- La funeraria prehispánica en el Montículo 2 de El Zapotal, Veracruz, es el título de la obra de Jaime Ortega Guevara
- Participaron Yamile de la Cruz Lira López, Margarita Meza Manzanilla y el autor
Claudia Peralta Vázquez
22/05/2021, Xalapa.- La Feria Internacional de Libro Universitario (FILU) Virtual 2021 albergó el jueves 20 de mayo la presentación del libro La funeraria prehispánica en el Montículo 2 de El Zapotal, Veracruz, de Jaime Ortega Guevara, investigador del Instituto de Antropología (IA) de la Universidad Veracruzana (UV).
La obra, publicada por la Editorial UV, está basada en una investigación realizada en la región conocida como la Mixtequilla, localizada entre los ríos Blanco y Papaloapan en el municipio Ignacio de la Llave, muy cerca del Cerro de las Mesas.
En la presentación transmitida por Facebook Live y moderada por Germán Martínez Aceves, coordinador de la FILU, Jaime Ortega destacó que se trata de la primera publicación sobre este sitio tan importante, trabajo al cual espera darle continuidad a partir de los archivos técnicos y fotográficos del Instituto de Antropología, con el fin de conocer realmente la función de ese montículo.
Yamile de la Cruz Lira López, directora del Instituto de Antropología, catalogó la obra como un reflejo de la historia de la arqueología en la UV y en el estado de Veracruz, pues muestra hallazgos únicos no comparables con otros en México ni a nivel internacional.
Además, establece cómo a partir de la destrucción del sitio se realizó un rescate y éste se convirtió en un proyecto arqueológico. “La información contenida en el libro es única en el sentido de los descubrimientos y trabajos arqueológicos, en otra parte del mundo no hay exploraciones de este tipo”.
Dijo que durante mucho tiempo Ortega Guevara ha formado parte de un núcleo básico de antropólogos y arqueólogos que iniciaron el intenso trabajo de arqueología al interior del IA.
“Estudió en la Escuela Nacional de Antropología, y en 1957 se incorporó al Instituto de Antropología de la UV, creado por Alfonso Medellín Zenil, en coordinación con el Museo de Antropología de Xalapa (MAX) y la Facultad de Antropología.”
Fue una época importante de la investigación antropológica en Veracruz que reunió estudios intensos en campo, exploraciones y nuevos descubrimientos. “Con esta información se fue conformando el MAX”, subrayó.
A lo largo de toda su trayectoria como investigador en el IA, Jaime Ortega colaboró en todas las exploraciones realizadas por Alfonso Medellín y Manuel Torres, este último encargado de las investigaciones en El Zapotal.
Asimismo, tiene una obra relevante relacionada con los entierros encontrados en la zona arqueológica El Tajín, en los años ochenta y noventa.
Se refirió al Mictlantecuhtli, obra de arte asignada a la cultura totonaca y símbolo de la región, cuyo descubrimiento está relacionado con alrededor de 229 enterramientos, entre ellos el de las “cihuas”, mujeres muertas en el parto.
También destacó el tipo de deformación craneana muy específico de la zona de la Mixtequilla y de esas excavaciones de El Zapotal, específicamente, en el Montículo 2.
Por tanto, señaló que el libro dividido en 15 capítulos refleja toda la sistematización de una investigación caracterizada por la exploración de los entierros e interdisciplinariedad.
“Se reflejan los trabajos e investigaciones que hablan sobre la iconografía, cosmovisión de los antiguos pobladores, entierros, excavaciones arqueológicas, cómo se encontraron y fueron estudiándose a nivel metodológico.
”Es un libro que debería ser obligatorio en la docencia y para muchos investigadores que se encargan de la investigación arqueológica en esta zona de la Mixtequilla.”
En su intervención, Margarita Meza Manzanilla, también investigadora del IA, resaltó el significado del libro en su vida profesional, pues a su llegada a este instituto –hace dos años– su proyecto lo basó en el proceso biocultural de las personas enterradas en El Zapotal, un sitio del cual poco se había descrito y publicado.
Al presentárselo a Jaime Ortega recordó que no sólo aprobó cada uno de los propósitos plasmados en el documento, sino que le dio gusto la posibilidad de volver a encontrarse cara a cara con esos restos óseos excavados por ellos en la década de los setenta, que dieron constancia de las personas que habitaron hace más de mil años en el estado de Veracruz.
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