La reunión fue convocada por la Comisión Mexicana de Cooperación con la UNESCO de la Secretaría de Educación Pública

01/12/2020, Xalapa, Ver.- Los coordinadores en México de las Cátedras de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), entre ellos Edgar González Gaudiano, por la Universidad Veracruzana (UV), participaron el pasado 24 de noviembre en una reunión virtual para hacer un recuento del estado de este programa en las diversas instituciones de educación superior en las que se inscriben, así como los retos y desafíos futuros, a 29 años de su creación. 

A convocatoria de la Comisión Mexicana de Cooperación con la UNESCO de la Secretaría de Educación Pública, el evento inició con un mensaje de Peter Wells, jefe del Sector de Educación Superior de la UNESCO en París, en el que destacó la relevancia de la colaboración y la investigación interdisciplinaria y transdisciplinaria en el contexto mundial. 

Wells consideró que aun en las circunstancias actuales, es necesario mantener el intercambio de puntos de vista entre entidades, facultades, estudiantes, docentes e investigadores de diferentes lugares de Latinoamérica, en especial de México, pues sólo de este modo se podrán generar cambios reales en el estado de las cosas. 

Frédéric Vacheron, jefe de la Oficina de la UNESCO en México, recordó que el antecedente del Programa de Cátedras UNESCO se ubica en 1950, en la gestión de Jaime Torres Bodet como Secretario de Relaciones Exteriores, con las Cátedras de Relaciones Internacionales. Desde ese entonces se proponía vincular a la academia de la educación superior con los objetivos de la paz común de cooperación internacional, lo cual muestra la estrecha relación existente entre la educación y la diplomacia. 

El funcionario de la UNESCO en México resaltó que para detonar el desarrollo sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, es fundamental promover la política de Estado en materia de educación superior, ciencia, tecnología e innovación, mediante la atención a diversas condiciones. La primera es reposicionar el papel de la educación superior en la agenda nacional como un bien público que se debe garantizar como un derecho humano universal, también trabajando la convivencia intercultural; en segundo lugar, propiciar una refundación de las universidades que les permita ser un agente de desarrollo y transformación social, y que puedan restablecer vasos comunicantes entre la investigación y la docencia que impulsen la transdisciplinariedad y el diálogo de los saberes. 

En tercer lugar, es menester continuar con la reestructuración del sistema científico nacional, privilegiando la atención de los problemas y necesidades sociales y promoviendo una cultura de la visibilización de la cultura mexicana; y por último, fortalecer la vocación de las cátedras de la UNESCO en México, subrayando su papel como fuente de pensamiento crítico para el desarrollo del conocimiento científico, tecnológico, social, cultural y ambiental.

Luciano Concheiro Bórquez, subsecretario de Educación Superior

Vacheron resaltó, finalmente, que México cuenta con más de 20 cátedras en todos los campos de competencia de la UNESCO, las cuales son una herramienta poderosa para enfrentar los desafíos de la sociedad, que necesita repensar su porvenir en el contexto de la pandemia. 

Después de las conferencias del subsecretario de Educación Superior, Luciano Concheiro Bórquez, “Balance y perspectivas de la educación superior en México”, y de Jocelyne Gacel-Ávila, de la Universidad de Guadalajara, sobre “Internacionalización de la educación superior y ciudadanía global”, se solicitó una breve intervención a cada representante de las 24 Cátedras UNESCO México en torno a las perspectivas sobre las líneas de investigación en la era postcovid-19, hacia la Agenda 2030.

Cátedra UNESCO-UV
Edgar González Gaudiano, coordinador de la Cátedra UNESCO sobre Ciudadanía, Educación y Sustentabilidad del Desarrollo de la UV, destacó la vinculación directa que ésta tiene con dos de los Objetivos de Desarrollo Sustentable de la Agenda 2030: el de Educación y el de Acción climática. Dijo que además de estos temas centrales, la cátedra abarca una gran diversidad de temáticas que se encuentran dispersas en otros objetivos que tienen que ver, por ejemplo, con los sistemas agroalimentarios o la gestión del riesgo, la vulnerabilidad social, o la resiliencia frente a contingencias ambientales extremas. 

