- Es egresado de la Licenciatura en Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Veracruzana
- Actualmente radica en Abu Dabi, en los Emiratos Árabes Unidos
- Es autor y coautor de más de 150 publicaciones; y especialista veterinario reconocido europeo en medicina zoológica aviar
También es el único latino con grado de especialista veterinario reconocido europeo en medicina zoológica aviar, y diplomado del Colegio Europeo de Medicina y Cirugía Aviar
Claudia Peralta Vázquez
04/01/2021, Xalapa, Ver.- El 23 de agosto de 1978 Jaime Samour se graduó con honores de la Licenciatura en Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Veracruzana (UV), y desde 1983 se ha dedicado al estudio y atención de aves de presa, especialmente de halcones, en países como Inglaterra, Arabia Saudita y Abu Dabi, en los Emiratos Árabes Unidos (EAU).
Es autor y coautor de más de 150 publicaciones, fundador del primer hospital para halcones en el mundo, situado en Bahréin, ha sido director de la División de Vida Silvestre en Wrsan, en Abu Dabi, y coordinador regional para África del Norte y Medio Oriente de la Comisión de Supervivencia de Especies de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Jaime Samour, también es el único latino con grado de especialista veterinario reconocido europeo en medicina zoológica aviar, y diplomado del Colegio Europeo de Medicina y Cirugía Aviar.
Con muchos logros y reconocimientos obtenidos a lo largo de su trayectoria profesional, le gusta remontarse a su etapa de juventud, cuando a la edad de 17 años, acompañado de su madre, partió de su hogar, en El Salvador, hacia la ciudad y puerto de Veracruz, con el deseo de estudiar en la UV.
En su país no había una escuela especializada en veterinaria, la más cercana se encontraba en Guatemala, y por eso quien quería cursar ese programa educativo (PE) lo hacía en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UV, que ya en esos años era más que reconocida a nivel nacional e internacional.
Desde pequeño tuvo fascinación por los animales silvestres, gracias a las lecturas y programas de televisión; y el papá de uno de sus mejores amigos era el director del zoológico de El Salvador.
Los sábados por la tarde se la pasaba en ese lugar donde observaba cosas que el resto de los visitantes no podía admirar. Incluso, aún cuenta con algunas cartas que escribía a otros zoológicos en las que solicitaba información de cómo ser veterinario de animales en esos espacios.
Con el apoyo incondicional de sus padres, fue el único de los cinco hermanos que salió del país para estudiar una carrera. En la UV tuvo la suerte de ser acogido por un par de maestros, uno de ellos fue Julio Robledo, quien lo involucró como su ayudante en el Departamento de Morfología y Anatomía Descriptiva y Comparada, así como en trabajos de campo.
“En ese entonces había mucha orientación hacia los animales de granjas.”
Al concluir la carrera, su padre lo apoyó para instalar una veterinaria en El Salvador, pero a raíz de la guerra civil de ese país, en 1978, se dio a la tarea de buscar otros horizontes y retornó a Veracruz, donde con mucho esfuerzo obtuvo algunas horas para impartir clases en la FMVZ.
Sin embargo, su inquietud era viajar y aprender medicina de animales silvestres. Por ello, después de muchas cartas y solicitudes, en noviembre de 1981 lo admitieron en el Zoológico de Londres, donde inició su carrera como médico veterinario de animales silvestres.
Ahí, poco a poco se dieron cuenta de que tenía potencial e iniciativa y lo apoyaron para cursar una Maestría y Doctorado en Fisiología Reproductiva Aviar, a través del Royal Veterinary College de la Universidad de Londres.
Al recibirse, en 1987, Jaime Samour ya tenía trabajo en Medio Oriente, específicamente en Bahréin, “y después de esto, todo es historia”.
La oportunidad de este trabajo surgió cuando estuvo en la sección de aves del Zoológico de Londres, hasta donde llegó la solicitud del rey de Arabia Saudita, Fahd bin Abdulaziz, de operar a un halcón de una infección en la planta de las patas. Desde ahí quedó enamorado de esa especie de aves de presa.
En Bahréin, le pidieron abrir el primer hospital para halcones en el mundo, dentro del Al Areen Wildlife Park & Reserve, donde también se desempeñaba como veterinario.
Tras la Guerra del Golfo, le ofrecieron trabajo en Abu Dabi como encargado del Departamento de Veterinaria en un Centro de Investigación en Avutardas y Halcones, “allá la cetrería no es un deporte sino un medio de vida”.
Después, en 1996 se fue a Arabia Saudita, pero en 2006 regresó a los EAU tras los ataques terroristas. Actualmente, en Abu Dabi es consultor de medicina y cría de halcones.
En algunas ocasiones ha regresado a la UV para brindar a los estudiantes de la FMVZ pláticas de introducción sobre el trabajo realizado.
Al hablar de dicho vínculo, expresó que todos los logros alcanzados hasta ahora son resultado de la formación recibida en la UV. “El maestro Julio Robledo siempre me enseñó que no existen obstáculos para conseguir algo, él me inspiró para ser quien soy, nunca se me olvidará”.
También, consideró que tanto los conocimientos y prácticas que en ese entonces desarrolló lo ayudaron a formarse como el profesional que es hoy en día. “El estudiante que quería aprender lo hacía de una manera directa del maestro”.
Destacó que en la actualidad es muy distinta la enseñanza a la de antes, y lamentó que muchos jóvenes abandonen la carrera para dedicarse a otra actividad. Tan sólo, varios de sus compañeros de la Universidad dejaron de practicar la medicina veterinaria porque pensaron que no era redituable.
“El problema también radicó en que muchos no quisieron lanzarse y hacer algo diferente, todos querían poner una clínica, muy pocos hicieron cursos y posgrados, y hoy son los formadores de los profesionales del futuro.”
Por ello, expuso que las universidades deben preparar mejor a los estudiantes para enfrentarse a la realidad, a las problemáticas y necesidades propias de la sociedad, “deben llenar esos vacíos y orientarlos vocacionalmente desde el nivel preparatorio”.
En este sentido, exhortó a los alumnos y egresados a esforzarse y luchar por alcanzar sus objetivos. “Si no luchan por algo, ya están vencidos”. Afortunadamente ahora hay más facilidades para estudiar, a través de cursos y posgrados en línea, a nivel nacional e internacional, dijo.
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