- Fue presentado en el marco de la 1ª Feria Internacional del Libro Universitario Virtual
- “Quería imaginar cómo será la presencia y el flujo de estos dioses primigenios en la escéptica actualidad urbana”
“Escribirlo fue un proceso interesante, porque a veces los cuentos son bajo encargo, pero en este caso los 13 cuentos no fueron un encargo, fue un libro hecho con la voluntad de apostar por el cuento”, señaló el autor
Paola Cortés Pérez
07/05/2021, Xalapa, Ver.- El libro de los dioses, publicado por Almadía, fue hecho con la voluntad de apostar por el cuento, expresó su autor Bernardo Esquinca, durante la presentación del mismo en la 1ª Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) Virtual, organizada por la Universidad Veracruzana (UV), en la cual también participaron Carlos Rojas, académico de esta casa de estudios, y Mariana Carbajal, profesora de educación media superior.
Carlos Rojas dijo que después de realizar la lectura de El libro de los dioses se sintió impactado por la agilidad que tiene Bernardo Esquinca al moverse entre muchas religiones, mitologías, panteones, desde los dioses sumerios hasta los griegos.
“Mi lectura y primera reacción fue pensar que Bernardo está reinventando la mitología y el erotismo, lo que permite llegar a muchísimos públicos.”
Bernardo Esquinca contó que el proceso de escritura le llevó seis años por dos cuestiones principales: el nacimiento de su hija y quería hacer una apuesta fuerte por el cuento.
“Escribirlo fue un proceso interesante, porque a veces los cuentos son bajo encargo, pero en este caso los 13 cuentos no fueron un encargo, fue un libro hecho con la voluntad de apostar por el cuento.
”Aunque también hago novela, siento que vivimos en medio de un reinado –un tanto absurdo– de la novela por cuestiones comerciales mal entendidas, que probablemente vienen más de España por las editoriales transnacionales que por una necesidad del mercado mexicano, donde la tradición del cuento en autores y lectores es muy antigua y amplia.”
Al preguntarle ¿a qué dioses llegó a adorar, seguir o rechazar durante el proceso de escritura”, Bernardo Esquinca compartió que su crianza en sus primeros años fue en Guadalajara –ciudad conservadora– y sus padres eran muy creyentes, por lo que fue educado bajo esos preceptos.
“Gracias a esa enseñanza puedo escribir sobre el terror y lo sobrenatural, difícilmente puede hacerse si no crees o no fuiste educado sobre la existencia de un más allá, un cielo, un infierno, demonios.”
Contó que siempre le han atraído los dioses primitivos, los que tomaron y reciclaron las religiones que vinieron después; con este libro quería imaginar cómo será la presencia y el flujo de estos dioses primigenios en la escéptica actualidad urbana, donde no permea una sola religión.
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