González Gaudiano explicó que la Cátedra UNESCO de la UV está integrada por un comité académico asesor de seis miembros, aparte de él, que define un programa anual de trabajo que, a su vez, es presentado a un comité de la institución que coordina todo el conjunto de Cátedras de Excelencia de la UV, para gestionar financiamiento destinado al desarrollo de las actividades. 

Dijo que este año, dadas las condiciones de confinamiento por la contingencia sanitaria, el programa se modificó y algunas actividades se lograron realizar a través de recursos de comunicación a distancia. Se ha hecho un trabajo constante en la difusión de asuntos de interés a través de las redes sociales y el sitio electrónico de la cátedra; además, los miembros del Grupo de Trabajo Académico han participado en actividades relativas a los asuntos de la misma.

Edgar González Gaudiano, coordinador de la Cátedra UNESCO sobre Ciudadanía, Educación y Sustentabilidad del Desarrollo de la UV

En este caso se inscribe, por ejemplo, la colaboración de González Gaudiano en un dossier sobre educación frente a la pandemia, elaborado por el Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la Universidad Nacional Autónoma de México, a través de la revista Perfiles educativos. También participó como editor invitado de un número especial temático de la Revista Mexicana de Investigación, dedicado a educación y comunicación para el cambio climático. Aunque este número fue convocado meses antes de la pandemia, algunos de los 14 trabajos que integraron el ejemplar incluyeron reflexiones sobre el cambio climático y la educación para el cambio climático y la pandemia. 

“En el marco del fenómeno que estamos viviendo reconocemos que ha habido una coyuntura, un quiebre muy drástico entre todas las actividades de la Universidad, no sólo en la cátedra. Las prioridades son otras, pero la contingencia domina más que nunca en nuestras vidas al dislocarse la estructura normativa en la que solíamos movernos. La pandemia de Covid-19 ha sido imprevista por su magnitud e intensidad, y por ello con desenlaces devastadores. Pero también se sabe que no será el único virus o microbio que nos afecte en el corto, mediano y largo plazo. En cambio, el fenómeno del cambio climático ha sido la crónica de un peligro anunciado, y aunque ha mantenido una secuencia incremental, nadie sabe cuándo van a ocurrir transiciones abruptas, porque la atmósfera no tiende a ajustarse a variaciones lineales”, expresó. 

González Gaudiano dijo que lo que ahora interesa destacar a través de las actividades que impulsa la cátedra “es la semejanza tan fuerte que existe ente ambos fenómenos que han afectado, que afectan y afectarán a numerosos ámbitos de la vida social con impactos visibles e inimaginables; y aunque están respaldados por la formación científica, ésta ha sido desdeñada por los tomadores de decisiones de políticas públicas con respuestas equis y muy costosas”. 

Debido a lo anterior, en la cátedra procuramos identificar y señalar algunas semejanzas entre este tipo de fenómenos (la salud humana y el cambio climático), y en participar, crear más conciencia en lo que refiere a la educación para el cambio climático, en el marco de la pandemia que nos encontramos. 

En octubre de 2018 se realizó la más reciente reunión de Cátedras UNESCO de México, convocada por la Universidad de la Américas de Puebla y la Cátedra de Riesgos Meteorológicos, con el objetivo de impulsar propuestas articuladas desde las cátedras mexicanas para el logro de los objetivos de la Agenda 2030, establecida por la Organización de las Naciones Unidas en 2015. La oficina de la UNESCO en México consideró que los resultados de esa reunión fueron significativos y requieren de seguimiento. 

La reunión del pasado 24 de noviembre había sido convocada para marzo de 2020 de manera presencial, pero al presentarse la contingencia se pospuso hasta esta fecha, en que hubo que realizarla de forma virtual. En el evento se plantearon algunas posibilidades de colaboración que habrán de estudiarse y concretarse en los próximos meses.