• José Luis Castillo y Victoria Eugenia Bolado participaron en simposio organizado por la Facultad de Nutrición 
• José Luis Castillo informó que hay una Red Mexicana de Universidades Promotoras de la Salud, A.C.; y una Red Interamericana, que integra a 42 universidades de México, incluida la UV 

José Luis Castillo Hernández habló sobre “La importancia de la formación del nutriólogo en universidades promotoras de la salud”

Claudia Peralta Vázquez 

28/01/2022, Xalapa, Ver.- José Luis Castillo Hernández y Victoria Eugenia Bolado García, académicos e investigadores de la Facultad de Nutrición de la Universidad Veracruzana (UV), participaron en el Simposio Nacional Virtual “Educación integral, humana e inclusiva para el nutriólogo”, realizado el jueves 27 de enero por dicha entidad académica, en el marco del Día del Nutriólogo. 

Su intervención se dio dentro del eje temático Sustentabilidad, en el que abordaron, respectivamente, “La importancia de la formación del nutriólogo en universidades promotoras de la salud” y “El impacto de las canastas regionales en la sustentabilidad”. 

Castillo Hernández, integrante del Observatorio en Seguridad Alimentaria y Nutricional de la Facultad de Nutrición y responsable del cuerpo académico (CA) Estilos de Vida Saludables, resaltó el papel que juega la alimentación, la salud y promoción de ésta dentro de los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. 

La promoción de la salud tiene que ver con todos ellos, pero no logrará mejorar mientras no se combata estructuralmente la pobreza, dijo. 

“La promoción de la salud impulsa las políticas de promoción de entornos saludables, la participación comunitaria, el desarrollo de las capacidades de las personas y la reorientación necesaria y urgente de los servicios de salud.” 

Durante la pandemia la situación se ha agravado, dadas las inequidades sociales y el paradigma centrado en la atención de la enfermedad. Por tanto, las condiciones de salud de la población no mejorarán sin la consolidación de alianzas y trabajos en red. 

Para el caso específico de promoción de la salud, dio a conocer la existencia de una Red Mexicana de Universidades Promotoras de la Salud, A.C., y de una Red Interamericana, que integra a 42 universidades de México, incluida la UV. 

Mencionó algunas de las acciones emprendidas por esta casa de estudios en materia de promoción de la salud y de sustentabilidad, así como el importante papel de los nutriólogos en la promoción de las políticas públicas. 

En primer lugar, afirmó que la UV cuenta con una Ley Orgánica que aborda la vigilancia de la correcta aplicación de esta legislación universitaria, entre ella la promoción de la salud. 

Citó algunos programas y campañas en contra del sobrepeso y la obesidad, en el cual participaron todos los trabajadores de manera activa; y la promoción del uso de la bicicleta a través de una iniciativa de ley dirigida a la Cámara de Diputados a nivel federal. 

También se refirió a otra iniciativa y a un plan de acción para regular el uso de esteroides anabólicos androgénicos y de ácidos grasos trans en México, este último aprobado por la Cámara de Senadores. 

De igual forma, sobresale la campaña “A quitarnos un kilo de encima, la familia y la UV nos necesitan” y la certificación oficial como una universidad libre de espacios de humo de tabaco.

Victoria Eugenia Bolado García participó en el Simposio Nacional Virtual “Educación integral, humana e inclusiva para el nutriólogo”

Reconoció además el trabajo de la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad (CoSustenta) en cuanto a la separación de la basura en cada una de las entidades y dependencias UV, promoción para el uso de la bicicleta, huertos laborales, actividad física y experiencias educativas (EE). 

Gracias a todo este quehacer en promoción de la salud, la UV ha sido reconocida como una “Universidad Saludable” por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), enfatizó. 

Enseguida, Victoria Eugenia Bolado, investigadora de tiempo completo del Laboratorio de Investigación Genómica y Fisiológica de la Facultad de Nutrición UV, hizo hincapié en el impacto de las canastas regionales en la sustentabilidad. 

Aportó datos relevantes, en el sentido de que el 11 por ciento de la población mundial sufre de malnutrición; la mitad de los niños mueren por esta causa; el hambre causa más muertes que la malaria, la tuberculosis y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA); y el desperdicio de un tercio de la producción total de alimentos. 

Paradójicamente el mundo produce más alimentos de los que se necesitan para atender las necesidades de sus habitantes; sin embargo, casi 800 millones de seres humanos (uno de cada siete) sufren hambre. 

Para el año 2050, dijo, se espera que la población mundial crezca hasta nueve mil 700 millones, dos tercios vivirán en zonas urbanas y ello aumentará la demanda de alimentos, cuyo crecimiento impacta en la competencia por los recursos naturales, la deforestación y la degradación del suelo. 

Bolado García también resaltó el alza en el precio de la canasta básica que supera el presupuesto familiar de la mayoría de los mexicanos. “Es un problema social ya que no tienen las posibilidades económicas de llevar una alimentación adecuada, debido al aumento de los costos en los alimentos”. 

Por lo anterior, señaló que una alternativa son las “Canastas regionales del bien comer”, pues recogen una diversidad de alimentos nutritivos, saludables de uso cotidiano y de temporada; reconocen y valoran la agrobiodiversidad vinculada a las costumbres, tradiciones, pertinencia cultural e identidad de las personas de las diferentes regiones de México. 

Las dietas saludables y de bajo impacto ambiental deben ser diversas y cumplir con una amplia variedad de alimentos, equilibrio del aporte energético y las necesidades energéticas.  

Recomendó el consumo de tubérculos, granos enteros mínimamente procesados, leguminosas, frutas, hortalizas cultivadas en el campo y que precisen menos medios de transporte; un consumo moderado de carne y de productos lácteos, semillas y nueces sin sal (botanas, papas fritas, confitería, bebidas azucaradas), azúcares y grasas; consumo de agua purificada o hervida en lugar de refrescos. 

Entre las tendencias mundiales y retos futuros destacó: el consumo responsable de alimentos, con menor huella hídrica y de carbono, productos locales y de temporada, fomento de mercados regionales y ferias de productores, y consultar el etiquetado de los alimentos.