- Luis Rius Caso, su hijo, dictó la conferencia magistral “Luis Rius: un poeta en su exilio y su bohemia”
- Dentro del Foro Académico “Exilios: Raíces y contribuciones de destierros internacionales en México”, en la FILU 2024
- Habló del exilio que marcó la vida de su padre a los nueve años, y su llegada a este país
Claudia Peralta Vázquez
Fotos: César Pisil Ramos y Tele UV
14/05/2024, Xalapa, Ver.- Exiliado a los nueve años por causa de la guerra civil española, Luis Rius Azcoitia llegó a México, país donde vivió muy contento y fue reconocido por su participación en el mundo poético y académico. “La propuesta de su bohemia siempre fue trasladar la esfera del arte a la cotidianeidad”, expresó su hijo, Luis Rius Caso, al dictar la conferencia magistral “Luis Rius: un poeta en su exilio y su bohemia”.
Esto, en el marco del Foro Académico “Exilios: Raíces y contribuciones de destierros internacionales en México”, que se desarrolla del 13 al 17 de mayo, dentro de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2024 de la Universidad Veracruzana (UV).
En la Sala Anexa de Tlaqná, Centro Cultural, el escritor, ensayista, crítico e historiador, acompañado de Luis David Pérez Graillet, director de la Facultad de Danza UV, narró que, como parte de esta bohemia, su hogar se transformaba en un espacio ideal para las tertulias, las fiestas y pachangas interminables.
Sin embargo, los eventos que se hacían entre juegos literarios, copas y demás, también desencadenaban en actos fundacionales como el actual Festival Internacional Cervantino.
“No estoy seguro de que a mi padre le gustara la palabra bohemia para referirse a muchas cosas que agrupan la palabra”, expresó su descendiente ante la comunidad universitaria, estudiantil, académica y público en general reunida en ese recinto.
De la mano de la narrativa de Rius Caso, los asistentes observaron –a través de una pantalla– imágenes inéditas de la actividad académica, creativa y bohemia que transcurrió en la corta vida de Luis Rius Azcoitia, quien murió a los 53 años a consecuencia del tabaco.
Por su casa desfilaron diversas personalidades, cantantes de flamenco, guitarristas, personajes vinculados al mundo dancístico; todo ello formaba parte de una bohemia que integraba también a poetas, pintores, gente de teatro, de danza; en general, de las artes.
Fue integrante de la segunda generación de exiliados y, en comparación con los de la primera, en estos últimos se reflejaba una bohemia muy particular, aun dolida.
“Su bohemia tiene una parte muy amargada, esperaban la caída del dictador español Francisco Franco o que los aliados lo derribaran. Todos los días se reunían en los cafés para leer los periódicos y las noticias de la guerra.”
Un periódico como El Popular, de Vicente Lombardo Toledano, lo narraba similar a una crónica deportiva, mencionó.
En sentido amplio, la bohemia de su padre fue muy diferente, pues le gustaba el toreo y la poesía del Siglo de Oro, aunque particularmente admiraba a García Lorca.
“Su bohemia siento que es muy lorquiana, incorpora el flamenco, la cátedra, el Siglo de Oro español y también una bohemia mexicana muy interesante.”
Subrayó que su propuesta radicó en trasladar la esfera del arte a la cotidiana, de hacer arte con la vida y que no se quedara sólo en las aulas o en los foros académicos.
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