- Joanny Mayleth Bonilla Castañeda, quien cursa el Doctorado en Ciencias Sociales de la UV, destacó que la agenda gubernamental no contempla el tema
- La joven mencionó que, aunque existen programas de pensiones no contributivas, estos recursos muchas veces no alcanzan para cubrir las necesidades básicas de los adultos mayores
Carlos Hugo Hermida Rosales
Fotos: Omar Portilla Palacios
07/02/2024, Xalapa, Ver.- México no cuenta con una política pública de envejecimiento, y aunque existen programas de pensiones no contributivas con acceso a toda la población que supera los 65 años, los recursos muchas veces no alcanzan para cubrir sus necesidades básicas.
“Este problema no se contempla en la agenda gubernamental, y si en ocasiones se visibiliza es por recomendaciones de organismos internacionales que indican que en las siguientes décadas el país contará con alto número de adultos mayores y pocos potenciales cuidadores”, puntualizó Mayleth Bonilla Castañeda, alumna del Doctorado en Ciencias Sociales de la Universidad Veracruzana (UV).
Al exponer los avances de su trabajo recepcional titulado “Migración y envejecimiento: el cuidado trasnacional, redes de apoyo y la dinámica familiar. Entre el Papaloapan y el Sotavento, Oax., 2020-2024”, la joven abordó la situación por la que atraviesan adultos mayores que habitan en la población citada.
Para la universitaria, el envejecimiento es un problema que nos atañe a todas las personas, pues muchos ciudadanos tienen familiares de avanzada edad y con necesidad de diversas atenciones.
Enfatizó en la urgencia de implementar una política que atienda de manera estructural el envejecimiento de la población, a fin de atacar de raíz la problemática planteada.
Al señalar lo anterior, la estudiante partió de su experiencia: “Cuando mi abuelita enfermó estuve a punto de abandonar mis estudios de maestría en el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S), pues mi mamá radica en Caborca, y no había quien la cuidara en Loma Bonita, ciudad donde vive”.
Compartió que creció en dicho lugar en la parte final del siglo XX, “periodo en el que vi a mis tíos irse a trabajar a Estados Unidos, y a mis vecinos migrar a sitios fronterizos con este país, con la idea de pagarle a alguien que los ayudara a ingresar allí”.
En la población oaxaqueña, mencionó, es común que los padres partan y dejen a sus hijos con sus abuelos, pues tienen la seguridad y tranquilidad de que estarán bien atendidos.
Además de cuidadores, las personas adultas mayores fungen como administradores de remesas que invierten en negocios, construcción de viviendas o en el campo, lo cual es positivo pues los mantiene activos.
No obstante, existen casos en que los progenitores de los niños hacen otra familia en el sitio al que llegan, se olvidan de ellos y dejan la responsabilidad de la crianza y manutención a sus abuelos.
La estudiante comentó que muchas veces éstos cuidan a sus nietos con la esperanza de recibir sus atenciones en el futuro, lo que no siempre ocurre, porque en ocasiones los chicos esperan cumplir la mayoría de edad para partir a otro lugar en busca de mejores oportunidades.
Para esta investigación la joven cuenta con la asesoría del investigador Carlos Garrido, del IIH-S.
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