- Verónica Méndez Andrade, de la Facultad de Historia, realizó investigación sobre la formación de docentes de primaria en la época del Porfiriato
- “En este trabajo se aprecian los cambios e innovaciones que sufrieron los planes de estudios para la formación de los educadores y la forma en que contribuyeron a su práctica pedagógica”
Karina de la Paz Reyes Díaz
08/03/2021, Xalapa, Ver- Verónica Méndez Andrade desarrolló la tesis “La nueva práctica pedagógica: los planes de estudios de la Escuela Normal Primaria de Xalapa y su influencia en las escuelas formadoras de docentes, 1886-1910”, para obtener el grado de Licenciada en Historia por la Universidad Veracruzana (UV), y lo logró con mención honorífica.
Su investigación le permite sostener que “con la Escuela Normal Primaria de Xalapa, con la innovación de sus planes de estudio, con el semillero de profesores egresados, con la reforma educativa liberal, el estado de Veracruz fue y ha sido un faro de luz para el país en cuestiones educativas”.
Es más, “en este trabajo se aprecian los cambios e innovaciones que sufrieron los planes de estudios para la formación de los educadores y la forma en que contribuyeron a su práctica pedagógica; Xalapa fue un espacio que lideró profesores, quienes revolucionaron la forma de enseñar en México y en una temporalidad que marca el inicio de la pedagogía moderna para este país”.
La defensa de la tesis, cuya dirección estuvo a cargo de la profesora-investigadora Ana María del Socorro García García, fue virtual, el 25 de febrero, y se desarrolló en la Línea de Generación y Aplicación del Conocimiento “Historia de la educación en Veracruz 1880-1950 de la Facultad de Historia”.
Cabe decir que Verónica Méndez realizó una investigación interdisciplinaria, en la que unió, con la guía de García García, historia y pedagogía, siendo ésta su primera carrera profesional.
Ella ingresó en 2015 a Pedagogía en el Sistema Enseñanza Abierta (SEA) de la UV, pues consideró que tal disciplina “abre la oportunidad no sólo de formar docentes, sino de conocer cómo se forman los planes de estudios, los distintos enfoques de enseñanza y aprendizaje; además, se divide en las áreas: administrativa, comunitaria, orientación vocacional y tecnologías educativas”.
En 2016 hizo lo propio con el programa educativo de Historia, pues siempre tuvo la idea de estudiar dos licenciaturas del Área Académica de Humanidades, lo cual fue posible, así como investigar un tema relacionado con ambas disciplinas.
Por iniciativa de su directora de tesis, rememoró, en una ocasión asistió al Archivo de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rébsamen”, y en la revisión de los expedientes identificó algunas de las boletas de calificaciones de estudiantes normalistas del Porfiriato, de ello llamó su atención que llevaran a la práctica lo aprendido, no sólo se quedaban en lo teórico.
Ante el hallazgo le surgieron varias interrogantes, sobre la nueva práctica pedagógica que se implementó, a partir de los planes de estudio; las modificaciones que éstos sufrieron; las consideradas principales asignaturas y la forma en que se enseñaba; los principales recursos didácticos que se emplearon y la influencia que tuvieron en otras escuelas formadoras de docentes en el país.
Hipótesis confirmada
De esto y más habla en su trabajo de investigación, cuya hipótesis fue confirmada: “En el Porfiriato se buscó establecer un sistema educativo nacional, federal, uniforme, homogéneo, racional, laico y controlado únicamente por el Estado.
”Se siguió el ejemplo de los países europeos y como principales premisas del discurso positivista fueron el orden y el progreso. Con la inclusión de la pedagogía moderna en la práctica educativa en México se proporcionó al estudiante una educación científica, humanística, física, manual y artística, es decir, una formación armónica, la cual otorgó la cientificidad a la profesionalización docente, de esta forma el Estado mexicano ejerció un control sobre la sociedad.”
Para ella, la Escuela Normal Primaria de Xalapa fue una institución educativa pionera en el país al revolucionar el método de enseñanza y semillero de educadores que difundieron los nuevos principios pedagógicos en la entidad, y en el resto del país tuvo un impacto principalmente en las escuelas formadoras de docentes.
Es más, detalló que desde la formación y modificación de los planes de estudios de la Escuela Normal Primaria en Xalapa de 1886-1910, se destacaron los cursos de: pedagogía, higiene escolar, dibujo, gimnasia, instrucción cívica, trabajos manuales, ejercicios militares fundamentales para la formación de los individuos, y los cambios que hubo en la currícula a partir de la inclusión de las mujeres en la Escuela Normal Primaria.
Hay escasa investigación al respecto
Al preguntarle qué considera lo más significativo de su investigación, comentó que si bien son diversos los estudios acerca de la fundación de la Escuela Normal Primaria de Xalapa (ubicada en la calle Manuel Gutiérrez Zamora y donde actualmente se encuentra la Escuela Primaria “Enrique C. Rébsamen”), “las investigaciones que rescatan los planes de estudios en el periodo del Porfiriato son escasas, no destacan cómo fue que se conformaron y cómo se aplicaron los planes de estudios tanto en la Normal de Xalapa como en las escuelas primarias”.
En tanto, en su investigación “se señalan los cambios, modificaciones e innovaciones que realizó Rébsamen con la influencia de la enseñanza objetiva en la formación de los profesores, bajo la dimensión pedagógica, científica y práctica”.
Además, habla de las trayectorias de egresados, quienes intervinieron en la formación de escuelas primarias y normales de estados como Jalisco, Guanajuato y Oaxaca.
Destacó que en 1889 se incorporó la primera mujer normalista, Genoveva Cortés, y la inspectora de orden, Miss Harriet C. Fay, profesora de inglés y gimnasia; fue así como la Escuela Normal Primaria de Xalapa adoptó el sistema mixto”.
Precisó también que el discurso de los pedagogos que forjaron y abrieron el camino hacia una nueva pedagogía, entre ellos Enrique Laubscher y Enrique C. Rébsamen (quienes a partir de su formación escolar realizada en Europa compararon el modelo educativo con el de México), tuvo el apoyo de los gobernadores Apolinar Castillo, Juan Enríquez y Teodoro A. Dehesa.
Finalmente, aprovechó la ocasión para agradecer a sus lectoras, las académicas: Yovana Celaya Nández, Julieta Arcos Chigo y María del Rosario Juan Mendoza; también al académico Pablo Martínez Carmona, por sus sugerencias a la mejora de la tesis, y al colega de éste, Paulo César López Romero, por el apoyo brindado durante su servicio social en el Museo Casa de Xalapa.
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