- Alberto Ramírez Martinell, investigador del CIIES de la UV, destacó la importancia de ser disruptivos para crear nuevas formas de enseñanza
- Asincronía, comunidad y autonomía universitaria son los tres ejes de la propuesta generada al interior de la Universidad Veracruzana, planteó
“Hay dos Méxicos, uno híper conectado que está usando videoconferencia e Internet de banda ancha y otro que tiene que salir a la esquina para alcanzar Internet, gastar 20 pesos para recibir un video de mala calidad; esto no lo podemos ignorar y en la medida en que seamos solidarios podremos considerar que se está avanzando”
David Sandoval Rodríguez
16/04/2020, Xalapa, Ver.- La educación en línea no puede pensarse como una traducción de la educación presencial dentro de las plataformas digitales, señaló Alberto Ramírez Martinell, académico e investigador del Centro de Investigación e Innovación en Educación Superior (CIIES) de la Universidad Veracruzana (UV).
El catedrático participó en el encuentro digital, conocido como webinar, “Educación en línea y cultura libre en México”, organizado por Wikimedia México, capítulo mexicano de la Fundación Wikimedia.
Ramírez Martinell consideró que “hay que ser disruptivos, porque si lo que hacemos es traducir la modalidad presencial al contexto virtual vamos a terminar dando clases en Zoom todos los días. Eso es incorrecto, no podemos hacer una traducción de lo presencial, de las actividades propias del aula hacia la virtualidad”.
En tal sentido, recalcó que “tenemos que pensar de otra forma, procurar nuevas literacidades digitales, multimedia y audiovisuales, tenemos que pensar en oportunidades distintas”, añadió.
La educación tiene una tarea pendiente y es la incorporación, en serio, de la virtualidad y ésta será el signo de la nueva normalidad, puntualizó el académico.
Para ello, desde el CIIES se ha trabajado en un modelo educativo orientado por tres ejes: una autonomía digital, una comunidad activa y la asincronía, “con estos tres ejes buscamos implementar un modelo educativo que facilite el acceso, la equidad y la inclusión, estamos hablando de democracia digital”, afirmó.
Recordó que si algún estudiante no tiene acceso a Internet entonces no se ha cumplido como institución educativa y precisó: “Hay dos Méxicos, uno híper conectado que está usando videoconferencia e Internet de banda ancha y otro que tiene que salir a la esquina para alcanzar Internet, gastar 20 pesos para recibir un video de mala calidad; esto no lo podemos ignorar y en la medida en que seamos solidarios podremos considerar que se está avanzando”.
Por ello se necesita instalar un “piso común” en dos sentidos: en el acceso y en los saberes digitales, “esto es lo que tenemos que procurar como instituciones de educación superior”, agregó.
De igual manera, Guadalupe Vadillo Bueno, directora del Bachillerato a Distancia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), subrayó que “ahora todo mundo aprende en línea, lo hace todo el tiempo, porque buscamos algo, recibimos algún contenido, nos interesa y lo consultamos”.
Se debe aspirar no a aprender sino a educar en línea y esto tiene sus particularidades, “debemos ponernos las pilas y hacer lo que necesitemos para que sea una experiencia de aprendizaje cada vez maravillosa para cada estudiante”.
Los modelos que se originaron en la educación en línea se adelantaron a la situación actual de pandemia porque están previendo que seamos muy sensibles a las necesidades e intereses específicos de cada estudiante, que es más complicado en la educación presencial, advirtió la docente.
Por su parte, Diana Mireya Urrutia Anguiano, psicóloga y docente en entornos virtuales, colaboradora en el Servicio Nacional de Bachillerato en Línea de la Secretaría de Educación Pública (SEP), enfatizó que “desde el lugar del docente tenemos la responsabilidad –ahora obligados por la contingencia– de hacer una revisión sobre cómo adecuar los contenidos programáticos a una clase virtual, porque nuestra tarea como docentes es investigar y adecuar los contenidos a una clase en línea”.
En el mismo sentido, la labor con los estudiantes será promover que estén abiertos a la experiencia y a la incorporación de estos recursos educativos.
Urrutia Anguiano consideró que este momento de contingencia ha mostrado que los enfoques tradicionales no están funcionando, “al menos para las necesidades que tenemos hoy; creo que más que un modelo, deben considerarse aspectos como el contexto de los estudiantes; estoy totalmente de acuerdo en las ventajas de la educación asíncrona porque justo nos permite no saturar a los alumnos ni que estén conectados todo el tiempo”.
El evento fue moderado por Alejandro Reyes, de Wikimedia México, y transmitido por Facebook desde el sitio oficial de la organización.
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