- Se observa también que la aparición de mosquitos en altas montañas es un bioindicador de cambio climático y de ecosistemas
José Luis Couttolenc Soto
Fotos: Omar Portilla Palacios
18/05/2022, Xalapa, Ver.- Un equipo de investigadores adscritos al Centro de Ciencias de la Tierra (CCT) de la Universidad Veracruzana (UV) realiza estudio en el Parque Nacional Pico de Orizaba (PNPO) que, entre otros resultados, ha permitido observar que a través de los años el glaciar Jamapa ha disminuido en su cantidad de hielo y extensión, incluida la “lengua de hielo” que de él baja, que se ha hecho más corta, “lo que es aterrador”.
Así lo dio conocer Carlos Manuel Welsh Rodríguez, coordinador del CCT, durante su participación en la Jornada de Psicología, Educación Ambiental y Sustentabilidad, en la que ofreció la conferencia “Percepción del cambio climático en la zona montañosa de Veracruz”.
Durante los trabajos de campo se detectó la presencia de vectores (mosquitos) trasmisores de dengue, Zika y chikungunya, en lugares de montaña en donde antes no había.
Se evaluó la temperatura mínima, media y máxima, y los cambios de temperatura en el PNPO; se observó que el hielo se forma cada vez más hacia arriba y hay menos cantidad del mismo, por lo que el agua escurre por el río Jamapa, y el glaciar Jamapa (único en el país) está muriendo y no hay manera de revivirlo.
Para evaluar la percepción que se tiene con relación al cambio climático y eventos extremos a diferente altura, eligieron seis comunidades: Tlalchichuca, ubicada a dos mil 600 metros sobre el nivel del mar (msnm); San Miguel Zoapan, a tres mil msnm, y Miguel Hidalgo, a tres mil 500 msnm, en el estado de Puebla; Nuevo Vaquería, a tres mil msnm; Dos Caminos, a dos mil 600 msnm, y Escola, a dos mil 400 msnm, en el estado de Veracruz.
Se entrevistó a 150 personas que tuvieran al menos 10 años viviendo en la zona, con conocimientos de los procesos productivos locales y de la floración; de los resultados, quienes más están al pendiente de lo ambiental son las mujeres, que perciben de manera diferente y más local los fenómenos ambientales, lo que es muy positivo.
Welsh Rodríguez destacó que a pesar de que el PNPO es zona de alta montaña y se dice que los bosques son las grandes fábricas de agua no es así, pues no se tiene suficiente, lo que quiere decir que se depende de la presencia de los frentes y ciclones tropicales para la humedad de la montaña, que le permite contar con el recurso hídrico para la producción.
De acuerdo a la encuesta, el 90 por ciento de las personas afirman que la actividad agrícola y comercial se ve afectada por la variabilidad climática con granizadas y frentes fríos que provocan descenso de temperatura de manera abrupta; entienden también que el cambio de temperatura media anual (de 15 a 17 grados) ha generado una afectación en sus procesos productivos.
Mapas construidos a partir de datos climatológicos de 1960 a 1990 muestran un aumento de temperatura en esos 30 años; “los pobladores saben que cuando eran niños tenían inviernos prácticamente congelados, y ahora entienden, conocen y comprenden que en la región donde viven es evidente el aumento de la temperatura”.
El Coordinador del CCT fue enfático al precisar que se debe tener mucho cuidado cuando se habla de cambio climático y eventos extremos, “porque si no se explica bien qué es la atribución, qué es la mitigación y qué es la adaptación, se corre el riesgo de confundir cualquier fenómeno con cambio climático”.
Junto con Carlos Manuel Welsh Rodríguez participan en la investigación Ayhra Jethzell Vázquez Gerón, Federico Casarín Puglia y Marco Antonio Morales Martínez.
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