- Gerardo León, académico de la Universidad Autónoma de Baja California, participó en el Seminario Miradas Antropológicas y Transdisciplinares
- Expuso resultados de dos años de investigación con alumnos de centros escolares en Tijuana y sus familias
David Sandoval Rodríguez
30/04/2021 Xalapa, Ver.- Niños y jóvenes aprenden a interactuar en el mundo digital sin la guía o apoyo de sus familias o centros escolares, por lo que son estos últimos los que acaban adaptándose a las interacciones que se crean a partir del consumo y presencia en los ambientes digitales, planteó Gerardo León Barrios, profesor e investigador de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Baja California.
El académico impartió la conferencia virtual “Ingeniería en comunicación social de la familia, jóvenes y medios digitales. Un abordaje para pensar lo transdisciplinar”, como parte del Seminario Miradas Antropológicas y Transdisciplinares, adscrito al Instituto de Antropología de la Universidad Veracruzana (UV).
En su charla, el investigador mostró los resultados de dos años de trabajo de campo con la población escolar de una docena de centros educativos de la ciudad de Tijuana, así como de los padres de familia y profesores.
“Los hijos aprenden a actuar en el mundo digital fuera del espacio familiar, es decir, que la familia no tiene elementos de apoyo, todos han aprendido en el entorno digital y el ámbito familiar es el que se ajusta a aquél, es un aprendizaje invisible y externo que poco se realiza en la vida doméstica”, puntualizó.
“La escuela y la familia poco o nada tienen que ver con la cultura y el desarrollo de la cultura digital, sobre todo en el caso de los hijos pequeños; la brecha generacional es amplia y ello a pesar de que los padres también están conectados”, agregó León Barrios.
Por otro lado, el mundo de los jóvenes tiene convergencias y divergencias con las interacciones que ocurren en las familias, “es un mito que los mundos están separados, que el mundo de los amigos, de la casa y de la familia son tres espacios de interacción cerradas y diferentes; por el contrario, hay traslapes y las situaciones del mundo fuera de línea –off line– y el mundo dentro de línea –online– también interactúan”.
Destacó que desde la propuesta teórica de la ingeniería en comunicación social se observa a los medios digitales como entornos y ambientes que llegan al nivel doméstico y a los integrantes de la familia, transformando las interacciones de manera positiva y negativa.
En principio realizó entrevistas grupales con los jóvenes, profesores y padres de familia, además de registrar cómo era su acceso a la tecnología; estos resultados saldrán próximamente en dos libros, apuntó.
El ponente dijo que, contrario a lo que se supone, “los jóvenes viven en mundos más pequeños y privados, cuando se piensa que están en el mundo abierto por Internet; de hecho viven en mundos muy concretos y en éstos es muy importante comprender y asumir que los valores de referencia, los que ellos aprenden, siguen siendo importantes en sus espacios sociales primarios como la familia, la escuela y los amigos y, en el mismo sentido, estos valores son esquemas de acción que son llevados a las prácticas digitales”.
León Barrios advirtió que las relaciones interpersonales siguen siendo fundamentales, a diferencia de la percepción respecto a que los niños o jóvenes se aíslan en los dispositivos. “Para los propios jóvenes la interacción sigue siendo muy importante”.
No obstante, continuó, el espacio social familiar está en tensión, “éste es un elemento importante que llamó mucho mi atención, este cambio en la convivencia entre lo que es la vida grupal y la individual”.
Al respecto, agregó que hay tendencias a nivel global y a nivel regional en las cuales los expertos en análisis de hábitos de consumo de medios, que proponen el concepto de “dieta mediática”, afirman que sí hay evidencias de esta fragmentación en las interacciones y en los tipos de medios a los que acceden.
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