- La UV desarrolló la mesa de análisis “Hacia una nueva reforma a la educación: deliberación pública, incidencia ciudadana y reforma constitucional”
Karina de la Paz Reyes Díaz
06/03/19, Xalapa, Ver.- El Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) de la Universidad Veracruzana (UV), a través del cuerpo académico (CA) Estudios Sociopolíticos, organizó una mesa de análisis sobre la propuesta de reforma educativa del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), que modifica no sólo el ámbito de la educación básica, sino que tiene implicaciones para la inicial, incluso la superior y el posgrado.
La mesa se tituló “Hacia una nueva reforma a la educación: deliberación pública, incidencia ciudadana y reforma constitucional”, y fue coordinada por Ernesto Treviño Ronzón, investigador del IIH-S. Participaron: Pedro Flores Crespo, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ); Gerson Ferra Torres, del CA Políticas Públicas y Evaluación Educativa, de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rébsamen”; Noé Hernández Cortez, del Instituto Tecnológico Superior de Xalapa; así como Elizabeth Ocampo Gómez, del Instituto de Investigaciones en Educación de la UV.
Ernesto Treviño destacó la importancia de la participación de organizaciones no gubernamentales (académicas, sindicales, científicas, incluso empresariales) en la discusión y toma de decisiones públicas en el campo de la educación.
Pedro Flores Crespo habló en calidad de representante del grupo Red, Educación, Derecho (RED), conformado por especialistas, investigadores y sociedad civil, que presentó la iniciativa “MMI: Mantiene, Mejora e Innova”, la cual fue retomada por los partidos políticos Revolucionario Institucional, de la Revolución Democrática, Movimiento Ciudadano y Acción Nacional en el Congreso Federal.
“De acuerdo con la literatura de las políticas educativas, éstas han demostrado ser poco efectivas, no dan los resultados que esperamos o para lo que están hechas. Esto me parece grave porque en la medida que una política educativa no dé resultados, se pierde la posibilidad de que haya desarrollo para las personas y niños.”
El académico de la UAQ presentó el contenido de dos iniciativas no gubernamentales en materia educativa, la propia MMI y el documento “Más allá de los sexenios” de Leonel Zúñiga. Explicó que no se trata de propuestas opuestas a las del presidente de la República, incluso en algunas líneas se complementan. Sin embargo, dijo que si bien la propuesta del Ejecutivo hace énfasis en la desigualdad, deja en el limbo la evaluación para ingreso y la promoción; por otro lado, hace obligatoria la universidad, pero omite la educación inicial (de cero a tres años) y la interculturalidad; pone a las niñez al centro de las políticas, pero desaparece el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).
Entre tanto, Noé Hernández mencionó que cuando se llega al poder, éste se tiene que ejercer a través de política pública y que América Latina es la región del mundo donde más reformas constitucionales se han presentado. Para él, “es muy natural que cuando se hace política pública, el nuevo gobierno trace sus ejes para enfocar los recursos del presupuesto; por otro lado, fija una postura, indudablemente, ideológica”.
El académico del Instituto Tecnológico Superior de Xalapa observó un punto de conciliación con el nuevo gobierno: la preocupación estructural por la desigualdad social. No obstante, criticó que en la reforma educativa deje de lado la evaluación, lo cual sería una evidencia científica; otro de los puntos que sumó fue la ausencia de la educación inicial.
Las 100 universidades
Elizabeth Ocampo se enfocó en la educación superior, no sin antes plantear que tras revisar declaraciones de prensa a la iniciativa de modificación al Artículo 3º constitucional, el proyecto de las 100 Universidades para el Bienestar, y otros temas en torno a las propuestas educativas del gobierno en turno, tiene la sensación de que “hay una vehemente premura política que parece responder a promesas de campaña y trabajar en sentido opuesto a como trabajaron los gobiernos precedentes”.
Es más, “preocupa que dentro de esta premura por mostrar que sí se cumple, que se trata de un gobierno diferente, que construye cercanía y simpatía con los grupos que están desvirtuados, se estén obviando informaciones y datos que ya se tienen construidos”.
Recordó que hay avances y evidencias académicas en instituciones como el INEE, las universidades y la propia Secretaría de Educación Pública (SEP), “resultados e información por la que el país ha pagado, nos ha costado a todos”.
Elizabeth Ocampo subrayó como cierto que la pasada administración “fue nefasta” y que su propuesta de reforma educativa tuvo errores, pero cuestionó si la solución es borrar incluso los logros y empezar de cero.
Habló de la propuesta de las 100 Universidades para el Bienestar, a la par que enlistó los elementos que son necesarios al interior de una universidad para abrir una nueva licenciatura. “El trabajo de fundamentación para la creación de una carrera es tedioso pero necesario”. Es más, remarcó, “no se abren carreras si no se hacen todos estos elementos; no se abre una carrera por moda, sino porque se justifica su pertinencia; no se abren nuevas carreras con base en la demanda estudiantil, ese no es un criterio y nunca lo será, porque entonces preocuparía la empleabilidad”.
La investigadora de la UV dijo que son varias las instancias que deben aprobar una nueva licenciatura; asimismo, toma un año o más elaborar un diseño curricular y la SEP no la aprueba si no cumple con los elementos y etapas de aval.
“Revisar la propuesta de las 100 Universidades alarma porque ya están abiertas la inscripciones a carreras, algunas iniciarán en marzo y otras más adelante; porque no hay información al respecto, el que no estén publicados sus planes de estudio levanta muchos cuestionamientos; cómo están eligiendo carrera los prospectos profesionistas que ingresarán.”
Finalmente, Gerson Ferra citó que es necesario repensar quiénes diseñarán las políticas públicas, quiénes las ejecutarán y quiénes las vivirán, toda vez que “son tres tipos de actores muy distintos”.
Asimismo, el profesor normalista hizo hincapié en la participación de organizaciones civiles y académicas en estos procesos de cambio: “Desde mi punto de vista, me parece que el cambio no sólo está en el Artículo 3º o en la creación de nuevos organismos, mucho menos en la revalorización del magisterio. Me parece que se debe apostar por un cambio de conciencia civil y ética”.
Este ejercicio de reflexión se desarrolló en el Auditorio “Gonzalo Aguirre Beltrán” del IIH-S, el jueves 28 de febrero, convocó a académicos de distintas facultades, estudiantes de licenciatura y posgrado y público en general interesado en el tema.
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