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La vocación se encuentra al interior de uno mismo: Fernando Apan

  • En Expo Orienta, el egresado de la Facultad de Música  participó en el conversatorio “Un mundo sin barreras” 
  • Fernando nació sin el sentido de la vista, lo cual no ha sido un obstáculo para alcanzar sus objetivos
  • Actualmente es profesor del Instituto Superior de Música del Estado de Veracruz 

 

El joven egresado de la Facultad de Música habló de su vocación por el arte

 

Claudia Peralta Vázquez 

Fotos: Omar Portilla Palacios

01/03/2022, Xalapa, Ver.- Fernando Apan, pianista egresado de la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana (UV), participó en el conversatorio “Un mundo sin barreras” de la Expo Orienta 2022, donde afirmó que la vocación se encuentra al interior de uno mismo. 

En la transmisión del miércoles 23 de febrero, a través de Facebook Live, el mensaje de Fernando, ciego de nacimiento, fue categórico al instar a los jóvenes actualmente inmersos en el proceso de elegir la mejor opción profesional, a preguntarse ¿para qué vamos a vivir, y no de qué vamos vivir? 

Lo importante, dijo, es pensar en lo que las manos harán para el bien de la sociedad, pues los estudios son un vehículo para unir almas. 

Durante el programa, conducido por la comunicadora Isela Pacheco, el músico expresó que todos los seres humanos tienen un talento oculto, “lo que pasa es que perdemos mucho tiempo en la tecnología, el ocio es necesario, pero en pequeñas dosis; siento que como jóvenes estamos abusando de esto y nos desconectamos de la fuente principal”. 

Acompañado de Saidy, su perro guía, Fernando compartió con la audiencia sus primeros acercamientos con los instrumentos musicales a la edad de cuatro años, a través del juego. 

“Con el acordeón tocaba norteñas, rancheras, todos los géneros, y con la guitarra interpretaba trova.” 

El destino lo trajo a la ciudad de Xalapa al lado de su familia, y en la búsqueda de un lugar donde formarse musicalmente; logró ingresar a la Facultad de Música de la UV para consagrarse al piano. 

Esa etapa no fue fácil, relató, sin embargo, de la mano y apoyo incondicional de su maestro, Alejandro Corona, aprendió un doble lenguaje para la lectura de las notas musicales: la musicografía, música escrita o representada en símbolos y en sistema braille. 

 Una vez que se enfrentó a ese reto, se preguntó si verdaderamente sería capaz de ejecutar obras de Beethoven o de Chopin, no obstante, siempre mantuvo la alegría, pasión y frescura de lo que hacía. 

“Siempre habrá dudas, y cuando éstas aparecen muchas veces se opta por bajarse del barco por la costumbre de estar en la línea de menor resistencia”, comentó. 

Fernando Apan, quien aparte de brindar charlas y conciertos es maestro de piano en el Instituto Superior de Música del Estado de Veracruz (ISMEV), supo que indudablemente la música era para él y enfrentó todos los retos. 

“Supe que era parte del camino como el hecho de no ver, lo cual es un reto muy difícil y no nos queda elección, naciste con eso y tienes que seguir con la vida.” 

 

Al término del foro interpretó al piano algunas piezas musicales

 

Con los retos derivados de la vocación, también vienen grandes decepciones y alegrías. Dentro de la música, carrera cursada en un lapso de 10 años, ha enfrentado dos retos importantes, tanto como académico y profesionista. 

El primero, es hallar el material requerido para él y sus alumnos en braille. A veces no lo encuentra, pero afortunadamente forma parte de una red de amigos y compañeros que intercambian partituras con esas características; en otras ocasiones, ha tenido que transcribirlas él mismo. “Hay que pensar en la solución que siempre va acompañada del reto”. 

El segundo reto tiene que ver con las clases que imparte a sus alumnos del ISMEV, porque ellos sí tienen el sentido de la vista y por lo tanto debe haber una interconexión para ser más eficientes. “Los miro a través del oído y del tacto”. 

 Otro reto está relacionado con su vida personal, y es la llegada de su primer hijo que le brinda la alegría de vivir y continuar sorteando obstáculos. 

Respecto a la vocación, dijo que el respaldo de los padres es muy importante en la decisión profesional, ellos representan el barandal y el muro en el que se apoyan los hijos hasta que aprenden a navegar en la vida, agregó. 

“Las guías son sus padres, y más en una decisión tan importante que los acompañará el resto de la vida.” 

El maestro en Interpretación y Ejecución Musical se refirió a su perro guía Saidy: “Es increíble vivir al lado de un ser que te presta sus ojos, son prestados porque tiene una vida de ocho a 10 años, después se retiran o se quedan con el dueño hasta el final”. 

Su compañía es equiparable a una sensación de libertad, seguridad y confianza, dijo, y cuando se toma el arnés “prácticamente sientes que vuelas porque el perro guía va esquivando los obstáculos, encontrando salidas, va mostrando un mundo que es puramente visual”. 

Hasta para brindar ese servicio los canes necesitan vocación, de lo contrario se muestran estresados o frustrados, lo mismo ocurre con los humanos cuando eligen una carrera para la cual no están hechos. 

Puntualizó que el perro guía no es una mascota, es un animal de servicio que puede ingresar a hoteles, restaurantes y autobuses. 

Por este motivo, recomendó a los prestadores de servicios públicos informarse sobre su importancia, pues siempre deben permanecer junto a su usuario. 

Al término del conversatorio, Fernando Apan interpretó al piano las obras: Ilusión, de Alejandro Corona; un vals de Mario Ruiz Armengol; y el Estudio Op. 25, No. 1, de Chopin. 

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