- Uri Torruco García, médico del CAE, llamó a cambiar la forma de abordar el sobrepeso, obesidad, tabaquismo y las vacunas
- En el XVI Seminario Anual de Antropología del Envejecimiento y Vejez, participó en conversatorio junto con académica de la UV y una persona de la tercera edad
“Algo que pareciera trivial, caminar 30 minutos diarios y 150 a la semana o cada tercer día, nos protege de morir de la Covid-19 y de muchas otras enfermedades”
Claudia Peralta Vázquez
23/10/2021, Xalapa, Ver.- Antes de que iniciara la pandemia nadie era consciente de que pesar más de 10 kilos de lo normal, fumar dos o tres cigarros al día, o no hacer ejercicio, era sinónimo de mortalidad. “Por ello, si para alguien no había quedado claro, ahora debe quedar más que claro”, enfatizó Uri Torruco, médico infectólogo del Centro de Alta Especialidad (CAE) “Dr. Rafael Lucio”.
El miércoles 20 de octubre, el galeno participó junto con Catalina Cervantes Ortega, académica de la Facultad de Nutrición de la Universidad Veracruzana (UV), y Aleida Morales Tomás, señora de la tercera edad, en el conversatorio “Los efectos de la promoción de la salud y estrategias ante la pandemia y el control de las enfermedades crónicas”.
Esto, en el marco del XVI Seminario Anual de Antropología del Envejecimiento y Vejez “Los efectos de la pandemia Covid-19 en las personas adultas mayores”, que a partir de esa fecha y hasta el 22 de octubre realizó la UV a través del Instituto de Salud Pública (ISP), en coordinación con otras dependencias estatales, municipales y académicas.
En el conversatorio se analizó el papel de las instituciones, la academia y personas adultas mayores, efectos de la promoción de la salud en el afrontamiento de la vacunación anti Covid-19 en el control de las enfermedades crónicas, y en las acciones que se llevan a cabo en las personas adultas mayores en el proceso de la pandemia y de la post-pandemia.
En este sentido, Uri Torruco llamó a cambiar la postura que la población tiene con respecto a estos temas, no sólo como pacientes, sino también como trabajadores de la salud.
Propuso cambiar la forma de abordar el sobrepeso, la obesidad, el tabaquismo, la aplicación de vacunas y el ejercicio, pues la Covid-19 será una condición permanente a la cual deberemos adaptarnos.
Por ejemplo, lamentó que un gran porcentaje del personal de salud aún no sea consciente de la importancia de aplicarse la vacuna y lo considere irrelevante, lo mismo sucede con muchas otras personas; sin embargo, si corrieron con la suerte de no resultar infectados en la primera o en la tercera ola, con las variantes actuales que son sumamente contagiosas, pueden contraer la enfermedad.
“Mientras más vulnerable es la población, mayor es su riesgo de morir, sobre todo las personas de más de 60 años.”
Antes nadie había reflexionado sobre el riesgo de muerte que implicaba padecer sobrepeso y la obesidad, hoy quienes están 10 kilos arriba de su peso están en riesgo de morir por la Covid-19.
Subrayó que la Covid-19 es mucho más mortal si se fuman dos cigarros en lugar de uno, o tres en lugar de dos, y así sucesivamente.
Además, es menor la posibilidad de fallecer si frecuentemente se realiza ejercicio, lo cual aumenta la capacidad pulmonar.
“Algo que pareciera trivial, caminar 30 minutos diarios y 150 a la semana o cada tercer día, nos protege de morir de la Covid-19 y de muchas otras enfermedades.”
Catalina Cervantes Ortega, académica de la Facultad de Nutrición UV y doctora en Gobierno y Administración Pública, comentó que la organización Mundial de la Salud (OMS) define a la promoción de la salud como un proceso que permite incrementar el control sobre ella, lo que representa el autocuidado a nivel individual o comunitario.
Lo anterior comprende muchas acciones orientadas hacia el establecimiento de políticas públicas, creación de ambientes favorables, lograr una gran calidad de vida en todos los grupos poblacionales, independientemente de la edad o nivel socioeconómico, así como la participación activa de la propia comunidad hacia su familia y sus entornos.
Aseveró que, en el caso de la educación, muchas universidades deben atender esos lineamientos, por lo que tienen un rol central e importante para la promoción de la salud.
Por tanto, la UV participa directa e indirectamente con la comunidad, a través de proyectos específicos o de investigación de las problemáticas que surgen día con día, relacionadas con la salud de las personas.
También se involucra en la formación de recursos humanos y de alumnos de nivel Licenciatura, posgrado y pregrado, con la finalidad de que participen en la promoción de la salud.
De igual forma, colabora y se vincula con instituciones de los diferentes sectores: económico, social y de salud.
“La UV es promotora de la salud y en ese marco ha tenido un papel importante, pues se han creado lineamientos específicos para que toda la comunidad académica tenga información real, verídica, sobre lo que ocurre en la pandemia.”
Asimismo, los lineamientos son claros para el regreso a las actividades, y existen programas para la atención psicológica gratuita tanto para la comunidad universitaria como para la población abierta.
Aleida Morales, persona adulta mayor y ama de casa, compartió su diagnóstico de diabetes que le fue detectado un poco antes de que iniciara la pandemia.
Al poco tiempo su esposo, quien labora como taxista, también fue diagnosticado con ese mismo padecimiento, por lo que iniciaron un tratamiento mensual en el Centro de Salud Maraboto.
A dos años de vivir con esta enfermedad, expresó que ya se siente más animada, pues junto con su esposo ingresaron a un grupo de ayuda para la atención de la diabetes donde les brindan talleres, ejercicios de estiramiento, sentadillas, y orientación nutricional para saber qué comer y las raciones adecuadas.
El conversatorio fue moderado por Anayeli García Hernández, coordinadora estatal del Programa de Atención a la Salud del Adulto Mayor de la Secretaría de Salud del Estado de Veracruz (Sesver).
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