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Estudiante de Música asistió a la Internationale Sommerakademie Mozarteum

  • Además, realizó un curso en Italian Guitar Campus, en Umbría

 

Fernando en la Wiener Saal de la International Stiftung Mozarteum

 

Karina de la Paz Reyes Díaz

25/08/18, Xalapa, Ver.- Fernando Daniel Escalante Naranjo, estudiante de la Facultad de Música, Opción Guitarra, de la Universidad Veracruzana (UV), asistió por invitación a la Internationale Sommerakademie de la Universität Mozarteum Salzburg, en Austria. El encuentro estuvo centrado en el perfeccionamiento musical y se desarrolló del 17 al 28 de julio; además, del 3 al 7 de agosto asistió al Italian Guitar Campus. Masterclass di Alta Formazione Musicale, en Umbría, Italia.

El joven oriundo del puerto de Veracruz descubrió sus aptitudes musicales en la secundaria, a los 12 años. Eligió la guitarra y en su natal ciudad asistió a una escuela particular para introducirse en este bello arte. Hace cuatro años ingresó a la Facultad de Música de la UV y a partir de este ciclo escolar inició la Licenciatura en Música, Opción Guitarra (paralelamente, cursó hasta el quinto semestre la Licenciatura en Educación Musical y a la fecha se dio de baja temporal).

En entrevista, narró que la guitarrista mexicana Zaira Meneses, quien radica en el extranjero, vino hace aproximadamente un año a la Facultad para impartirles un curso y fue en ese entonces que le externó la invitación. “Al parecer le gustó la manera en que toqué y me invitó al curso de Salzburg”, comentó.

Las fechas fueron favorables para que Fernando también se inscribiera al Italian Guitar Campus. Masterclass di Alta Formazione Musicale, en Umbría, Italia. Mientras en Salzburg los contenidos académicos, la convivencia y socialización se desarrollaron en inglés –idioma que domina a la perfección–, en Umbría fueron mayormente en italiano. Sin bien los primeros días resultaron complicados, paulatinamente supo adaptarse a un idioma con el cual tenía poca familiaridad y no complicó en lo absoluto aprovechar el curso.

Además de las intensas jornadas de trabajo en la Internationale Sommerakademie, Fernando tocó en tres escenarios: como solista en la Wiener Saal, de la International Stiftung Mozarteum, antiguo edificio de la Universidad; en el recital de la clase, en el Kleines Studio, también de la institución; así como en el Schloss Höch, un castillo ubicado en Flachau, pueblo cercano a Salzburg. Todas las actividades como parte de la citada academia de verano.

Su breve pero fructífera estancia en el extranjero (que en cierta medida fue financiada por la Facultad de Música) le permitió revalorar México. “Me enamoré más del país. Europa es muy bello, sobre todo su tradición en las artes, pero llegas a México y ves el entorno, la gente, la comida, todo, y de alguna manera valoras más. También me di cuenta que como país no estamos tan atrás como muchos piensan. Somos una gran potencia y tenemos muchísimo para dar; sin embargo, muchas veces la mentalidad no favorece. En cuanto a la música pienso lo mismo, aquí hay mucho nivel y somos capaces de competir en cualquier lugar del mundo”.

Asimismo, Fernando aprendió mucho en términos musicales; por ejemplo concepciones distintas de la técnica, entre otros rubros que contribuyen para una satisfactoria interpretación del instrumento, incluso recibió elogios por su quehacer musical; por tales motivos, tiene la intención de regresar. “Un maestro me invitó y sí quiero hacerlo para seguir mejorando”, expuso.

Pero este viaje a Europa también acrecentó las reflexiones del universitario en torno a la música. Para él, el más grande desafío es lograr una buena difusión del trabajo que la comunidad desarrolla, toda vez que la calidad musical no se iguala con el público que la recibe. “A veces es un poco difícil hacer un concierto de música clásica porque la gente no lo consume, por eso creo que el trabajo más difícil aquí es hacer público”.

Por otro lado, el universitario destacó la importancia de que los músicos en formación viajen pues en la medida en que lo hagan formarán un criterio y panorama amplio del instrumento al que se dedican. “La música, o por lo menos lo que nosotros estudiamos que es la tradición occidental, viene de Europa y cuando vuelves de un viaje así tu visión es distinta, con ganas de mejorar todo y dar más de lo que das ahora, porque ampliaste el panorama, viste cómo funciona allá”.

El universitario aprovechó para externar su agradecimiento a la institución por apoyarle en todo momento, así como a sus maestros Raúl Reyes y Enrique Velasco.

 

Su estancia en el extranjero le permitió revalorar a México

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