraigado en esa zona, tiene tradición histórica y por cuestiones de cambio climático se perdería”.
Explicó que en el Citro estudian las orquídeas en general, con énfasis en aquéllas amenazadas o en peligro de extinción, pero bajo el criterio del uso; es decir, promueven que las comunidades utilicen estas plantas como un medio para su economía familiar al convertir sus viveros en Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA) ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
“Damos asesoría ante la Semarnat para que den de alta su vivero como una UMA y pueden comercializar legalmente estas especies. Creemos de esa manera disminuimos su saqueo en el campo.”
Una de las especies amenazadas es precisamente la vainilla: “Es increíble que una orquídea de cultivo esté amenazada y enlistada dentro de documentos como la NOM-059-ECOL (de la Semarnat). Esto es porque se han perdido muchas poblaciones silvestres”.
Comentó que todo el cultivo de vainilla partió de unas cuantas plantas, por lo tanto son clones, lo cual les hace susceptibles, pues al ser casi todas iguales genéticamente tienen poca defensa ante plagas, enfermedades y cambio climático. “En este aspecto se ha visto que en las zonas que tradicionalmente era cultivada la vainilla –de los cero a 400 metros sobre el nivel del mar (msnm)– se ha perdido el fruto”.
La científica añadió que se trata de una especie muy cara, pues es necesario invertir en suficiente mano de obra para su cultivo, debido a que el polinizador natural se perdió. Al respecto, comentó que ni siquiera se sabe qué género era, pues no hay investigación suficiente.
Existen varias teorías por las que se busca explicar la pérdida del polinizador natural de la vainilla: una refiere que se confundió con una plaga e intervinieron con plaguicidas; otra, muy probable, sugiere que el bosque que circundaba los cultivos de manera natural también se perdió. “No se sabe la causa, pero sí que desde el siglo XIX no hubo más polinizadores naturales. Después, se descubrió el método de polinización manual (en la Isla La Reunión, Francia)”.
Pero el polinizador natural no es lo único que se ha modificado, “se ha observado últimamente que los cultivos que están a mayor altura sobre el nivel del mar, incluso cerca de Xalapa (mil 400, mil 600 msnm) han tenido mayor éxito. Esto da una oportunidad a algunas zonas, aunque se pierden otras”.
Para la investigadora es lamentable la merma del cultivo en zonas tradicionalmente vainilleras pero, por otro lado, citó que es una oportunidad para otras más, donde es necesario influir y capacitar sobre tal cultivo.
“Tenemos productores que nos reportan floración y producción exitosa en las regiones de Coatepec y la zona alta del municipio de Actopan.”
A manera de conclusión, la investigadora universitaria mencionó que por un lado se trata de un cultivo bien redituado, pues es la segunda especie más cara en el mercado, después del azafrán, tan sólo el año pasado su costo alcanzó los seis mil pesos el kilogramo de vainilla beneficiada y se espera que este año sea aún mayor; por otro, se trata de un cultivo susceptible de desaparecer ante las inclemencias del cambio climático.
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