• Se desempeñó como académico en la Facultad de Contaduría y Administración y fue merecedor de diversos reconocimientos 
• En marzo del presente año decidió retirarse de su actividad en esta casa de estudios 
• Destacan sus aportes, reconocimientos y su origen que, en suma, lo llevaron a plantearse muchas metas y objetivos 

Entre sus muchas contribuciones, Gilberto López Orozco publicó varios libros, uno de ellos es Modelo de organización híbrida

Claudia Peralta Vázquez 

13/10/2020, Xalapa, Ver.- Después de una trayectoria de 38 años como docente e investigador en la Facultad de Contaduría y Administración (FCA) de la Universidad Veracruzana (UV), Gilberto López Orozco recordó con orgullo y satisfacción sus logros, reconocimientos y origen que lo llevaron a proponerse alcanzar muchas de las metas y objetivos visualizados desde su juventud. 

El merecedor al Premio al Decano 2016, comentó que esto no hubiera sido posible sin el apoyo de la máxima casa de estudios, donde laboró desde el 21 de septiembre de 1981 hasta el 17 de marzo del presente año: “Sin el apoyo de la UV no hubiera podido realizar muchos de los sueños y objetivos que tuve durante mi vida y trayectoria como profesionista y académico”. 

En entrevista Gilberto López Orozco, originario de la cuenca del Papaloapan, municipio de Tlacojalpan, se remontó a su niñez, en la que debido a su condición humilde tuvo que trabajar desde la primaria para poder costear sus estudios y apoyar en los gastos familiares. 

Al lado de su padre, quien fue un agricultor de plátano y caña de azúcar, se dedicó al comercio y a su corta edad él llevaba las cuentas de todo lo vendido en los mercados de Cosamaloapan, Carlos A. Carrillo y Tlacotalpan. 

Para generar más recursos, su mamá preparaba empanadas y él las ofrecía, actividad que compaginaba con la venta de periódico y dulces. 

Más adelante se acomodó como vendedor de muebles y al terminar el propedéutico en Córdoba, regresó y en la misma mueblería lo ascendieron como gerente. 

Todas esas experiencias lo llevaron a decidirse por estudiar la carrera de Contaduría y Administración, periodo durante el cual laboró como becario en la Tesorería de la UV, en el Departamento de Ingresos, hasta terminar la licenciatura. 

Al concluir, esta casa de estudios le brindó la oportunidad de cursar la Maestría en Organización y Métodos en la Universidad Tecnológica de México, pues era uno de los temas importantes para organizar los procesos dentro del sector público. 

Con nostalgia, también recordó las palabras de su padre, quien durante la graduación de la universidad le externó su deseo de que algún día llegara a ser maestro de esa misma Facultad. 

Tiempo más adelante cumplió esa aspiración, en 1981 –en el rectorado de Roberto Bravo Garzón– ingresó como docente de la primera generación de alumnos de la FCA en la región Veracruz, y empezó a labrar una historia de esfuerzo y compromiso. 

“Ser maestro me ha dado muchísimas satisfacciones, tengo muchas cosas de las cuales acordarme”, resaltó. 

Desde entonces, López Orozco ha acumulado muchos reconocimientos, pues además ha impartido innumerables ponencias y estado al frente de maestrías como la de Auditoría de la FCA; así como en evaluaciones de doctorado, en el Instituto de la Contaduría Pública, en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y otras instituciones de educación superior. 

También ha sido impulsor de muchos productos académicos, investigaciones, libros y artículos. Incluso, ha abarcado el área de consultoría dentro de la iniciativa privada, lo cual lo ha fortalecido como persona, profesional y docente. 

Gracias a esta última experiencia podía mostrarles a sus alumnos ejemplos de la vida real; “en muchas ocasiones eso es lo que les falta a muchos profesores, pues al salir del posgrado de inmediato ingresan a la actividad docente”. 

Como profesor, Gilberto López, quien fue integrante del cuerpo académico (CA) Estudios Organizacionales, considera que fue un maestro respetuoso con sus alumnos, siempre dispuesto a transmitir sus conocimientos de forma sencilla y directa, acción por la que se ganó el aprecio y cariño de la mayoría de ellos. 

  Entre su preparación profesional destaca el Doctorado en Ciencias Técnicas, en 2008, por el Instituto Superior Politécnico “José Antonio Echeverría” de La Habana, Cuba. 

Ha publicado dos libros, uno de manera individual: Modelo de organización híbrida, que circula a nivel internacional y es una propuesta sobre un nuevo modelo de organización; y Comunicación y liderazgo, con otros colegas; y en dos más participó como coordinador. 

En coautoría publicó alrededor de 23 capítulos de libros, 18 artículos en diferentes países, e impartió más de 50 conferencias en México, Chile, Cuba, Colombia, entre otros países. 

Durante su trayectoria contribuyó en diversas tareas académicas, entre ellas: elaboración y actualización de planes y programas de estudio, coordinaciones de academia y la creación del Centro de Cómputo de la FCA. 

Además de haber fungido como Secretario de esta entidad académica y promover la actualización tecnológica, en 1997 coordinó el Centro de Apoyo a la Titulación con el objetivo de incrementar la eficiencia terminal. 

En ese periodo se aplicó el primer examen de egreso de la Licenciatura en Contaduría y Administración por el Centro Nacional para la Evaluación de la Educación Superior (Ceneval), medida que favoreció a generaciones anteriores. 

Impulsó la formación docente y de investigación a través del Doctorado en Estudios Organizacionales que también imparte la UAM, y una extensión del Doctorado en Ciencias de la Administración de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pero además fue fundador de la Red de Internacional de Estudios Organizacionales. Es decir, estableció vínculos con otros grupos de investigación de instituciones nacionales y extranjeras. 

Asimismo, desde 2010 conservó el perfil deseable del Programa para el Desarrollo Profesional Docente (Prodep) y el nivel más alto de productividad académica. 

El profesor agradeció a la UV por haberlo acogido desde un principio al darle una beca laboral, pues sin eso no hubiera concluido su licenciatura. “La UV ha jugado un papel muy importante en mi formación y desempeño académico, porque también me dio un trabajo que disfruté muchísimo”, concluyó.