- “El colonialismo fue la primera pandemia de la modernidad”, opinó el sociólogo portugués
- Impartió la charla “Desafíos del pensamiento crítico en la post-pandemia”, a invitación de la Cooperativa de Educadores e Investigadores Populares Histórica
Claudia Peralta Vazquez
15/06/2020, Xalapa, Ver.- A lo largo de la historia siempre ha habido pandemias, pero el coronavirus (Covid-19) es la primera de la globalización, es una crisis distinta a las demás, expresó el sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos, al impartir la ponencia “Desafíos del pensamiento crítico en la post-pandemia”.
Durante la transmisión en vivo en YouTube del Foro “Otras voces en educación”, en el que participó el pasado miércoles 10 de junio a invitación de la Cooperativa de Educadores e Investigadores Populares Histórica (CEIP Histórica), el escritor, filósofo y catedrático jubilado de la Universidad de Coímbra, señaló que normalmente, en los grandes momentos de la historia de la humanidad, casi siempre surgen tres preguntas importantes: ¿de dónde venimos?, ¿dónde estamos? y ¿para dónde vamos?
Estos cuestionamientos son particulares de todos los países y de alguna manera son normales porque el siglo XXI apenas empieza, y generalmente cada periodo inicia con un evento o acontecimiento que lo marcará para siempre.
Por ejemplo, en Europa el impacto del colonialismo inició en el siglo XIX con la Revolución Industrial de 1830; el siglo XX, con la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa. A su juicio, el siglo XXI no inició con la crisis financiera global de 2008, sino con el coronavirus, la primera pandemia de la globalización.
“A la gripe española de 1918 le llevó dos años extenderse por todo el mundo, al coronavirus le bastaron tres meses.”
Aunque la historia es larga y las temporalidades distintas, explicó que el coronavirus se presenta como un poder insidioso e invencible que obliga a la humanidad a ocultarse y confinarse. “Es impredecible y demasiado poderoso para que podamos de un momento a otro y con nuestros instrumentos neutralizarlo”.
Al comparar la situación que hoy en día enfrentamos, De Sousa Santos se refirió a la de los pueblos indígenas del continente norteamericano a inicios del siglo XVI, quienes seguramente pensaron que el poder de los colonizadores era como el de un virus; es decir, incontrolable, pues no podían luchar directamente contra ellos y su única alternativa fue esconderse y huir.
Lo mismo ocurría con los esclavos que escaparon de sus represores que los controlaban y obligaban a vivir una especie de cuarentena.
“El colonialismo fue la primera pandemia de la modernidad, y no hay vacuna contra ella”, afirmó el Doctor en Sociología del Derecho por la Universidad de Yale, al lamentar que aún haya racismo, expulsión de campesinos y de pueblos indígenas.
En la ponencia hizo alusión a la muerte de George Floyd, ocurrida el 25 de mayo de este año, en Minneapolis, Minnesota, Estados Unidos, ocasionada por cuatro policías locales. Sin embargo, algo similar también ocurre a diario en América Latina, en países como Brasil, Argentina, Chile y Colombia.
En una segunda reflexión correspondiente a otra temporalidad llamada neoliberalismo, manifestó que ésta obliga a la sociedad a quedarse en una cuarentena ofensiva, mientras que el capitalismo la encierra en otra donde ya no hay alternativa.
“La sociedad es capitalista, colonialista y patriarcal para siempre, es la ausencia total de alternativa.”
Tan sólo, la cuarentena de los indígenas y esclavos era defensiva, pero ésta es ofensiva porque no deja a la humanidad salir y buscar una alternativa social, subrayó.
“Es así que el coronavirus ocurre dentro de estas pandemias, y en el caso del neoliberalismo quizá pueda ayudar a pensar en una vacuna, pero no para curar el nuevo virus sino para curarnos de la idea de que no hay alternativa para el capitalismo, colonialismo y patriarcado.”
Boaventura de Sousa añadió que la actual contingencia deja ver todas las desigualdades del mundo, ya que las víctimas principales corresponden a los sectores más vulnerables, los que ya lo eran antes de la llegada del virus.
Se pueden infectar personas de clase media o alta, pero quienes mueren, en general, pertenecen a sectores oprimidos por el capitalismo, el colonialismo y el patriarcado; es decir, los trabajadores informales, desempleados, sin derechos y que no pueden hacer confinamiento.
“Las jerarquías del mundo están invertidas y hay que rehacerlas de alguna manera.”
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