• “Mujeres toman La Palabra”, fue el tema del conversatorio realizado el miércoles 2 de marzo
• Participaron Paola Cordero Román, Yareli Rivera García y Melina Jurado Azuara

Alumnas de la MECC-UV participaron en el conversatorio “Mujeres toman La Palabra”

Claudia Peralta Vázquez

Foto: Omar Portilla Palacios

04/03/2022, Xalapa, Ver.- “Lo difícil es entender todos los feminismos existentes, y cómo cada quien lo vive desde el arte, la literatura, posiciones académicas, etcétera”, enfatizó Melina Jurado Azuara durante su participación en el conversatorio “Mujeres toman La Palabra”.

Paola Cordero Román, Yareli Rivera García y Melina Jurado Azuara, alumnas de la sexta generación de la Maestría en Estudios de la Cultura y la Comunicación (MECC) de la Universidad Veracruzana (UV), reflexionaron en torno al contenido de la Revista La Palabra y el Hombre, cuyo número doble (57 y 58) está dedicado a los feminismos.

Esto, como parte de las jornadas “Mujeres: el poder de La Palabra. Conversatorios de feminismo, arte y sociedad”, que se realizan de forma híbrida -concluyen este 4 de marzo-, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.

Carolina Rossainz Méndez moderó el conversatorio “Mujeres toman La Palabra”, en el que las estudiantes del posgrado adscrito al Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación (CECC) dialogaron en torno a la necesidad de abordar el tema a través de una de las revistas más longevas de la UV.

También, sobre el impacto de cada uno de los textos, el concepto de feminismos, y el hecho de continuar con el nombre actual del ejemplar, el cual ha desatado polémica entre los lectores al ser considerado “machista”.

Precisamente, en su intervención Paola Cordero Román se refirió al debate surgido en redes sociales entre la comunidad académica y público en general, alrededor de esta construcción lingüística.

Para la joven egresada de la Facultad de Letras Españolas, lo primero es cuestionarse qué puede ofrecer una revista con ese nombre acerca de feminismos.

Por ello, recomendó a las feministas y al público en general la lectura de la publicación, por la gran variedad de posturas de mujeres, académicas y estudiantes de la UV que externan sus posicionamientos.

Un ejemplo de lo anterior es el texto de Diana Luz Sánchez, quien aborda la problemática de cómo traducir un texto no desde un lenguaje inclusivo, sino desde la perspectiva de género.

Por su parte, Yareli Rivera García expuso la importancia de incluir el tema en esta revista, pues a partir de la incomodidad generada por las expresiones femeninas se abren muchos diálogos y aspectos por abordar.

A través de los textos logró encontrar afinidad con otras voces, con mujeres, discursos e historias que deben ser contadas.

En este sentido, se refirió al texto “Mujeres escribiendo historias”, cuyo mensaje central es escribir para resistir.

“Festejo que, si escribir es resistir y la oportunidad de ser libres, me encontré con 27 mujeres haciendo libres las historias de otras mujeres.”

En tanto, Melina Jurado manifestó su agrado por el contenido de La Palabra y el Hombre al reunir diferentes posturas e historias de feminismos y sus definiciones, entre ellas: como un movimiento social amplio y complejo, que busca el derecho a una ciudadanía plena; proceso de democratización; estado mental; proyecto libertario; y transformación desde abajo.

También, dijo, destaca la relevancia por discutir los feminismos en las universidades y el papel que juegan los medios de comunicación en la violencia contra las mujeres, así como en la construcción de las identidades femeninas.

En general, los textos despertaron su interés por cuestionarse muchas cosas. “Lo difícil es entender todos los feminismos existentes, y cómo cada quien lo vive desde el arte, la literatura, posiciones académicas, etcétera”.

Durante el foro, transmitido a través de la página de Facebook del CECC-UV, las participantes coincidieron en celebrar el abordaje del tema, en el marco del 65 aniversario de La Palabra y el Hombre, ante la necesidad de profundizar al respecto.

Sin embargo, no basta con promoverlo, sino llevarlo a las mesas de discusión y debate, donde pueda reflexionarse y replantearse la importancia de abordar otros diálogos pendientes. También, hacer visibles las voces femeninas en distintos espacios universitarios.