- La académica del Instituto de Investigaciones en Educación de la UV participó en la Cátedra Interamericana “Carlos Fuentes”
- Abordó la presencia de la traducción en la vida de Borges, Cortázar, Vargas Llosa y Carlos Fuentes
David Sandoval Rodríguez
31/10/2020, Xalapa, Ver.- Traducir bien no sólo requiere un conocimiento profundo de la lengua de origen y de la lengua meta, también requiere de un talento especial para crear un lenguaje que facilite la recepción de la obra, puntualizó María del Pilar Ortiz Lovillo, académica de la Universidad Veracruzana (UV).
En el marco de las actividades de la Cátedra Interamericana “Carlos Fuentes” (CICF) 2020, la profesora del Instituto de Investigaciones en Educación (IIE) y traductora de más de 200 títulos, impartió la conferencia “La vocación de traducir. Cuatro autores del canon latinoamericano”.
Es importante estudiar las traducciones para entender más profundamente la riqueza encerrada en una obra y la sutileza de los medios utilizados por el autor, apuntó la académica y comentó: “Estoy de acuerdo con quienes piensan que la traducción es una vocación de amor y el traductor es generoso porque disfruta compartiendo con los demás”.
Su ponencia mostró la relevancia de la traducción en la formación del escritor y los nexos que tienen ambas disciplinas, enfocándose en las obras de Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa.
Sobre Borges, relató que comenzó a traducir a los nueve años y siguió hasta los 84, traduciendo obras del inglés, alemán y francés. El autor argentino pensaba que podía enriquecer un texto o incluso mejorarlo, estaba consciente de que el cambio de código lingüístico podría generar pérdidas, pero también las consideraba necesarias.
Borges vincula el acto de traducir con el acto de leer y decía que la traducción es una ventana privilegiada para la labor literaria, refirió.
Respecto a Cortázar, destacó que él mismo se consideraba como un traductor que se había vuelto escritor, al haber trabajado primero en la UNESCO y luego transitado a su creación literaria; no obstante a que se mantenía al pendiente de sus traductores también, a quienes les exigía una cierta libertad creativa para adaptar sus textos a otros idiomas.
Sobre Carlos Fuentes, Ortiz Lovillo comentó que estableció una relación muy cercana con sus traductores, en particular al inglés.
Mencionó la traducción de Cristóbal Nonato a partir de los recuerdos de Alfred Mac Adam, su traductor al inglés, que ambos hicieron durante una semana en Tepoztlán, acompañados por su editor, quien tuvo así la posibilidad de preguntar a los dos cualquier duda que surgía de la lectura de la obra, la cual abordaron como si fuera de otro escritor a quien ambos traducían.
Fuentes no realizó muchas traducciones; sin embargo, su relación con los editores y traductores de sus obras fue constante porque él mismo comprendía la importancia de dotar de sentido a la narración en un idioma que no era el español.
En cuanto a Mario Vargas Llosa, relató que también comenzó como traductor de la UNESCO, y posteriormente se convirtió en el reconocido novelista y ensayista, ganador del Premio Nobel y el Premio Cervantes, entre otros reconocimientos.
Compartió las opiniones de Albert Bensoussan, traductor de Vargas Llosa al francés, quien señaló que “los juegos de palabras del autor peruano son intraducibles, no obstante a que también significan un juego y un divertimento del lenguaje”.
La ponente recalcó que la principal dificultad para el traductor es encontrar los múltiples sentidos de las palabras en otro idioma, es casi imposible encontrar una palabra que tenga los mismos sentidos de connotación.
En conclusión, Ortiz Lovillo expresó que los escritores del canon latinoamericano comenzaron siendo traductores o mantuvieron una relación cercana con sus traductores, quienes proponen y seleccionan equivalencias y en resumen vuelven a escribir la obra en la lengua de llegada, lo que requiere de un talento especial para crear un lenguaje que facilite la recepción de la obra.
Al presentar a la ponente, Norma Angélica Cuevas Velasco, coordinadora de las Cátedras de Excelencia de la UV, detalló el aporte de la académica no sólo en el área de investigación, sino como traductora de varios idiomas, con más de 200 libros traducidos para reconocidas editoriales nacionales y extranjeras.
Las actividades de la CICF siguen el 4 de noviembre, a las 10:00 horas, se presenta el libro Carlos Fuentes y los horizontes de la traducción literaria, a cargo de Yasmín Rojas Pérez, Raymundo Marín Colorado y Javier Ahumada Aguirre.
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