• Se trata de Fabiola Ferman Cruz, a quien le reconocieron su tesis de la Licenciatura en Historia “El mapa de Nüremberg: un acercamiento a la visión española de México-Tenochtitlan” 

Fabiola Ferman Cruz, egresada de la Facultad de Historia de la UV

Karina de la Paz Reyes Díaz 

23/08/2021, Xalapa, Ver.- Fabiola Ferman Cruz, egresada de la Facultad de Historia de la Universidad Veracruzana (UV), ganó el Premio Especial 500 Años: Conquista y Resistencia Indígena con la tesis “El mapa de Nüremberg de 1524: un acercamiento a la visión española de México-Tenochtitlan”. 

En entrevista con Universo. Sistema de noticias de la UV, la galardonada hizo notar la necesidad de “destruir” la idea de la conquista y verla de una manera que contribuya a reivindicar nuestra memoria como sociedad: “No fue avasallante, sino un proceso histórico” y más aún, “no fue conquista, sino irrupción”. 

La convocatoria a este premio fue emitida por la Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, en colaboración con la Secretaría de Economía. 

De acuerdo con el INAH, fueron 25 jóvenes tesistas de licenciatura, procedentes de diversas universidades del interior del país, quienes participaron en el certamen. La tesis de Fabiola obtuvo el tercer lugar, mientras los dos primero lugares y una mención honorífica fueron para egresados de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), y una mención más fue para un egresado de la Universidad Autónoma de Tlaxcala. 

El veredicto hace notar la formación que se da en la UV, destacó la joven historiadora: “La labor que hicimos mi director y yo sobre un tema tan especializado, del cual no hay línea de investigación en la Facultad como tal, es muy destacable. 

”Ellos (los ganadores de la ENAH) tienen una biblioteca especializada, maestros especializados, sin embargo, la guía de mi director de tesis y mi pasión –que me llevó, en su momento, hasta la Ciudad de México a buscar los recursos documentales y hacer un trabajo exhausto– me permitió lograr esto y poner en alto el nombre de la Universidad Veracruzana en todos los campos. Me apasioné y siento que me esforcé bastante.” 

Éste no es el primer reconocimiento que recibe la investigación de Fabiola, cuya dirección estuvo a cargo del académico e investigador del Instituto de Antropología de la UV, Jesús Javier Bonilla Palmeros. La propia UV le otorgó el Premio “Arte, Ciencia, Luz” (PACL) 2019, en la categoría de Licenciatura del Área Académica de Humanidades. 

Para postular su trabajo al PACL, la motivó quien fue su tutora, la académica Ana María García del Socorro; para este segundo logro, casualmente encontró la convocatoria en Internet, vio que cumplía con todos los requisitos, envió la documentación y se olvidó del asunto, hasta que le llamaron para informarle que era una de las tres ganadoras. 

Experimentó doble felicidad al saber que había resultado ganadora, y por la fecha y lugar de la premiación: 13 de agosto, cuando se cumplieron precisamente los 500 años de la toma de las ciudades gemelas de Tenochtitlan y Tlatelolco, y nada más y nada menos que en el Templo Mayor. 

Significó “un gran sueño” pues ese el lugar y sus alrededores los memorizó a través del mapa de Nüremberg, los recorrió a manera de vincular su investigación con el presente, pero con el premio se estableció una especial conexión. 

El mapa de Nüremberg “está basado en un mapa de tradición indígena”, sostiene la joven historiadora

No fue conquista, sino irrupción 

El llamado mapa de Nüremberg hace referencia a la ciudad de México-Tenochtitlan y sus alrededores, dentro de la cuenca de México. Son varias las distinciones que hizo notar la entrevistada: “Es el único mapa del cual tenemos conocimiento de su existencia hasta la actualidad, cuya referencia es que fue elaborado antes de la caída de México-Tenochtitlan, que sucedió el 13 de agosto de 1521”. 

Además, sólo él ha logrado subsistir, pues todos los mapas prehispánicos del lugar “desafortunadamente perecieron”; si bien hay de manufactura indígena, la elaboración de éstos fue posterior a 1521. 

