- Juliana Merçon, adscrita al IIE de la UV, afirma que se co-construyen conocimientos, valores, prácticas y poderes entre actores de diferentes sectores para atender problemas socioecológicos definidos de manera participativa
José Luis Couttolenc Soto
Fotos: César Pisil Ramos
30/09/2024, Xalapa, Ver.- Juliana Merçon, adscrita al Instituto de Investigaciones en Educación (IIE) de la Universidad Veracruzana (UV), considera que la investigación colaborativa, desde la investigación-acción, busca aportar soluciones prácticas a problemas socioambientales, que una vez aplicadas son monitoreadas y evaluadas colectivamente para iniciar un nuevo ciclo de estudio.
Doctora en Filosofía y Educación, además de experta en agroecología, la investigadora universitaria fue conferencista en el Seminario del Posgrado en Ecología Tropical que oferta el Centro de Investigaciones tropicales (Citro), en donde ofreció la charla “Investigación colaborativa con enfoque socioecológico: enfoques, retos y oportunidades”.
Explicó que la colaboración transdisciplinaria para la sustentabilidad es un proceso en el que se intercambian y co-construyen conocimientos, valores, prácticas y poderes entre actores de diferentes sectores, sistemas epistémicos y cosmovisiones para atender problemas socioecológicos definidos de manera participativa.
En tanto, la comunidad de aprendizaje transdisciplinaria es la agrupación conformada por actores de diferentes comunidades de práctica (academia, organizaciones de la sociedad civil, comunidades rurales y urbanas, medios, gobierno, empresas, etc.), en donde se cultivan relaciones solidarias y aprendizajes (situado, mutuo, significativo y adaptativo) por medio del intercambio, integración y co-producción de conocimientos para comprender la realidad de manera compleja y actuar efectivamente para transformarla.
Mencionó que la academia colabora cada vez más con actores gubernamentales, organizaciones de la sociedad civil, comunidades organizadas, medios y artistas, a fin de comprender más los problemas socioambientales y actuar con conocimientos que se generan en coproducción.
Actualmente se puede observar que las formas colaborativas de investigación están ganando importancia en todo el mundo; las problemáticas sociales y ambientales, las incertidumbres asociadas al rápido cambio sociotécnico y a las tensiones geopolíticas a gran y pequeña escala, están poniendo de manifiesto las debilidades de la fragmentación de la sociedad moderna.
Definió que algunas características de la investigación colaborativa en el campo socioecológico son el co-diseño, “se piensa, se concibe y se diseñan las preguntas de investigación, ¿qué es?, ¿por qué es?, cuestionamientos que se generan en alianza con otros actores sociales, no son preguntas pensadas desde la academia, sino a partir de necesidades percibidas en diferentes sectores sociales”.
Otra característica es que se actúa con una forma de investigación-acción, cuya conclusión no son dar respuestas abstractas, sino coproducir posibles alternativas de soluciones para los problemas identificados y analizados.
Entre los retos de la investigación colaborativa mencionó: la construcción de una visión común con un lenguaje común sobre la problemática, la colaboración y conformación de un equipo multi actoral relacionado con la implementación de metodologías diversas, el análisis colectivo de resultados y propuestas; “por donde se mire, hay diferentes retos de orden ético, político, epistémico, de comprensión y organización del trabajo”.
Para concluir, Juliana Merçon invitó a la academia “a continuar trabajando en la generación de alternativas de solución a los severos problemas socioambientales que se viven en un planeta en múltiples crisis que se interseccionan, y no se pueden seguir omitiendo como si fuera el mundo de antes”.
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