- La escritora impartió una conferencia en la Unidad de Humanidades, en el marco del 25 aniversario de la Junta de Gobierno de la UV
Claudia Peralta Vázquez
Fotos: César Pisil Ramos
22/11/2022, Xalapa, Ver.- La escritora Martha Lilia Tenorio Trillo disertó sobre “Borges y Góngora: un diálogo positivo”, ante estudiantes y académicos de la Facultad de Letras Españolas de la Universidad Veracruzana (UV), en el marco del 25 aniversario de la Junta de Gobierno de la institución.
En el Salón Blanco de la Unidad de Humanidades y ante la presidenta de la Junta de Gobierno, Leticia Mora Perdomo, y comunidad universitaria, la académica e investigadora de El Colegio de México (Colmex), habló del rechazo de Jorge Luis Borges hacia la obra de Luis de Góngora, lo cual también ella retrata en su libro Borges y Góngora: un diálogo posible, presentado el pasado jueves 17 de noviembre, en este mismo recinto.
La escritora y miembro activo de la Cátedra “Luis de Góngora” de la Universidad de Córdoba, España, expresó su admiración por estos dos personajes divididos por distintos contextos y épocas, lo cual la motivó a reflexionar y crear dicha obra.
“En mi caso, todo empezó por una cuestión muy personal, admiro profundamente la poesía de Góngora y la de Borges, me quedo corta, las dos obras me apasionan.”
Para ella, uno de los autores barrocos que más provocó la inteligencia crítica de Borges fue Góngora y no Quevedo, como suele asegurarse.
Tenorio Trillo calificó de polémica y contradictoria la relación de Borges con la tradición hispánica, pues con base en su autobiografía de 1970, el escritor argentino tuvo gran interés por la lectura barroca y española durante su estancia en ese país en la década de los veinte. “Y no sólo eso, sino que también imitó a esos autores”.
En ese momento consideró que eran dignos de ser imitados, por lo que en ellos encontró la justificación del núcleo estético del ultraísmo y la metáfora, dijo.
“Son los años de su vanguardismo, cuando los jóvenes poetas que buscaban metáforas inéditas y novedosas encontraron en el barroco la clave de la modernidad.”
Admitió que, aunque quizá no exista relación alguna entre estos dos escritores, su admiración por ambos, aunado a su curiosidad intelectual y emocional, la motivó a comprender qué pasó en la trayectoria artística de Borges, sobre todo cuando expresaba lo siguiente: “Yo siempre estaré dispuesto a pensar en don Luis de Góngora cada 100 años”, lo cual ella consideraba una fanfarronada.
También, citó la composición poética borgeana Los conjurados, y el entrañable y hermoso poema que dedicó a Góngora. “Por ello es inevitable darle un valor simbólico de testamento literario de última voluntad estética en lo que a Góngora se refiere”.
Además, en varias entrevistas Borges da cuenta de que su búsqueda estética no estaba tan alejada de la del exponente del gongorismo, y que su obra no le era tan ajena como él suponía.
“Tengo la convicción de que el argentino siempre habló de Góngora, pero no quiso o no pudo estar consciente de ello”.
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