- Seis equipos participaron en concurso en la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Veracruzana
- El equipo Kokún resultó ganador con un puente de ocho kilos que resiste más de 90 kilogramos y tiene un costo aproximado de 600 pesos
David Sandoval Rodríguez
22/11/18, Xalapa, Ver.- Estudiantes de la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Veracruzana (UV) concursaron en la construcción de un puente ligero, de fácil ensamble y transporte para atender a población en zonas inundadas.
El académico Rabindranarth Romero López, quien imparte la experiencia educativa (EE) Hidráulica Básica, organizó este concurso en el que se propone una situación hipotética de una inundación que no permite el paso de personas, para ello se requiere la construcción de un puente ligero, resistente y fácil de armar que debe ser realizado por los estudiantes, quienes lo cruzan para probarlo en el momento.
El concurso tiene tres momentos: la colocación de los apoyos para los puentes con una distancia intermedia de tres metros; el pesaje de los puentes y la medición de su volumen; y el armado. Posteriormente todos los miembros del equipo deben cruzarlo, explicó el académico.
“La idea es que los estudiantes apliquen los conocimientos que aprenden en la Facultad y los relacionen con otro tipo de conocimientos a través de un proyecto integral y lúdico en el que aprenden”, puntualizó.
El jurado está integrado por profesores de otras EE, quienes evalúan tres parámetros: volumen, peso y tiempo de armado. Resaltaron la importancia de que los alumnos tengan las habilidades de proponer y crear.
“Fomentar en ellos la creatividad es algo necesario, sobre todo en su formación, porque es algo necesario y son pocas las oportunidades para desarrollarla libremente”, explicó Juan Carlos Ramírez Muñoz, catedrático de Hidráulica Básica, Hidrología y Máquinas Hidráulicas.
El objetivo del tipo de estructura que se les propuso es que sea armable en poco tiempo, que sea ligera y con poco volumen para su fácil transportación, agregó.
Los proyectos dan a los jóvenes la oportunidad de demostrar lo que son más allá de un examen, planteó, Guillermo Fox Rivera, académico que imparte las EE Física y Geometría.
“La creatividad sale a relucir y es muy importante en una carrera como Ingeniería; por otro lado, se les recuerda que cuando egresen de la licenciatura tendrán que resolver problemas que no se basan en un modelo estudiado, sino en lo que tendrán que resolver con los recursos que tengan en ese momento.”
Fox Rivera refirió que cada semestre realiza un concurso similar para prototipos en la EE Física, “en este caso los tengo que analizar con otra óptica y ver quién es el mejor”.
En el mismo sentido, Ce Tochtli Méndez Ramírez, académico que imparte las EE Perimetría y Altimetría, Introducción a la Construcción, y Proyecto Final, recalcó: “Siempre será importante para los jóvenes conocer los puntos de vista no sólo de su profesor, también que otros académicos puedan hacer comentarios sobre su trabajo; profesiones como las ingenierías requieren una comunicación hacia otras personas en diferentes estratos y en diferentes niveles académicos”.
Como jurado, lo que consideró importante fue la inventiva y su capacidad de expresión en otros escenarios, no solamente el académico, donde reciben una nota; “al final recibirán una evaluación, pero lo importante es que puedan comunicar su propuesta”, afirmó.
Kokún, el equipo ganador: aliviado y satisfecho
Con ocho kilogramos de peso, 29.16 centímetros cúbicos de volumen y 11 minutos en su tiempo de armado, el equipo Kokún se hizo ganador del primer lugar con un puente de madera fijado por tornillos.
Los integrantes del equipo explicaron que hubo varias ideas y propuestas, sabían que debían seguir un patrón de puente.
“Yo me inspiré en dos cosas: en puentes que se utilizaron en la Primera y Segunda Guerra Mundial, y en una mesa plegable, de ahí surgió la inspiración y después se trabajaron las ideas a lápiz y sus dimensiones”, explicó Roberto Antonio Landa López.
Posteriormente realizaron los planos en Autocad y los cálculos sobre volumen y peso para aligerarlo, tomando en cuenta los pesos corporales de los integrantes del equipo, este trabajo les llevó tres semanas desde que inició el proyecto hasta su realización.
“A la hora del armado hubo cosas que nos hicieron falta y otras quedaron sobrando, podíamos haber cruzado con menos miedo porque se tambaleaba, pero fue una decisión que tomamos en el momento para acortar el tiempo”, dijo Angélica María Olmedo Jiménez.
Daniel Santiago Méndez Hernández comentó: “Al ver que otros equipos estaban terminando, nos pusimos nerviosos pero le echamos más ganas”.
Entre todos los miembros del equipo eligieron los materiales y elaboraron las piezas, considerando la resistencia de los tornillos y las dimensiones de los elementos de madera que tuvieron un costo de 600 pesos, que cubrieron todos los integrantes.
Diana Isabel Huesca Díaz recordó que “en los años veinte unos ingenieros hicieron un puente con troncos de madera y se basaron en la figura del triángulo que representa fuerza, sostiene cargas y distribuye el peso”.
Justamente a la mitad se genera la mayor carga, es también el momento máximo de tensión y es donde tuvieron que concentrar esfuerzos, explicó el equipo.
Con relación al primer lugar, Landa López dijo que es como liberarse de una carga, “no sólo porque estamos bajo mucha presión pues no solamente es esta materia; una hora antes tenía examen y salí con mucha presión. Te dicen que eres el ganador y tienes un momento de euforia porque tú diseñaste el puente y elegiste el prototipo”.
En el mismo sentido, Olmedo Jiménez refirió: “Después de muchos nervios estoy muy contenta pues había varias materias que evaluar, por lo que no teníamos el tiempo necesario, no practicamos y no supimos cómo saldría. Cuando iba cruzando el puente mi corazón latía muy rápido porque sentía nervios, pero estamos muy contentos porque se cumplió el objetivo”.
Para Diana Huesca el premio significa una satisfacción muy positiva “porque es una EE menos y lo que importa es la actitud y las ganas de querer hacer las cosas, si eres positivo podrás resolverlas con mucho éxito”.
Daniel Méndez recordó que era importante también la organización. “Primero lo armamos entre mi compañero Roberto y yo, tardamos una hora y media; como equipo nos pusimos de acuerdo en lo que teníamos que hacer, pero nos pusimos nerviosos al ver que otros estaban terminando y tomamos decisiones en ese momento, por ello estoy muy feliz de haber ganado”.
Ángel Daniel Arias Argüelles expresó: “Es un alivio porque desde que el profesor planteó el proyecto empiezan a surgir las preguntas sobre qué vamos a hacer, qué dirección tomar y cuando cumplimos el reto vemos que planteamos todo bien. Cuando lo estaba armando, temblaba de los nervios y al cruzar mucho más. Es un gran alivio y mejor aún que ganamos”.
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