Se asume que el documento se elaboró durante la estancia de los españoles en Tenochtitlan, misma que concluyó con la llamada “noche triste”. Existe el supuesto de que Hernán Cortés escribió tres cartas al rey Carlos V: en la primera, daba cuenta de los acontecimientos; la segunda, contenía el mapa en mención, y en la tercera, se hace referencia al respecto. 

Las cartas posteriormente fueron publicadas y la primera vez que la obra epistolar contiene un mapa de la ciudad de México-Tenochtitlan fue en 1524, específicamente en Nüremberg, por ello el nombre del documento. 

Pese a su importancia, ha sido muy poco estudiado, lamentó la joven: “Mi trabajo ha sido el único que ha abordado el documento desde diferentes perspectivas: ha tomado en cuenta datos históricos, historiográficos, arqueológicos; lo que me permitió hacer un análisis integral del mapa”. 

Una de las principales propuestas de Fabiola es que si bien el mapa es de manufactura española totalmente, “está basado en un mapa de tradición indígena”; otra, es que no fue Hernán Cortés quien lo elaboró, sino uno de los españoles a su servicio. 

Su pensar es que lo elaboraron basándose en uno que a los españoles les mostraron los indígenas, en los días que los europeos estuvieron en la ciudad de Tenochtitlan. 

Aquí sus razones: “Ese mapa contiene, aparte de conocimiento espacial que los españoles no pudieron haber llegado a tener, representaciones con una carga simbólica, que nos demuestra que se inclinan hacia la tradición indígena de cómo se representaban las cosas”. 

Es más, Fabiola sostiene que este mapa podríamos verlo como “híbrido”, pues si bien su técnica es de tradición pictórica europea, analizándolo deja ver que el conocimiento tanto espacial como simbólico proviene de la tradición mesoamericana. 

“Desmenucé el mapa completamente en pedacitos y cada imagen la clasifiqué dependiendo su categoría –utilicé siete–”, explicó al hablar del análisis de la imagen que hizo, bajo la metodología de unidades mínimas. 

Al preguntarle, cuál es la trascendencia de afirmar que para la realización de ese mapa se basaron en uno de origen mesoamericano, destacó que posterior a su tesis continuó reflexionando el tema, sobre todo, a 500 años del acontecimiento, y cuestionó el concepto “conquista”. 

“Tenemos una idea de que Hernán Cortés llegó con sus huestes, que fueron avasalladores y que nuestro mundo cambió de un momento a otro, que de pronto teníamos antepasados mesoamericanos y de un momento a otro todo se convirtió a español o se volvió mestizo. 

”Pero con mi tesis y las reflexiones que he tenido después, y lo que puedo aportar a la historia, es demostrar que este discurso de la ‘conquista española totalitaria’ no fue así.” 

Fabiola prefiere llamarle “irrupción española y guerra mesoamericana”, concepto acuñado por su mentor, el historiador del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales de la UV, Luis Fernando Granados Salinas, recién fallecido. 

“Es un proceso paulatino que tal vez duró decenas de años y en el mapa lo podemos ver, porque los españoles no tuvieron instantáneamente el conocimiento total de todo esto; retomaron muchas cosas de los indígenas y el mapa es una prueba.” 

Es más, para ella es de suma importancia tener conocimiento de este tipo de documentos, cuyo origen fue precisamente en esta coyuntura histórica, porque insistió en que el cambio no fue drástico: 

“No hubo una conquista como tal, sino una irrupción española y se generó una guerra mesoamericana al mismo tiempo; este tipo de documentos refleja que hubo una mezcla y un proceso que tomaría décadas en ir cambiando, hay que destruir esta idea de la ‘conquista’.” 

Cabe decir que el 24 de agosto Fabiola presentará una ponencia sobre el tema en el XIX Congreso Internacional de la Asociación de Historiadores Latinoamericanistas Europeos, que se celebrará en la Universidad de París 1 Panthéon-Sorbonne, y que en atención a la pandemia será de manera virtual. 

A la fecha, Fabiola se prepara para postularse a un posgrado y continuar sus investigaciones sobre este periodo de la historia que mucho le apasiona, mientras tanto trabaja en la Coordinación de Memoria Histórica y Cultural de México. 

Recibió el premio el 13 de agosto, precisamente a 500 años de la toma de Tenochtitlan y Tlatelolco