- El trabajo desarrollado por Dulce Rodríguez Morales fue reconocido con el Premio “Arte, Ciencia, Luz”
- Los aportes de esta investigación tuvieron impacto a nivel nacional e internacional
Claudia Peralta Vázquez
12/12/2019, Xalapa, Ver.- Convencida de que la Universidad Veracruzana (UV) ofrece grandes oportunidades a quienes buscan formarse en el área de ciencia básica, Dulce Rodríguez Morales, egresada del Doctorado en Neuroetología, agradeció a la institución la entrega del Premio “Arte, Ciencia, Luz” por su trabajo relacionado con el comportamiento antidepredador de algunos insectos ante la presencia de una especie de arañas.
“En el área donde desarrollo mi labor, afortunadamente encontré un buen espacio que me ofreció esta casa de estudios”, expresó.
El pasado 6 de diciembre, la investigación de Dulce fue premiada junto con otros 15 trabajos recepcionales de licenciatura, especialización y posgrado, en evento realizado en la Sala Anexa de Tlaqná, Centro Cultural.
Intitulado “Comportamiento antidepredador de visitantes florales acechados por arañas Mecaphesa dubia (Thomisidae) en los capítulos florales de Palafoxia lindenii”, este trabajo recepcional fue el mejor del Área Académica de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de esta casa de estudios, en el nivel de doctorado.
La también egresada de la carrera de Biología de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), comentó que en un principio se dedicó al estudio de la polinización, actividad que aún realiza, pero ahora asociada a la ecología del comportamiento.
Por ello, cursó en la UV la Maestría de Neuroetología, disciplina que le ha servido para interpretar los resultados obtenidos, sobre todo cómo actúan sus modelos de estudio, que son insectos y arañas.
En ese posgrado, Dulce se enfocó en el comportamiento de estas últimas, pero después se hizo más preguntas que la llevaron a cursar el doctorado en el mismo instituto, donde realizó este estudio por el cual obtuvo mención honorífica, asesorada por José García Franco, del Instituto de Ecología, A.C. (Inecol); Víctor Rico Gray, del Instituto de Neuroetología, y Dinesh Rao, del Instituto de Biotecnología y Ecología Aplicada (Inbioteca).
Conocedora de que los insectos eran muy eficientes, principalmente en evitar ser capturados por las arañas, el tema de estudio lo eligió porque quería saber cómo éstos respondían a la presencia de las Mecaphesa dubia, y desde diferentes ángulos abarcaron este comportamiento antidepredador.
Explicó que las arañas de la familia Thomisidae viven en las flores y son muy coloridas, cumplen una función de controladores biológicos y de plagas, además ayudan a la producción de plantas.
Una de sus características es el cambio de color en el cuerpo, por eso se intentó analizar si los insectos respondían a esa particularidad.
“Cómo es que las abejas observaban a las arañas en las flores, ya que es complicado tratar de interpretar cómo es el mundo de los insectos.”
La explicación que la investigadora dio sobre lo anterior es que los insectos no identifican el color rojo, pero sí tres longitudes de ondas que son: ultravioleta, azul y verde. Los humanos, por ejemplo, no identificamos el primero.
Esto hace que para ellos el mundo sea diferente pues aprecian otros colores, además de que su agudeza visual es muy pobre. “Ven de forma similar a una persona con miopía”; sin embargo, hay insectos que tienen una mejor visión que otros, pero en el caso de las abejas, ésta es una realidad.
Al subrayar que en México hay un grupo reducido de estudiosos de arañas, aseguró que la importancia de dicho trabajo radica en conocer cómo es que los insectos ven a las Mecaphesa dubia. Dicho análisis lo realizó mediante un modelado visual, un receptor ultravioleta (UV-B).
“Es una buena investigación y aporta mucho a la ciencia, porque vemos cómo los insectos pueden reconocer la forma de las arañas, así como la de otros organismos que habitan las flores, pero en este estudio se vio que sí respondían a la forma de los arácnidos.”
Las arañas se comen a dos gremios de insectos, principalmente, que son: los himenópteros, como las abejas, incluidas algunas avispas; y a los dípteros, entre ellas las moscas.
“Lo que las arañas hacen es esperar a que los insectos lleguen y se acerquen a las flores, y dependiendo del estado de saciedad que tengan van a intentar capturarlos o no, y la eficiencia en la captura es diferente de acuerdo con la respuesta del visitante floral.”
Dulce Rodríguez dijo que el desarrollo de esta investigación, cuya importancia derivó en publicaciones nacionales e internacionales, la llevó a cabo en la playa La Mancha, situada en el municipio de Actopan, pues la Palafoxia lindenii, planta endémica de México, está restringida a las zonas costeras.
Dijo que esta planta es considerada como colonizadora y estabilizadora de dunas (acumulación de arena generada por el viento); cuando crece sobre estos montículos impide el movimiento de la arena, propiciando que otras hierbas se establezcan junto a ella.
Tras observarla por mucho tiempo, detectó la presencia de las arañas y cómo los insectos visitan las flores, así como la respuesta de la Mecaphesa dubia y de otros depredadores.
Destacó que el estudio de arañas es muy importante debido a que forman parte de un sistema ecológico y del equilibrio en la naturaleza.
Hoy en día, Rodríguez Morales realiza una estancia posdoctoral en el Inbioteca, pero expresó: “Estoy orgullosa de ser egresada del Instituto de Neuroetología y de haber obtenido el Premio ‘Arte, Ciencia, Luz’, motivada por Laura Teresa Hernández Salazar, coordinadora del posgrado”.
Indicó que iniciativas de este tipo promueven la difusión de los trabajos, que los investigadores permanezcan activos y con iniciativa para darlos a conocer.
En un corto plazo, la joven se visualiza desarrollando ciencia en la UV, con nuevos aportes hacia esta área de conocimiento.
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